Los escritores del Renacimiento, como una forma de poner en tela de juicio todo aquello que se encontraba contradictorio, crearon personajes ficticios, mediante los cuales expresaban lo que pensaban. Al darle voz a la locura, Erasmo de Róterdam, convierte su obra Elogio de la locura en una especie de sátira moral, mediante la cual, se da el gusto de atacar todo lo que considera incorrecto, argumentando que la locura es una suerte de castigo del “saber”, para quienes creen saber.
La representación de la locura en el arte y la literatura otorgan información acerca de los signos y síntomas que retroalimentan la percepción del público, lo que modela los estereotipos que ha creado el propio hábitat de quien tiene un padecimiento mental.
Las representaciones gráficas de la locura se centran en las expresiones faciales y corporales que manifiestan posturas distorsionadas o exageradas, gestos sin sentido, actos absurdos acompañados de representaciones fuera de la razón.
Lo que intenta Erasmo de Róterdam, es indicarnos el camino para perder la inocencia y ver la verdadera apariencia de las cosas; realidad y verdad, que solo son posible ver a través de una mirada humana acuciosa, fuera de la inocencia.
La locura en estos tiempos, como en otros, se encuentra en algunos hombres del poder, en sus actos indebidos, sin razón, solo por el hecho de la venganza y el protagonismo fuera de la realidad, dominados por la soberbia.
Esta estulticia, conlleva al infortunio de algunos pueblos, la ostentación con que actúan los convierte en los bufones de las sociedades. Es ahí en donde el arte del diseño, la literatura, y las obras de teatro han sido el medio contumaz de los hombres del arte, porque precisamente éste, destaca con la visión profunda que alcanza al ver lo que otros no tienen la oportunidad de ver, o lo que el pueblo todo esta viendo y lo satirizan en el espectáculo de la dramaturgia. Shakespeare es uno de los referentes más significativos de ello, sus obras provocaron la rebelión de la consciencia inglesa, que yacía sometida por el establishment de una realeza decadente.
Erasmo de Róterdam, nos vuelve a decir en su obra; “Todo cuanto lleva el necio en el pecho, lo traduce a la cara y lo expresa la palabra”.
La locura conduce a la sinrazón, rodeando de ésta mentira y de horror, los estímulos del miedo de quienes les rodean.
En este punto culminante y decisivo surge lo más inesperado, cuando a los hombres encumbrados, se les desprende todo su poderío que habían tenido con la victoria, y de súbito los hilos de los hados les sueltan y cae de sus manos el poder que creían era suyo. Entonces con ojos ofuscados se turban y arremeten con declaraciones absurdas y desatinadas. Eso sucede a los hombres enaltecidos en la soberbia, que en un lapsus de poder corto la cumbre los precipita al vacío escalofriante de la insospechada derrota.
Sintácticas
De la escritora árabe-hindú Matildranath Torregore, de su obra: Los tañidos de la casa azul:
En la casa de los veinticuatro espejos y las nueve barras, los amantes se aman, porque sus vidas se reflejan en las paredes de la estancia. Se besan y se acarician en intensa fuerza erótica que les posee. Una energía inmensurable les funde en un solo ser, exorbitante y colosal deseo. Ella le susurra con sublime voz; vergustas armor.
De Don Froylán Flores Cancela, en sus “Monólogos y Diálogos”:
En el amor lo demasiado siempre es poco.
Dices la verdad y complicas las cosas.
Todo es capaz de someter a elección al hombre, menos la procedencia.
Incluso la verdad desnuda no se despoja de su antifaz.
Adulador: persona que regularmente, sin nunca decirse, vive mentándole la madre al adulado.
Qué difícil, verdad, es tener fe libre en lo que dudas.
En asuntos de poder, a veces a quien madruga Dios lo arruga.
Del maestro Fierro: Algún día hemos de llegar, después sabremos adónde.
Marie-Elisabeth Hecker. Joseph Hayden: Celloconcert in C. Radio Kamer Filharmonie: