Este año en Veracruz se tipificó como homicidio calificado al asesinato de personas por su preferencia sexual o identidad de género, sin embargo eso no ha frenado las agresiones en contra de hombres y mujeres trans, gays y lesbianas, pues se cuentan ya 19 casos, de los cuales sólo tres han sido resueltos y diez permanecen incluso sin identificar.

Apenas a cuatro meses de haberse aprobado una reforma al Código Penal donde se agrega el inciso ocho, considerado como la tipificación de los crímenes de odio por Jazz Bustamante, activista de la comunidad lésbico, gay, bisexual, travesti, transgénero, transexual e intersexual (LGBTTTI), se han presentado sies casos, el más reciente en Banderilla, apenas este martes.

A más de 24 horas de haberse hallado el cuerpo de una mujer trans, asesinada y abandonada en una barranca en la colonia La Haciendita en el municipio de Banderilla, la víctima no había sido identificada ni reclamada por sus familiares, por lo que permanecía en las instalaciones del Servicio Medico Forense, de acuerdo con lo que dijo la activista.

Casos como el de esta mujer transasesinada y abandonada en un sitio público, son una muestra del “discurso de odio que está permeando y sigue normalizándose” en Veracruz, expresó Jazz Bustamante, quien dijo que en los últimos años se ha trabajado por parte de la sociedad civil con el Congreso Local para sancionar la discriminación y los crímenes de odio, sin embargo esto es insuficiente.

Sólo este año han sido asesinadas 19 personas de la comunidad LGBTTTI, de las cuales nueve fueron mujeres trans, ocho hombres gay y dos mujeres lesbianas, según el monitoreo que lleva a cabo la organización a la que pertenece Bustamante.

Dijo que cada uno de estos casos es una muestra del odio introyectado que existe en la sociedad en contra de la población LGBTTTI, por lo que se ha hecho urgente la atención de manera integral, empezando por combatir los estereotipos.

Pese a los avances en materia legislativa, dijo, urgen cambios sociales, difundir campañas de sensibilización que acaben con la discriminación y los ataques en contra de las personas que se asumen trans o en su caso con una preferencia distinta a la heterosexual.

Incluso, esa discriminación puede verse desde la familia, ya que muchas veces son abandonadas y se les niega integrarse a su núcleo debido a sus preferencias.

La violencia contra las personas de la comunidad LGBTTTI se puede ver desde el abandono que existe de ellas en muchas ocasiones, pues sus cuerpos no son reclamados con prontitud por sus familiares, de los 19 casos registrados en lo que va de 2018, diez permanecen como con identidad desconocida.

También se puede reconocer el nivel de violencia que sufren por la causa de muerte y las lesiones que presentan sus cuerpos al ser hallados sin vida, pues se pueden apreciar huellas de estrangulamiento, tortura mediante golpes y otras lesiones, violencia sexual y el depósito de los restos en sitios públicos o parajes solitarios, explicó.

Sin justicia, una forma más de violencia

La impunidad es una forma más de violencia en contra de la población LGBTTTI, pues de los 19 casos reportados en lo que va del año, se tienen abiertas 16 carpetas de investigación.

De esos casos sólo hay tres resueltos, el de un joven homosexual, Julio, que fue asesinado en Coatzacoalcos a golpes y con un arma de fuego; el de una mujer trans (cuya identidad se desconoce) de entre 27 y 30 años asesinada en el municipio de Yanga y el de un joven en Boca del Río.

El resto de los casos, incluyendo el de Alaska Contreras, exreina gay, a quien se torturó y asfixió en Martínez de la Torre el 26 de julio de este año, siguen impunes.

Expectativas en el cambio, pero con dudas

Jazz Bustamante dijo que se ha hablado con los diputados electos para el Congreso Local, incluso el gobernador electo, Cuitláhuac García, hizo compromisos con la agenta de la comunidad LGBTTTI, sin embargo aún están a la espera de que entren en funciones y se presenten las iniciativas y se aprueben.

Reiteró que es una necesidad dar los pasos para satisfacer las necesidades de la población LGBTTTI, que van más allá de sólo aprobar los matrimonios igualitarios, pues se necesitan leyes para permitir el cambio de identidad en los documentos oficiales y la atención a la salud, así como el acceso a la justicia en casos de agresiones o crímenes de odio.

Es por ello que uno de los pasos que se deben de dar de ahora en adelante es crear un Consejo Consultivo, que esté compuesto por la sociedad civil y se de a la tarea de vigilar el cumplimiento de las autoridades en cuanto a la atención a los crímenes de odio, que es una de las primeras victorias que se alcanzan en la agenda de derechos humanos para la población LGBTTTI en Veracruz.

Brisa Gómez/Avc