Veracruz, Ver.- La prestación del servicio público de Tránsito se convirtió en una disputa política entre los gobiernos panistas de la zona conurbada Veracruz-Boca del Río y el gobernador del estado en turno desde hace más de 17 años.

Así lo demuestran las solicitudes y las controversias constitucionales interpuestas por las autoridades municipales ante la negativa de que se les transfiera la corporación, las declaraciones y los decretos expedidos por gobernadores para asumir el control de la prestación de dicho servicio público en la zona conurbada.

Fueron los exalcaldes José Ramón Gutiérrez de Velasco Hoyos y Adrián Ávila Estrada, de Veracruz y Boca del Río, respectivamente, quienes solicitaron la transferencia del servicio de Tránsito al ahora exgobernador Miguel Alemán Velazco el 8 de febrero del 2001, con el argumento que la prestación del mismo lo establece el artículo 115 constitucional.

Sin embargo, el exmandatario estatal se opuso a la transferencia del servicio público, por lo que los ayuntamientos de Veracruz y de Boca del Río interpusieron una controversia constitucional, la cual resultó favorable para ambas autoridades municipales.

En ese sentido, el gobierno de Miguel Alemán Velazco transfirió la prestación del servicio de Tránsito a los ayuntamientos de Veracruz y de Boca del Río el 17 de enero del 2003, fecha en la cual se suscribió el convenio correspondiente entre ambas partes para que las autoridades locales asumieran el control de la corporación responsable de la vialidad en la ciudad.

De tal manera que el servicio público de Tránsito en la ciudad de Veracruz estuvo en manos de los gobiernos de los alcaldes panistas José Ramón Gutiérrez de Velasco Hoyos y Julen Rementería del Puerto y del priista Jon Rementería Sempé hasta el año 2010.

En el caso de Boca del Río, el servicio se brindó a la población en las administraciones municipales encabezadas por los panistas Adrián Ávila Estrada, Francisco Gutiérrez de Velasco Urtaza y Miguel Ángel Yunes Márquez.

Fue el gobernador priista Fidel Herrera Beltrán quien dio muestras de inquietud para que el servicio público regresara a manos del Gobierno del Estado, por lo que a principios de marzo del 2010, ya en la recta final de su mandato, anunció que se realizaría una consulta entre los habitantes de la zona conurbada para que decidieran qué autoridad, la municipal o la estatal, prestase dicho servicio.

En el gobierno de Jon Rementería Sempé, era vox populi que la corporación municipal de Tránsito había sido infiltrada por la delincuencia organizada, incluso se sospechó que oficiales participaron en el secuestro y desaparición del administrador de la Aduana de Veracruz, Francisco Serrano Aramoni.

No obstante, los ayuntamientos de Veracruz y Boca del Río mantuvieron la operación de Tránsito hasta el fin del sexenio de Fidel Herrera Beltrán.

En las elecciones locales del 2010, el PRI refrendó la gubernatura con Javier Duarte de Ochoa, retuvo la ciudad de Veracruz con la postulación de Carolina Gudiño Corro y recuperó Boca del Río con Salvador Manzur Díaz.

Una de las primeras acciones de los alcaldes Carolina Gudiño Corro y Salvador Manzur Díaz fue solicitar al gobernador Javier Duarte de Ochoa que su administración asumiera el mando de las corporaciones de Tránsito.

Fue así que el 3 de enero del 2011, los Cabildos de Veracruz y de Boca del Río aprobaron que el mando y la operación del servicio público de Tránsito estuviera a cargo del Gobierno del Estado con la finalidad de “fortalecer la prestación del servicio público de tránsito y vialidad” y “garantizar mayor eficacia, eficiencia y coordinación en beneficio de la ciudadanía”.

El PRI perdería la elección municipal del 2013 en Boca del Río, donde el PAN postuló como candidato a Miguel Ángel Yunes Márquez.

Antes de que el panista cumpliera dos meses al frente de la administración municipal pidió al Congreso del Estado que se le transfiriera la prestación del servicio público de Tránsito, cuyo mando estaba en el gobierno estatal, pero lo cual se le concedió sin mayor problema.

En el caso de Veracruz, el priista Ramón Poo Gil refrendó el triunfo del partido tricolor, por lo que dejó la prestación de dicho servicio en manos de la administración duartista.

No obstante, el PAN recuperó la alcaldía de Veracruz en la elección municipal del 2017 con Fernando Yunes Márquez, quien a nueve meses de administración solicitó la transferencia del servicio de Tránsito al Gobierno del Estado, encabezado por Miguel Ángel Yunes Linares.

Según las autoridades municipales, la transferencia del servicio público tiene como finalidad fortalecer a la corporación, aunque otras voces aseguran que se trata de evitar que dicha corporación esté en poder de Cuitláhuac García Jiménez, quien asumirá gubernatura por la coalición Morena-PT-PES a partir del 1 de diciembre.

En el caso de que el Congreso local autorice la solicitud de Yunes Márquez, éste recibiría una corporación disminuida, pues apenas cuenta con 60 agentes operativos, entre patrulleros y oficiales de a pie; 10 peritos; 30 administrativos; 12 patrullas y ocho motopatrullas, por lo que se requeriría una inversión millonaria para el pago de la nómina, la reparación y la modernización de semáforos; señalética y compra de uniformes y unidades en buen estado.

José Juan García/Avc