Jóvenes con sobrepeso y obesidad son quienes más consumen productos light, como es el caso de bebidas cuyos argumentos publicitarios aseguran no causar ningún efecto nocivo a la salud; sin embargo, una investigación de Paulina Elena Viveros Watty, egresada del Doctorado en Ciencias de la Salud de la Universidad Veracruzana (UV), supone lo contrario.

La egresada de la Licenciatura en Nutrición de la UV, comentó que ante la falta de estudios en México que corroboraran los beneficios o afectaciones al organismo y la incidencia del consumo dentro de este sector, desarrolló el proyecto titulado “Efectos adversos del consumo de bebidas light o endulzadas con edulcorantes artificiales en jóvenes con sobrepeso y obesidad”.

Subrayó que sólo hay una investigación enfocada en pacientes con diabetes, en el que se detectó que de 150 personas tratadas, el 96 por ciento consumían edulcorantes artificiales. En este sentido, la Norma Oficial Mexicana (NOM) 008-SSA3-2017, en el apartado sobre el tratamiento de sobrepeso y obesidad, recomienda el uso de edulcorantes artificiales, incluso algunos nutriólogos sugieren consumir refrescos light y Splenda en lugar de azúcar.

Por lo anterior, dicho estudio pretende impactar en este aspecto, pues además plantea que no se puede asegurar que sean totalmente dañinos, ya que hay investigaciones que establecen lo contrario.

Respecto al desarrollo del tema, señaló que el año pasado se realizó la aplicación de 700 encuestas y un muestreo a 45 estudiantes de la región Veracruz, de los programas educativos (PE) de Bioanálisis y Psicología, adscritos al Área Académica de Ciencias de la Salud, pues se sabe que en esta zona hay una mayor ingesta de ese tipo de bebidas.

Explicó que en el muestreo se formaron dos grupos; a uno se le permitió continuar su dieta normal, mientras que al otro se le impidió consumir refrescos.

Después de tres meses, el resultado arrojó que quienes dejaron de tomar bebidas light disminuyeron en un cuatro por ciento su peso inicial, y además bajaron sus niveles de colesterol, glucosa y triglicéridos.

Como parte del cuestionario, se les preguntó qué tan frecuente era su consumo de esos líquidos, ya sea simples o con edulcorantes artificiales. Al final se supo que el 30 por ciento de alumnos consumen refrescos una vez al día.

“Vimos que las bebidas light tienen un efecto sobre los niveles de glucosa, colesterol e insulina; es decir, cuando se consumen en lugar de disminuirlos, los eleva.”

Por este motivo, consideró necesario avanzar en el estudio de este tema pues algunas bebidas están conformadas por edulcorantes y azúcar.

Además, no siempre es un solo edulcorante, ya que pueden contener sucralosa (endulzante artificial que deriva del azúcar pero no se digiere de la misma manera) como Splenda y aspartame.

La nutrióloga, quien también cursó la Maestría en Ciencias de la Salud de la UV, señaló que aún no se sabe cómo interactúan dichas combinaciones, Por eso se requiere analizar cuáles son las conformaciones de los refrescos más conocidos y qué cantidades de esos edulcorantes artificiales contiene, pues en el etiquetado no se precisa ese dato.

Con relación al muestreo de alumnos, dijo que espera darle continuidad y más adelante realizar estudios fecales para determinar si hay algún cambio en la microbiota intestinal.

Claudia Peralta Vázquez/Prensa UV