Pocas veces se ha observado tanta indignación en Veracruz, como cuando se dio a conocer, este miércoles, la minúscula sentencia emitida contra el ex gobernador Javier Duarte de Ochoa.

En el Reclusorio Norte, donde se llevó a efecto la audiencia, Duarte recurrió a un procedimiento abreviado y se declaró culpable de lavado de dinero y asociación delictuosa para lograr una pena irrisoria: 9 años de cárcel; el decomiso de 41 propiedades, que representan unos 800 millones de pesos; y una multa ridícula, menos de 59 mil pesos.

Las carcajadas que debieron soltar el ex gobernador y sus cómplices fueron imaginadas en Veracruz y concretamente en el Palacio de Gobierno de Xalapa.

El juez acababa de emitir su sentencia cuando el actual gobernador, Miguel Ángel Yunes Linares, anunció que este jueves emitiría un mensaje sobre el tema.

Dijo el ejecutivo que la decisión del juez “indigna y lastima” a los veracruzanos y que más que un castigo, la lectura popular es que se ha perdonado a un delincuente que causó un grave daño a los veracruzanos”.

Duarte es hoy, indicó el mandatario, un delincuente confeso y sentenciado, dado que reconoció ante un juez “formar parte de una organización delictiva dedicada a robar y lavar dinero de los veracruzanos”.

Yunes Linares no dijo nada que no se esperara; expresó su inconformidad con la sentencia; exigió que los bienes decomisados a Duarte, con un valor cercano a los 800 millones de pesos, sean entregados a los veracruzanos; y que se proceda contra otros integrantes “de la banda”; en pocas palabras, que el brazo de la justicia alcance a los cómplices del ex gobernador preso.

Se lanzó contra Karime Macías, y apuntó que la PGR debe acelerar el proceso de extradición para que responda por el delito de fraude; y recordó que en Veracruz se le pretende juzgar a Duarte por el delito de desaparición forzada de personas.

Pocos casos, decía, han provocado tanta indignación entre los veracruzanos como el del ex gobernador que dejó a la entidad en la crisis más profunda de que se tenga memoria; a Duarte lo sentenció este miércoles el juez que llevaba su caso en el Altiplano; pero antes ya se había convertido en la personificación de la corrupción nacional; es decir, ya se le había encontrado culpable en términos de opinión pública.

Hoy, podría decirse que la sentencia del caso Duarte no causó más que indignación y risa por su ridiculez. Por otro lado, el caso terminó por dar la razón a quien esperaba que la impunidad imperara en un país donde pareciera que el castigo riguroso a los delincuentes es excepción y no regla.

Así las cosas, viendo el irrisorio castigo a Javier Duarte, no se esperaría algo diferente en los casos de otros funcionarios de la anterior administración que han sido señalados por actos que rayan en la rapiña de los recursos públicos. A este paso, sólo falta que les pidan disculpas…

 Ahued en el Senado

Ayer, en el Senado de la República, Ricardo Ahued presentó una iniciativa para la dignificación del salario mínimo, en la que propuso un mecanismo novedoso de subsidio y aumento, cuyo monto absorberían conjuntamente el Gobierno Federal y los patrones, implicando un incremento al salario mínimo de casi un 20 por ciento a partir de 2019.

Bien por estas iniciativas que buscan mejorar las condiciones de vida de millones de mexicanos que viven con ingresos por debajo de las líneas de bienestar. @luisromero85