A pesar de que el contexto de las desapariciones en México y Perú es diferente, lo que ambos países tienen en común, junto con otras naciones de la región, es que el estado presenta muy poco interés en encontrar a los que faltan, sentencia la fotoperiodista documental Ángela Ponce Romero.

Es por ello que en la nación andina hay una situación muy similar a la de México: Los familiares se auto organizan para buscar pistas de donde están sus seres queridos, y aunque algunos ya han asimilado que están muertos, no van a parar hasta encontrar donde están las fosas.

Entrevistada en el marco de su participación en el Festival Internacional de Fotografía Periodística y Documental Mirar Distinto, explica que la crisis en Perú duró aproximadamente 20 años, del 80 al 2000, tiempo en el cual el gobierno asesinaba a todo aquel que pareciera pertenecer a un movimiento subversivo, solo por parecerlo.

“Ya pasó pero aún siguen muchas persona que han sido ejecutadas extrajudicialmente y desaparecidas hasta hoy, en algunos casos se han podido encontrar restos y en otros se sigue se trabajando pero igual es una herida abierta que está en la población, no solo de Lima, sino en poblaciones vulnerables que no están cerca de la capital y no han recibido la atención adecuada”.

Es de notar que algunas familias tienen más de 32 años esperando para enterrar a sus hijos, sus madres o sus padres, “no es fácil, no es sencillo, demanda tiempo, cansancio, es una búsqueda de justicia que se extiende y pasa de generación en generación, una madre busca a un hijo, que salió a comprar, un universitario, estudiante, que nunca regresó y la madre e hija ahora se encargan de conseguir que su hermano tenga un entierro digno o la búsqueda de los culpables en todo caso”.

Familiares se organizan y salen a buscar las fosas

Ponce Romero agrega que en Perú hay una situación muy parecida a la que existe en México y en particular en Veracruz: Los familiares al no recibir respuesta de las autoridades, que alegan que son muchos los casos y no pueden prestar atención a solo uno, se organizan y tratan no solo de encontrar las fosas, sino que ellos mismos se encargan de buscar las pistas y van con las autoridades y les dicen, busquen acá… ya sabemos que están ahí”.

Estas organizaciones, conocidas en Veracruz como colectivos, se han vuelto tan importantes que han llegado a ser conocidas no solo en sus regiones sino a nivel nacional, y cuando hay un juicio o se da un veredicto, las organizaciones tienen una fuerza muy grande de representación de los familiares.

Hombres, más del 80 % de desaparecidos

Aunque refiere que no existe un número exacto de desaparecidos, la región más afectada es la de Ayacucho, donde no se ha podido determinar cuántas personas han sido desaparecidas, lo que si es claro es que más de un 80 por ciento son hombres.

“Es por eso que en las imágenes la mayor presencia de activistas son mujeres, muchas madres, sobrevivientes, abusadas sexualmente en algunos casos, que escaparon, y que ahora buscan justicia y encontrar a los responsables que han hecho eso”.

Tema tabú en los medios de comunicación del Perú

Cuestionada sobre el papel de los medios de comunicación en este problema, la comunicadora expresa que es un tema tabú el tratar de publicar algo sobre víctimas porque estos casos involucran no solo a grupos subversivos, sino también a gente del estado y es por eso que los medios prefieren no hacerlo, “es difícil posicionar un trabajo sobre víctimas en medios tradicionales”.

Antonio Villagrán/Avc