En carta abierta enviada a los medios de comunicación, Héctor Yunes Landa desmiente a aquellos que dicen que tuvo mucho que ver en la derrota de José Yunes Zorrilla. Y descalifica a los que aseguran que no hizo nada por José Antonio Meade de quien fue su coordinador de campaña en Veracruz.
“En el pasado proceso electoral tuve la distinción de trabajar por y para el partido, lo mismo como Comisionado Político del CEN del PRI, que como coordinador de la campaña de José Antonio Meade en el Estado. Lo hice con absoluta lealtad a mi partido y con esta convicción me entregué a la tarea asignada, sabiendo que prevalecía un escenario sumamente adverso, condicionado por el fenómeno electoral que representaba el actual presidente electo y la maniobra del gobierno estatal por llevar a cabo una reelección disfrazada” dice en una parte de su misiva.
Más adelante agrega: “Agradezco la confianza que el candidato Pepe Yunes me obsequió en todo momento. Asistí a todos los eventos a los que fui convocado, como el arranque y el cierre de su campaña, el debate en el museo de Antropología y a todos los eventos que Pepe Meade, junto con Pepe Yunes, encabezaron en Veracruz durante la precampaña y la campaña de ambos”.
Aquí sería bueno saber si tanto Pepe Yunes como José Antonio siguen confiando en él. Personas cercanas a los ex candidatos aseguran que éstos se sienten defraudados con Héctor y algunos van más lejos al manifestar que los traicionó.
“A pesar de ello hay quienes, sin haber movido un dedo en favor de nuestros candidatos -y escudados en el más cobarde anonimato- han difundido cuestionamientos a mi lealtad y a mi desempeño en el proceso electoral que recién concluyó”.
No creo que nadie se esté escudando en “el más cobarde anonimato” porque prácticamente todos los priistas cuestionan su lealtad y su pobre desempeño a favor de los abanderados tricolores. “Héctor hizo como que hizo y no hizo nada; se la pasó chantajeando y llevando agua a su molino”, dicen. ¿Nombres? Héctor debe saber quiénes lo están acusando.
“En favor de la unidad interna del PRI, debo señalar de manera enfática que no moví un solo voto en contra de mi Partido…”.
Qué bueno, pero ¿cuántos votos movió a favor del PRI?
“A mis detractores y a quienes comparten conmigo tareas y proyectos les quiero decir que no me van a detener. Seguiré haciendo política y seguiré creciendo, porque esa es mi vocación. Porque sigo convencido de que Veracruz vale cualquier esfuerzo”.
Y sentencia:
“El PRI, el Partido al que representaré en la próxima Cámara de Diputados, seguirá siendo mi casa porque ahí me formé y ahí he tenido la fortuna de desempeñar los más diversos cargos de la administración pública y de representación popular… Como siempre, estaré donde Veracruz y el Partido me necesiten”.
Un distinguido priista me dijo sin tapujos que Héctor no se irá del PRI… por ahora. Pero por sanidad, el partido debería correrlo. “Si según él Veracruz lo necesita, el PRI ya no. Héctor nunca ha servido al PRI; se sirvió de él. Y se siguió sirviendo en el proceso electoral mientras los verdaderos priistas se partían el alma por Pepe Yunes y José Antonio Meade. Ojalá se vaya”.
Duras palabras las de este priista, pero lo verdaderamente importante, lo sustantivo, no es que Yunes Landa quiera convencer a los demás de que actuó con lealtad, sino que se convenza a sí mismo.