Entre la novedosa y abrumadora terminología que nos ha traído el tsunami tecnológico del siglo XXI, aparece el término multitask, que si bien nació para definir la capacidad de los trebejos inteligentes de realizar un montón de cosas simultánea, veloz y eficientemente, terminó por aplicarse a las personas que, como los aparatejos que se han apoderado de todo nuestro ser, son capaces de hacer talacha y media en chinga loca y sin siquiera despeinarse. Renata Somar es un ejemplar de esa especie, es guitarrista, licenciada en Lengua y Literatura Inglesas, columnista, traductora, narradora, gestora cultural, programadora, locutora e investigadora de radio, y no sé cuántas cosas más. Anoche hablé con ella por teléfono y olvidé preguntarle si también hace tamales los domingos, de haberlo hecho, seguramente la respuesta hubiera sido «sí», seguida de una catarata de cristal.

«Hasta hace algunos años —me dijo con respecto a esta capacidad caleidoscópica—, creo que en México la gente que hacía muchas cosas o que se desarrollaba en diferentes campos era hasta mal vista, yo tengo un recuerdo muy claro de cuando estudiaba en la Escuela Superior de Música y al mismo tiempo estaba estudiando Letras Inglesas en la UNAM, yo no hablaba mucho de eso con mis compañeros pero cuando se llegaron a enterar fue curioso porque me dijeron ah, entonces esto es de hobby (risas), como que no creían que pudieras hacer más de una cosa, y mucho menos, bien. Afortunadamente, ese paradigma ha cambiado, es curioso porque ha sido en muchos sentidos, pero sobre todo por la cuestión económica, finalmente todos tenemos que hacer un poco de todo y quienes tienen experiencia en más de un ámbito, a veces tienen más oportunidades. Yo no lo planee así, pero así se fue dando».

Después le pedí me platicara la génesis de Projet Échange, la platafoma (otro de los términos imprescindibles del lenguaje millennial) que creó para que su trabajo de promotora cultural llegara a las grandes ligas, y del festival de músicas improvisadas que ha organizado y que muy pronto será alumbrado en tierras jaliciences. Esto me respondió:

Renata Somar (Foto tomada de su página de Facebook)

«Yo soy músico antes que nada, estudié guitarra desde los seis años; por algún tiempo toqué en vivo en la Ciudad de México, después fue algo que dejé porque no era muy rentable (risas) y se estaba volviendo hasta peligroso. Al mismo tiempo estudié la licenciatura en Lengua y Literatura Inglesas. También soy traductora, he traducido más de 90 libros, de ficción y no ficción, del inglés y del francés al castellano. Tuve la oportunidad de estudiar en la Universidad McGill, en Montreal, y ahí tuve una excelente experiencia estudiando música improvisada, análisis de música del siglo XX, e hice la investigación de una tesis sobre la influencia del jazz en la literatura afroamericana.

«Me interesa la música en general pero en los últimos años me he enfocado en las músicas improvisadas y en las expresiones contemporáneas, y he desarrollado actividades culturales, desde hace ya varios años, he echado a andar proyectos para que los músicos toquen en vivo aquí, en la Ciudad de México, y desde hace cuatro años estoy trabajando en un proyecto que se llama Projet Échange, que tiene, entre otras, la intención de romper con el círculo vicioso de la actividad jazzística que hay en México.

«Me parece que a partir de las últimas elecciones de Estados Unidos, en México comenzamos a vivir un período de mucha angustia porque dependemos mucho de lo que sucede allá, y en términos musicales también, con las nuevas políticas, de pronto sucedieron cosas como que festivales de Estados Unidos empezaron a regresar bandas a su país porque la situación migratoria no era la adecuada. Esto preocupó a todo mundo, sí hay razones para preocuparse pero creo que los mexicanos no nos hemos dado cuenta de que hay muchos otros países con los que compartimos vínculos culturales importantes. En el caso de Francia, específicamente, tenemos más de 75 acuerdos comerciales y muchas veces esto se desaprovecha por razones tan simples como que los estudiantes, los músicos, artistas de todos los campos no conocen el idioma y no se enteran de las oportunidades que hay para ir a estudiar a allá, y creo que una manera de concientizarnos de que tenemos que mirar en otras direcciones en este momento, es promoviendo actividades internacionales.

«Llevo unos cuatro años en la creación del concepto y unos dos años trabajando en cultivar los vínculos institucionales; la Alianza Francesa nos ha apoyado muchísimo y a la vez nosotros los hemos ayudado porque tienen eventos muy buenos de música y de muchas disciplinas más, pero a veces, como tienen un personal flotante que viene de Francia y se regresa después de un rato, tienen algunos huecos de información que no se llenan. Projet Échange ha tratado de ayudarles a que los artistas que traigan, tengan lo necesario para presentarse, a veces tienen algunas dudas técnicas porque los coordinadores no necesariamente son músicos y nosotros tratamos de ayudar con eso, entonces, en este trabajo que estamos desarrollando ha habido una simbiosis muy bien lograda y afortunadamente ahora, después de algunos eventos pequeños que hemos tenido con el apoyo de la Alianza como presentaciones de libros, ya hemos comenzado de lleno a traer a músicos.

«Estamos muy contentos porque hemos organizado el Primer Festival Internacional de Jazz y Músicas Improvisadas de Ajijic, es un pueblo de Jalisco que está como a una hora de Guadalajara. Nuestra intención ha sido realizar estos eventos al margen del circuito tradicional del jazz para poder llegar a nuevos públicos y generar espacios diferentes.

«Comencé por Francia porque hablo francés, traduzco del francés, tengo amigos en París y las cosas se empezaron a dar muy bien. Lo que busca este proyecto es divulgar la información sobre lo que está pasando en Francia, que a veces no le ponemos mucha atención porque la vemos a través de los clichés que ya conocemos o porque está muy lejos. El hecho de traer músicos o artistas de allá, por el tipo de cambio, es muy costoso, sin embargo hay mecanismos y si nos enfocamos en el trabajo adecuado, se puede hacer.

«Hemos logrado traer a la banda francesa de indie-jazz The Watershed, es una banda muy interesante porque si la buscas en Internet, no vas a encontrar mucho. Es lo que llaman en los deportes un dream team, son cuatro músicos que han tocado juntos muchísimo desde hace varios años, pero de manera individual son grandes estrellas allá, han tocado con músicos de muy alto nivel tanto en Europa como en Estados Unidos. Ellos tocan juntos con mucha frecuencia y decidieron hacer este proyecto en el que la música es totalmente improvisada, se metieron un día —prácticamente con algunas ideas nada más— al estudio de grabación y sacaron un disco en ese momento.

«Para cuando vengan, van a traer nueva música, pero en general, la experiencia es de música improvisada; lo interesante es que ellos tienen un nivel técnico muy alto, entonces es música improvisada pero con un respaldo técnico sólido, que es algo que siento que a veces en México perdemos un poco de vista porque hay quienes creen que la música improvisada es nada más ponerse a tocar y a ver qué sale (risas), en una ocasión toqué con un músico que tocaba clásico y en un momento le dije oye, exactamente qué estás haciendo ahí, y me dijo nada más estoy echando sentimiento, al fin que es jazz (risas). Creo que es importante que, sobre todo los jóvenes, en México vean estas expresiones pero realizadas por gente que tiene mucha experiencia y un nivel sólido, fuerte, es el caso de The Watershed.

«No tienen bajo, es un cuarteto formado por Karl Jannuska en la batería, Tony Paeleman en el teclado, Christophe Panzani en el saxofón tenor y el clarinete bajo, y Pierre Perchaud en la guitarra.

«The Watershed llega el 25 de septiembre, se darán algunas presentaciones aquí en la Ciudad de México pero realmente el espíritu comunitario en Ajijic es lo que está convirtiendo esta visita en algo tan importante en México.

«El Festival es del 5 al 7 de octubre. El día 5 se van a presentar The Watershed, Triálogo y Ameneyro, estas dos bandas mexicanas van a presentar discos nuevos: Triálogo va a presentar su disco Ultravioleta, que es el segundo que sacan, y Ameneyro va a presentar su quinta producción discográfica, que se llama Cartografía Mexicana. Particularmente en el caso de Ameneyro, era algo esperado porque no habían grabado en seis años.

«El día 6, en el Auditorio de la Ribera se presenta Joe Farnsworth Trío, con Alex Terrier, que es un saxofonista francés que vive en Nueva York, e Israel Cupich, el contrabajista mexicano. Joe Farnsworth es un baterista y educador de Estados Unidos, ha tocado con muchos músicos importantes de allá, ya había venido en una ocasión a México y este festival fue la oportunidad para traerlo una vez más. Después del Festival, Joe Farnsworth Trío viene a hacer unas presentaciones a la Ciudad de México.

«El tercer día toca Cienfuegos, una banda de Guadalajara, también de música improvisada.

«Realmente estamos muy contentos de lo que se ha generado —no en poco tiempo porque te decía que el concepto se ha estado formando desde hace cuatro años— y algo que también me parece importante decir es que en el proyecto está Aarón Rojas, es baterista y productor y ha sido la base del proyecto en la Ciudad de México. También trabajamos con varias agencias de Francia y gracias a esa vinculación hemos podido lograr esto, creo que es importante saber que hay un gestor en Francia con el que trabajamos directamente, y que en esta primera edición, lo que más queremos es dar a conocer el proyecto y que The Watershed, que es el pretexto de todo, tenga una muy buena experiencia con el público mexicano, al que creo que le va a gustar muchísimo todo lo que va a suceder.

«Estoy muy agradecida con los maravillosos equipos de artistas y productores en Ciudad de México, Francia, Estados Unidos y Ajijic. Sin ellos, esto solo sería un sueño guajiro más».

Si, además de ver la foto y leer el currículum, el lector conociera la voz, la risa y sobre todo la bonhomía de Renata, entendería que no podía despedirme sin hacerle una pregunta clave: ¿a qué hora sales por el jazz? «Todos los días a las 6 de la mañana», me contestó con una risa que parecía (acaso era pero no la estaba viendo) un puñado de canicas que rebotaban por todos lados salpicándolo todo con su algarabía de cristal.


CONTACTO EN FACEBOOK        CONTACTO EN G+        CONTACTO EN TWITTER