En 81 días, adiós. Hora de asumir plenamente, responsabilidades de lo hecho; y de lo que no se hizo o se dejó de hacer.

Los pocos esfuerzos, los contados logros no consolidados, son desplazados por la exigente atención pública y el justo reclamo social,  que señalan demasiados pendientes, promesas incumplidas,  inútil simulación, costosa autopromoción, y una problemática creciente y compleja,  repleta de muestras de incapacidad, voracidad y retroceso, que la opacidad y la simulación no pueden ni van a ocultar, simple y sencillamente porque la situación empeora. Tanto luchar  por alcanzar el poder, para no poder.

En Veracruz como en el país, se evidencian costos y  alcances, limitaciones y sacrificios populares, consecuencia de   irresponsabilidad, incapacidad  y  culpabilidad en el desempeño gubernamental. ¿Estábamos mejor antes, por qué no evitamos ir peor? ¿Qué pasa, más intocables?

Por lo pronto, hay que hacer realidad el cambio ordenado a través del resultado electoral. Participar en la transformación deseada, porque no se va a realizar en automático. No es ni será fácil ni rápido; tampoco exenta de obstáculos, resistencias y problemas.

Finanzas saqueadas y quebradas

Sobran rollos, discursos y declaraciones. Innecesario recurrir a sofisticado lenguaje, tecnocráticas argumentaciones, formulas, gráficas y representaciones, para abordar y explicar lo que se sabe y padece.

Simple y sencillo. Insistir y señalar la inocultable y creciente crisis de la Administración y Finanzas Públicas, que afecta a todos los ámbitos de gobierno, órganos autónomos, instituciones  y dependencias oficiales; cada vez más trastornados, debilitados y, hasta, quebrados.

Tema central y prioritario, que es y será factor determinante en la atención de los múltiples problemas que afectan la vida diaria de millones y millones de seres humanos, de generaciones presentes y futuras.

Problema creciente, de cuya existencia y atención, se benefician mediocres y perversos, usualmente a cargo de mandos medios y superiores de la administración; y que más rápido que temprano,  se convierten en destacados ejemplos de ineptitud y corrupción,  simulación e impunidad.

Crisis de administración y finanzas, que también afecta a  universidades públicas, que deben darle la debida atención; y no seguir, salvo excepciones, con más de lo mismo.

“Más de 10 universidades públicas del país se encuentran en riesgo de crisis financiera…” (Noreste. 01.09.18)

Por lo pronto, destacan, las reiteradas alertas y señalamientos, ampliamente difundidos por la Confederación Nacional de Trabajadores Universitarios (CONTU), que congrega a los 96 sindicatos de trabajadores de las universidades públicas e instituciones de educación superior del país.

Más allá de detales, dicha confederación, se ha pronunciado  “por el repudio a las políticas de corte neoliberal que atenten contra el derecho a la educación superior pública, la estabilidad laboral y la seguridad social…”

En la “Declaración de Oaxaca”, ha insistido en la falta de visión y compromiso de las autoridades…” al no atender los llamados que hemos hecho como confederación desde hace más de una década, para el establecimiento de mesas de diálogo y análisis con representantes del Poder Ejecutivo y Legislativo, la ANUIES y la CONTU, respecto a la problemática presupuestal que enfrentan nuestras universidades y a las acciones y medidas que podríamos impulsar de manera corresponsable hacia su solución…”(23.11.17)

Como respuesta, ante indiferencia y falta de atención, los problemas aumentan, y empiezan a abundar noticias como: “…la UNAM advierte que existen al menos 25 universidades al borde de la quiebra por malos manejos…La calificadora crediticia Moody’s, por su parte, sostiene que dos de cada tres universidades públicas en México presentan déficits actuariales en sus mecanismos de pensiones, mismos que se harán insostenibles en el 2020…” (Huffingtonpost.22.11.17)

El gobierno asegura que no puede rescatar universidades en quiebra y se desentiende o mal atiende a todas las demás.

“La Secretaría de Educación Pública (SEP) y la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) se comprometieron en gestionar atención y apoyo financiero a las universidades con problemas financieros. Declaraciones que sólo se han quedado en el discurso…” (Laizquierdadiario.110418)

Hoy por hoy, la Universidad Pública está obligada a  enfrentar y resolver esa problemática, que  afecta y trastorna, tanto a la sociedad, como a ella misma.

Obligatorio señalar dicha crisis y sus efectos. Además, insistir y convocar al análisis,  reflexión y  debate, de estos determinantes temas,  conocidos y padecidos, pero la mayor parte de las veces desatendidos o poco valorados.

“En el top 10 de “instituciones deudoras” están, en números cerrados, la Universidad Veracruzana, con un pasivo de 2 mil 800 millones de pesos; la Universidad Autónoma de Zacatecas, con mil 900 millones; la Universidad Autónoma de Chiapas, con mil 700 millones; y la Universidad Autónoma del Estado de México, con mil 450 millones…” (CRÓNICA.160818)

En la operación universitaria, excepciones aparte, se esconden o empequeñecen limitaciones, errores y  problemas, tanto funcionales como estructurales. Falta de vinculación social, reducida o estancada cobertura, carencias en aumento, retraso o déficit en competencias idóneas para el desarrollo científico, artístico y cultural, poca o nula atención al mercado laboral y más…propias del deficiente y cuestionado sistema educativo general.

Temas prioritarios que con frecuencia se ignoran, minimizan y hasta manipulan, con otros fines.

Razón de más para insistir y preguntar, al gobierno de Veracruz. ¿De qué tamaño es el daño recibido y cuál es ya, el acumulado por el gobierno actual? ¿A cuánto asciende el total-total de deuda pública estatal y municipal? ¿Dónde están los miles de millones de pesos presupuestados y desaparecidos? ¿Y los resultados de la entrega recepción? ¿Cuántos despedidos y nuevos contratados van? ¿Renovar o autorizar más concesiones y privatizaciones, para beneficiar a quienes?
¿Cuál es el costo de la reestructuración de la deuda? ¿Es obligatorio sostener a funcionarios ineptos o mediocres con ofensivos supe sueldos y beneficios especiales?

Siguen aumentando deuda pública…

Definitivo informarse para saber; para atender y resolver, bien y a tiempo. Prioritario rescatar la capacidad institucional,  para atender y resolver innumerables problemas y  crecientes necesidades sociales. Urgen  eficiencia y anticipación, actualizar y cambiar estrategia y políticas, empezando por una estricta revisión y evaluación de sus efectos.
Los negocios de reestructuración y  sobreendeudamiento, merecen comentario aparte.
-Academico.IIESESUV @RafaelAriasH,Facebook:VeracruzHoydeRafaelAriasH