Aun con el perfil denostado del candidato puntero, Jair Bolsonaro, sus potenciales electores buscan “poner orden”, y castigar al partido de Lula y Rousseff por “escándalos de corrupción”, señalan académicos de la UNAM
Desde hace años se montó una estructura de desinformación y noticias falsas en redes sociales, que ha fructificado
A 76 horas de efectuarse la segunda vuelta electoral para determinar quién será el presidente número 38 de Brasil, académicos del Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe (CIALC) de la UNAM coincidieron en que será el clima polarizado y de odio, la condena a la corrupción señalada al Partido del Trabajo y la estructura de desinformación (fake news), lo que llevaría a Jair Messias Bolsonaro, del Partido Social Liberal, a la Presidencia.
“La clase media, potencial electora de Bolsonaro en el sur del país, establecerá a un fascista como presidente. Están arriesgando el futuro de una nación para ver qué pasa; el odio ha fructificado y es una herramienta fácil para explicar las cosas, porque no se necesita pensar mucho”, consideró Regina Crespo, académica del CIALC.
La doctora en Historia Social por la Universidad de São Paulo explicó que quienes sufragarán por Bolsonaro el próximo domingo 28 de octubre poseen una visión “conservadora y resentida”. Su decisión tiene que ver con el clima de violencia en ese país y en el mundo, por lo que están en la búsqueda de simplificaciones que solucionen sus problemas.
En su oportunidad, Rodrigo Páez Montalbán, también del CIALC y docente en el posgrado de Estudios Latinoamericanos, expuso que ante la presencia del exministro de Educación, Fernando Haddad, como aspirante del Partido del Trabajo, la derecha no tuvo otra opción que recurrir a un “impresentable”, como Bolsonaro.
“De ganar Bolsonaro, el poder lo tendrán quienes lo han creado: las nuevas iglesias pentecostales, la industria de las armas y algunos medios de comunicación, y no sólo eso, representaría prácticamente el fin de los gobiernos de izquierda. Ahí están a la diestra Perú, Chile, Colombia y Argentina, aunque son cuestiones cíclicas, la marea es fuerte”.
En este momento histórico, añadió, pensaríamos que México tiene la oportunidad de retomar o asumir el liderazgo regional que tuvo en los años 80 y 90, y que se diluyó por la cercanía con Norteamérica.
Redes sociales
Regina Crespo enfatizó el uso que ha hecho Jair Messias Bolsonaro de las redes sociales en su lucha por llegar al Palácio do Planalto.
“Parte de la campaña se ha organizado por WhatsApp, con mensajes estructurados, fáciles, como se realizó en algún momento en la pasada elección de Estados Unidos con Donald Trump y en el referéndum de Reino Unido, con noticias falsas (fake news) que los receptores no verifican y reproducen”, subrayó.
En Facebook, Bolsonaro ha publicado discursos, en donde expulsa “a todos los rojos del país”; es decir, a través de esta red social no sólo ha omitido hacer un discurso de consenso, sino que ha establecido uno de “guerra civil”, de polarización.
“Desde años atrás se formaron perfiles falsos en Facebook, mandatados por organizaciones de derecha que los financiaron, y que eran alimentados con información equivocada; era una especie de estructura piramidal con audios y videos, que también circulan por WhatsApp y Telegram. Eso le ha facilitado las cosas”, indicó.
“Todo mundo está en su contra, menos los brasileños en Brasil”, concluyó la también licenciada en Ciencias Sociales por la Universidad Estadual de Campinas.