Al comparecer ante diputados locales, el titular de la Secretaría de Salud en Veracruz, Irán Suárez Villa, informó que al inicio de la administración estatal encontraron contratos de obra pública pendientes de pago por más de 2 mil 525 millones de pesos, y se detectó el desvió de recursos del Seguro Popular por más de ocho mil millones de pesos.

En su mensaje durante la comparecencia en el Congreso local, el médico recordó la situación de crisis en la que se encontró al sector salud, uno de los más saqueados por la pasada administración estatal.

Hace 730 días los hospitales tenían un abasto de medicamento entre un 20 y un 30 por ciento, en la actualidad el promedio es del 90 por ciento, se invirtieron mil 987 millones de pesos; además de que operaban con personal insuficiente, equipo obsoleto y sin mantenimiento.

Se recibieron 696 acciones de obras inconclusas, abandonadas o no iniciadas, de esas 182 eran unidades médicas y hospitales. Para su rescate se destinaron mil 583 millones de pesos, que permitió realizar 140 acciones de infraestructura en salud, atendiendo sólo el 20 por ciento de la infraestructura del Estado.

De los 30 programas federales, 11 funcionaban al 30 por ciento, por lo que la federación cerró todas las cuentas de financiamiento del Estado. El desvío de fondos público obligaron a la presentación de denuncias ante la Fiscalía General del Estado (FGE), y la Procuraduría General de la República (PGR), de parte del Gobierno del Estado, la Auditoria Superior de la Federación (ASF), y la Secretaría de Salud Federal.

Además del desvío de fondos del Seguro Popular, 320 mil personas dejaron de tener acceso a servicios de salud, porque no se aplicaron programas de reafiliación.

Actualmente uno de cada dos veracruzanos tiene Seguro Popular y, como resultado del trabajo realizado en esta materia, pasamos del lugar 13 al 4 en el indicador de desempeño a nivel nacional en el 2017, presumió.

El funcionario destacó la conclusión de tres hospitales que se consideraron un monumento a la corrupción, entre ellos el Hospital Infantil de Veracruz, en el que se dio una inversión de 312 millones de pesos.

Se rehabilitó el Hospital de Alta Especialidad de Veracruz, obra a la que destinamos 240 millones de pesos; y en coordinación con la Federación, terminamos la construcción del Hospital Materno-Infantil de Coatzacoalcos, donde se destinaron 626 millones de pesos.

“Nuestro objetivo y nuestra meta siempre ha sido contar con un sistema de salud digno de ser imitado, integrado, sustentable y sin distinciones”.

Solo se dejarán pendientes de concluir dos centros médicos

A decir del secretario de Salud de Veracruz, Arturo Irán Suárez Villa, la administración de Miguel Ángel Yunes Linares sólo dejará pendiente la conclusión de dos centros médicos, uno en Las Choapas y otros más en Minatitlán.

Además, confirmó, se dejarán 221 millones de pesos, en un fideicomiso de Banobras, para el equipamiento del hospital de Coatzacoalcos, pues la licitación del equipo se vence el 30 de noviembre.

El funcionario reiteró que en los últimos dos años se realizaron un total de 140 proyectos de obras en hospitales, clínicas y centros de salud de Veracruz. Y de ese total sólo quedarán dos pendientes de concluir.

Detalló que la obras más atrasada es el centro de salud de las Choapas, que tiene un 15 por ciento de avance. El retraso se atribuye a que se demolió la unidad anterior, y por cuestiones de inclemencias del tiempo no se ha logrado avanzar en los trabajos, sin embargo, destacó, se dejarán los recursos públicos en la caja para poder pagar la obra.

En Minatitlán, el centro de salud lleva un 75 por ciento de avance en la remodelación, y según el contrato de la obra se tiene que concluir en los primeros días del mes de enero. También hay fondos para su liquidación.

El funcionario estatal fue cuestionado por la premura con la que se licitó el equipamiento del hospital de Coatzacoalcos, cuando les quedan siete días para concluir con el periodo del gobierno de coalición.

En ese sentido, detalló, que la federación liberó 221 millones de pesos en el mes de septiembre y estaban contra el tiempo para poder ejercer los fondos públicos. El periodo de licitación vence el 30 de noviembre y será el nuevo gobierno el que tendrá que dar a conocer el ganador.

El dinero se encuentra dentro de un fideicomiso en el Banco Nacional de Obras y Servicios (Banobras) y estará disponible para la próxima administración estatal.

“De no haber licitado se habría congelado (los recursos), sería un desperdicio dejar un hospital de la dimensión de Coatzacoalcos sin el equipamiento (…) la omisión e irresponsabilidad es sujeta de castigo, yo como funcionario debe usar los recursos para que no se queden ociosos o se congelen”.

Al referirse al centro médico de Oluta, reconoció que fue de los nosocomios que no lograron recursos para su mejoramiento. Suárez Villa explicó de los 59 hospitales, todos estaban en un gran deterioro, solo se atendió 24 que representan el 42 por ciento.

La falta de médicos se atribuye a que los especialistas no quieren trasladarse de las grandes ciudades a pequeñas clínicas, “hay que remachar que los especialistas quieren ir a hospitales comunitarios

Además, se rehabilitó el hospital en Tlaquilpan, Tezonapa, el Centro Salud Soledad Atzompa, entre otros. En el caso del centro de Salud del Campanario en Tequila, está abandonada desde 2012, tiene un avance de obra del 34 por ciento, y no se puede concluir por un problema jurídico.

Aseguró que se destinaron 750 millones de pesos de los recursos incautados a exfuncionarios de la administración de Javier Duarte de Ochoa, que permitieron atender un importante número de obras de las 183 que encontraron.

Destacó que el hospital de Tuxpan ya es obsoleto y debe ser una prioridad para la atención en la siguiente administración.

Al referirse al abasto de medicamento, reiteró que el promedio es de un 80 por ciento tanto hospitales como centros médicos. Destacó que el gobierno no logró formar parte de la compra consolidada de las fórmulas, pues los proveedores no quisieron vender al Estado por las deudas heredadas, por lo que su adquisición fue más cara.

“Veracruz no fue admitido en la compra consolidad, porque en cuatro años no pagó la compra, ningún proveedor quiso participar en el surtimiento del estado, esa es la realidad con la que nos enfrentamos”.

Se han realizado 14 interrupciones legales del embarazo

La Secretaría de Salud del Estado cumplió con las recomendaciones de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia de Género (Conavim), a la fecha se han atendido a 14 pacientes que decidieron interrumpir su embarazo,

El titular de la dependencia, Arturo Irán Suárez Villa, explicó que cuatro pacientes se atendieron en el año 2017 y este año se apoyó en diez abortos.

Por primera vez en la historia la secretaria de salud se asumió la responsabilidad de brindar atención médica a mujeres -en situación de violencia sexual-, con un programa de interrupción de embarazo.

Explicó que les apoyó la Asociación Civil Equifonía que fue la que solicitó las dos declaratorias de alerta por violencia de género en Veracruz, “Se implementó una campaña de derechos las víctimas de violencia sexual y la junta de Sesver aprobó la gratuidad de los servicios en el 100 por ciento de los hospitales”.

Se capacitó a ocho mil personas, y se brindaron un total de 31 mil consultas psicológicas a mujeres víctimas de violencia.

Al referirse al VIH/Sida, explicó que se destinaron un total de 768 millones de pesos en la compra de retrovirales en los últimos dos años, y reiteró que siempre están disponibles para los portadores.

El VIH/Sida pasó de ser una epidemia a una enfermedad crónico-degenerativa, pues los pacientes pueden vivir por muchos “y morir por otra situación”.

Veracruz ocupa el cuarto lugar en muertes por Sida. Se ha incrementado la detección ante la búsqueda intencionada localizando 233 mil nuevos casos en grupos de riesgo.

“El éxito del tratamiento paso del 77 por ciento en 2016, en 85 por ciento del 2017, tendencia que ese ha superado hasta en un 91 por ciento, lo que significa que hay menor riesgo de transmisión del virus, y una menor probabilidad de adquirir enfermedades oportunistas que pongan en peligro la vida de los pacientes”.

Isabel Ortega/Avc