A pesar de que México es un país megabiodiverso, en la actualidad existe una crisis debido al deterioro y pérdida de ecosistemas, de la diversidad genética y de especies de aves, anfibios, reptiles, mamíferos y plantas, lo cual tiene su origen en la ignorancia, indiferencia y en la poca información disponible o fuera de contexto.

Así lo expuso Carlos Enrique Galindo Leal, director general de Comunicación de la Ciencia de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), durante la charla que ofreció en la presentación del segundo número de la revista digital Eduscientia. Divulgación de la ciencia educativa.

Este título es editado por la Universidad Veracruzana (UV) y la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV), a través del Instituto de Neuroetología y la Dirección de Educación Normal (DEN), respectivamente.

El especialista planteó que la megadiversidad que caracteriza a nuestra nación conlleva una gran responsabilidad, mucho mayor que la de otros países del mundo. Tan sólo, dijo, aquí habitan más de 540 especies de mamíferos, pues en un territorio que no es megadiverso sólo existen alrededor de 50.

Asimismo, el país ocupa el segundo lugar a nivel mundial por la mayor diversidad de reptiles, después de Australia. Más de la mitad son endémicos de México.

Y de las 380 especies de anfibios y 24 mil tipos de plantas vasculares, más de la mitad también son endémicas, dio a conocer el funcionario de la Conabio, durante la exposición realizada en la sala de videoconferencias de la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información, el lunes 10 de septiembre.

Explicó además que de las 880 especies de cactus, 63 por ciento se encuentran en territorio mexicano; una de éstas es el nopal.

“Podríamos hablar igualmente de los pinos, encinos, copales, víboras de cascabel, conejos, salamandras, que tienen centros de diversidad en nuestro país.”

Además, subrayó, es un centro de origen y domesticación de más de 80 especies de plantas, básicas para la alimentación mundial y empleadas dentro de la cocina tradicional mexicana, patrimonio de la humanidad.

Otra singularidad es la diversidad de ecosistemas de suma importancia como el Pico de Orizaba, ubicado a cinco mil 700 metros de altura, así como las ventilas hidrotermales descubiertas en 1970 y ubicadas a cinco mil metros bajo el mar.

Por otra parte, tiene el símbolo patrio más biodiverso del mundo, pues contiene elementos naturales en su bandera, como son el laurel y el encino, y árboles cósmicos donde se comunican los seres humanos con los dioses.

Comentó que la biodiversidad es la variedad de la vida, y ésta se divide en la composición de los genes, especies, poblaciones, comunidades, ecosistemas, paisajes, regiones y cultura.

Dicha definición incluye los procesos biológicos y evolutivos, por lo que es una palabra que incluye muchos aspectos.

Sin embargo, reiteró que la ignorancia, indiferencia y poca información disponible y fuera de contexto coadyuvan al riesgo de extinción de todas estas especies y pérdida de ecosistemas como: la selva húmeda, seca, bosque templado y mesófilo de montaña.

“Por ejemplo, es sabido que Veracruz tiene menos del 10 por ciento de su vegetación original y México menos del 50 por ciento de ecosistemas naturales. Los que quedan están deteriorados.”

Si quisiéramos existe la posibilidad de restaurarlos, aseveró, pero ya hay cerca de dos mil 600 especies en lista de riesgo; 48 de ellas probablemente extintas, 473 en peligro de extinción, 881 amenazadas y mil 179 sujetas a protección especial.

Al hacer mención de la labor que desarrolla como titular de Comunicación de la Ciencia de la Conabio, dijo que ésta tiene la finalidad de promover el conocimiento de la naturaleza de México y así se respete, emplee sustentablemente, restaure y conserve, resaltó que la crisis de la biodiversidad es producida por el deterioro y pérdida de ecosistemas, de la diversidad genética y de especies.

“Estamos ante una crisis silenciosa y perdiendo ecosistemas a un ritmo acelerado”, acotó.

Por ello, opinó que una sociedad bien informada es la mejor respuesta para solucionar los problemas ambientales.

Claudia Peralta/Prensa UV