Horacio Franco es el mejor intérprete de flauta de pico del mundo, lo es por terco, porque se empecinó en estudiar una carrera que no existía en México y porque no le importó dedicar su vida a un instrumento que era menospreciado en los ámbitos académicos e intelectuales de la música.

Cuando entró a la secundaria, como millones de adolescentes mexicanos, tuvo que hacerse de una flauta dulce para llevar la materia de música. Ese mismo año, en una de sus clases vio tocar a una pianista. Tras el impacto y la fascinación que le produjeron tener la música tan cerca, supo que ése era su destino y no volvió a despegarse de su flauta.

Cuando entró a segundo año de secundaria fue al Conservatorio Nacional de Música a inscribirse en la carrera de flauta de pico, por supuesto, le dijeron que no existía, que lo más cercano era la flauta trasversa. Entró a estudiar violín pero en su casa siguió tocando el instrumento del que se había enamorado. Le pidió a su maestro, que además era director de una orquesta sinfónica, que lo escuchara tocar un concierto de Vivaldi que había sacado de oído. El resultado fue que a los 13 años estaba dando su primer concierto en el Palacio de Bellas Artes como solista de una orquesta sinfónica.

A los 17 años se fue a estudiar al Sweelinck Conservatorium de Ámsterdam, Holanda, tras cursar la carrera, obtuvo el grado de Solista cum laude. A su regreso a México entró como docente al Conservatorio Nacional, donde un tiempo más tarde fundó la carrera de flauta de pico.

A mediados de los noventa obtuvo una serie de reconocimientos y premios nacionales e internacionales que lo colocan como el mejor del mundo en su instrumento. Es un músico muy activo, da alrededor de 150 conciertos anuales; ha sido solista en numerosas orquestas europeas, americanas y asiáticas. Su repertorio es tan amplio como abierta es mente, lo mismo monta música medieval, renacentista, barroca y contemporánea que colonial latinoamericana, tradicional y popular. En 2002, con Víctor Flores grabó el disco Del Medioevo al Danzón; en 2005, Sones de Tierra y Nube, con la Banda Filarmónica Mixe del Cecam de Santa María Tlahuitoltepec, Oaxaca.

Para cualquiera, eso sería suficiente, para él no, en 1993 fundó el grupo coral Capella Cervantina junto con Sergio Vela, director del Festival Cervantino. Ahí inició otra carrera, la de director de orquesta. La enseñanza es otra de sus pasiones, ha impartido clases magistrales en Europa, Asia, Estados Unidos, Sudamérica, África e Israel, y ha participado en proyectos de educación musical en Inglaterra, Estados Unidos, Brasil y México.

Hay mucho más que decir del flautista, pero mejor conózcanlo personalmente, el próximo martes dará la charla La flauta, de la mágica a la de Hamelín, sobre la que comenta: «En esta charla musicalizada enlistaré momentos de dos obras donde la flauta es considerada un instrumento mágico: en el librero de la Flauta Mágica de Mozart se hace referencia a la magia que la flauta de Papageno, este ser mitad hombre y mitad pájaro que toca al despertar Tamino, y al célebre cuento del Flautista de Hamelín, donde el misterioso personaje hace desaparecer ahogando con el canto de su instrumento a las ratas y después a los niños del pueblo».

La charla —que forma parte de la 29a Feria Nacional del Libro Infantil y Juvenil— será el martes 31 de julio a las 18:00 horas en el Patio Central del Colegio Preparatorio de Xalapa (prepa Juárez). La entrada, por supuesto, será libre, pero lleguen temprano, se va a retacar.



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