Felipe Guamán Poma de Ayala, considerado el único indígena letrado de la época colonial peruana y su monumental obra Primer nueva corónica y buen gobierno, fueron el tema de la conferencia magistral que impartió en la Universidad Veracruzana (UV) Carlos García-Bedoya, académico de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima, Perú.

La conferencia, que se desarrolló en el marco de la Cátedra de Excelencia “José Martí” el miércoles 5 de septiembre en el Salón Azul de la Unidad de Humanidades, llevó por título “Guamán Poma: un indígena en la ciudad letrada”.

“Guamán Poma de Ayala es quizá, en la etapa colonial, la única figura indígena a la que cabe considerar –en sentido estricto de la palabra– un letrado. Es autor de una obra monumental”, dijo quien es considerado una autoridad de la historiografía literaria peruana.

Detalló que Primer nueva corónica y buen gobierno está conformado por alrededor de mil 200 páginas, donde se combina texto con cerca de 400 ilustraciones, también autoría de Guamán Poma. La redacción de la obra, fruto de décadas de trabajo, concluyó entre 1615 y 1617 (la información biográfica al respecto es imprecisa).

“Se trató de una obra muy cuestionadora, muy crítica frente al orden colonial español y a pesar de los sueños y anhelos de Guamán Poma, la obra no fue publicada en su momento. Se perdió, probablemente, en los ámbitos de la burocracia del Consejo de Indias en España, y por alguna misteriosa razón apareció mucho tiempo después en la Biblioteca Real de Copenhague en Dinamarca, donde hasta hoy se conserva el manuscrito (se puede consultar la versión digital en el sitio virtual de la citada biblioteca).”

Con una amplia argumentación, García-Bedoya expuso cómo es que Guamán Poma niega en su obra que se produjo una conquista en Perú; asimismo, estableció una serie de correlaciones entre el autor de Primer nueva corónica y buen gobierno y otros vinculados al mundo indígena colonial, como es el caso de Garcilaso de la Vega.

“Negar la Conquista implica negar los derechos de los conquistadores y sus herederos, en especial su control sobre la tierra y mano de obra indígena; al mismo tiempo que proteger al indio del común de las exacciones españolas y sobre todo reivindicar los derechos y privilegios de los herederos de los señores naturales, la nobleza indígena, ya sea de estirpe inca o la procedente de diversas etnias andinas.”

En su narrativa, el indígena inca letrado expone tajantemente que no hubo conquista militar ni espiritual, destacó el especialista en estudios literarios latinoamericanos. “Guamán Poma, siempre confrontacional, a diferencia del armonizador y conciliador Garcilaso de la Vega, nos presenta a la codicia española como único móvil de la Conquista”, citó. “A la codicia se añade otro pecado capital: la lujuria. Un tropel de saqueadores y violadores, a eso se reduce para él la empresa de la Conquista”, añadió.

A pregunta expresa de una académica de la UV sobre posibles intensiones futuras, por ejemplo, de una insurrección, Carlos García-Bedoya detalló: “Guamán Poma construye un planteamiento que he llamado ‘utopía retrospectiva’, en tanto que él quiere retornar, en parte al menos, a un esquema social de tipo andino, retornar a una sociedad organizada con base en esos paradigmas. En ese sentido, la suya es quizá una utopía inviable. No hay ningún proyecto concreto sobre cómo materializar esa utopía.

”La esperanza de Guamán Poma pareciera radicar en captar la benevolencia del rey. Lograr que la máxima autoridad reordene las cosas. Él, y casi todos estos cronistas de los que he hecho referencia, parten de la hipótesis de que los opresores del indio son básicamente las autoridades de menor jerarquía (corregidores, encomenderos, curas), pero su proclama es que el rey no está informado, incluso el virrey. Por eso habría que convencer a esas máximas autoridades de la necesidad de cambiar el orden colonial.”

El conferencista citó que en un pasaje de Primer nueva corónica y buen gobierno, el propio Guamán Poma sostiene un diálogo imaginario con el rey, cuyo argumento es que si se transforma la estructura social, los tributos indígenas serán mucho mayores y la Corona obtendrá un beneficio económico. En otras palabras, se trata de una estrategia persuasiva, de ninguna manera fue una forma de rebelión. Tan es así, que se niega la verdad histórica y busca borrar cualquier referencia a combates entre incas y españoles, lejos de reivindicar su resistencia.

“El problema de Guamán Poma y para la élite indígena es acabar con ese yugo insoportable que han impuesto los españoles”, insistió. “Aquí no interesa mucho la verdad, sino cómo se interpreta la historia, porque la interpretación de la historia es un arma de combate en esta lucha ideológica”.

Esta actividad fue moderada por el coordinador de la Cátedra de Excelencia “José Martí” de la UV, Rodrigo García de la Sienra.

Karina de la Paz Reyes Díaz/Prensa UV