La agencia calificadora HR Ratings ha sido la primera en reaccionar ante la cancelación del proyecto del nuevo aeropuerto, poniendo en perspectiva negativa la calificación de la deuda soberana del país.

“Considerando los recientes eventos en torno a la consulta del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México y sus resultados, HR Ratings ratificó la calificación de la deuda soberana de México en HR A- y modificó la perspectiva de estable a negativa”, dijo la calificadora mexicana en un reporte.

De acuerdo con la firma, la acción se debe al deterioro inmediato en la percepción de inversión y riesgo del país, lo que ha llevado a una depreciación en el tipo de cambio que pondrá presión al alza sobre la cifra de deuda neta al cierre del año, y complica mantener su estimado para la deuda neta presupuestaria de 40.8 por ciento del PIB al cierre de 2018.

“HR Ratings considera que los medios utilizados y el resultado de este evento, tendrán implicaciones negativas inmediatas en los mercados financieros y en la percepción de riesgo como se ha visto en las últimas 36 horas; así como en la inversión, en la credibilidad del Gobierno y en la senda de crecimiento económico en el mediano plazo”, indicó.

En el último comunicado sobre la deuda soberana realizado por HR Ratings el 23 de agosto de 2018 se enfatizó que la confianza de los inversionistas se podría ver mermada ante el escenario de cancelación de los compromisos en torno a la construcción del NAIM, lo que en dicho momento estimaban poco probable.

“En este momento consideramos que una pérdida de confianza tendría consecuencias negativas para las finanzas públicas y para la economía en general, lo que se reflejará no solo en una mayor volatilidad en los mercados, al deteriorase el tipo de cambio, incrementarse las tasas de interés de largo plazo y producirse mayores presiones en los indicadores de riesgo como se ha observado recientemente”, señaló.

Además, genera un clima de incertidumbre respecto al respaldo que pudieran tener inversiones en nuevos proyectos de infraestructura y de alto impacto económico, lo que a su vez, un menor nivel de credibilidad y confianza en el cumplimiento de los contratos se reflejaría en un deterioro de la inversión tanto doméstica como extranjera directa, lo cual ha sido un factor determinante en el crecimiento económico.

Con información de El Financiero