Este domingo, el Gobierno del Estado de Oaxaca, a través de su Secretaría de Seguridad Pública, anunció medidas para frenar la inseguridad que existe en la zona limítrofe con Veracruz.

El anuncio de dicha dependencia del gobierno oaxaqueño va en el sentido de que se reforzaría esa región, con el apoyo de la Secretaría de la Defensa Nacional, y de los ayuntamientos locales.

De entrada, elementos policiacos incrementaron su presencia en dos municipios de Oaxaca, San José Cosolapa y Acatlán de Pérez Figueroa.

El objetivo es la disuasión y vigilancia, se dijo; aunque trascendió que van por los responsables del incremento en la actividad delincuencial, particularmente en lo que se refiere al robo de combustible.

Oaxaca, sin embargo, no es el único estado en redoblar la vigilancia en las zonas limítrofes con Veracruz; prácticamente todas las entidades que colindan con la veracruzana han hecho lo propio, y lo mismo ocurre con la administración de Miguel Ángel Yunes Linares.

En Tlaxcala, estado cercano a Veracruz, aunque sin límites comunes, el gobernador Marco Mena Rodríguez (PRI) declaró, al finalizar marzo del presente año, que el incremento en el índice delictivo de su estado obedece a los problemas de inseguridad en dos entidades vecinas, Puebla y Veracruz.

Aseguró que el robo de combustible que se registra en Puebla, así como el tema del traslado de la droga en Veracruz son factores que influyen en un incremento en los índices delictivos en Tlaxcala.

En Hidalgo, estado que limita con la Huasteca Alta de Veracruz, también se han extremado medidas de vigilancia en esa zona; en Huejutla, por ejemplo, los operativos de vigilancia son casi permanentes en ese punto, que colinda con Chalma, Veracruz.

Ocurre lo mismo en Tabasco: desde marzo de 2017, los gobiernos de esos dos estados anunciaron el combate conjunto a la delincuencia, para disminuir los índices delictivos en la zona limítrofe. De hecho, el gobernador veracruzanos anunció hace más de un año que los trabajos de seguridad incluirían el intercambio de información entre las dependencias del ramo; la participación del Centro de Investigación de Seguridad Nacional en las estrategias; y una mayor vigilancia y patrullaje en carreteras y autopistas.

Al otro extremo de la geografía veracruzana, en Tamaulipas, las autoridades determinaron hacer lo propio; desde el inicio del presente año, el vicealmirante Luis Felipe López Castro, entonces  secretario de Seguridad Pública de dicha entidad, anunció que se reforzaría la vigilancia en tres municipios tamaulipecos: Tampico, Ciudad Madero y Altamira.

Señaló que el incremento de la violencia en el norte de Veracruz obligaba a reforzar la vigilancia, con más elementos y con la operación de cámaras de videovigilancia.

En esa zona de la Huasteca, municipios veracruzanos como Pánuco, Tampico Alto, Pueblo Viejo, Naranjos y Tantoyuca son considerados como focos rojos en materia de inseguridad.

En San Luis Potosí, los operativos son también permanentes en los límites con Veracruz, al igual que los puestos de revisión en los que participa la Secretaría de la Defensa Nacional.

En municipios potosinos como Tamuín, Ébano, Tanlajás y San Vicente Tancuayalab también se ha reforzado la seguridad; de hecho, todos los estados que colindan con Veracruz han extremado sus medidas de vigilancia.

La inseguridad, la violencia y la operación de bandas delincuenciales no son problemas que se registren exclusivamente en Veracruz; se trata de fenómenos nacionales que afectan a casi todas las entidades del país, en diferente proporción. Lo cierto, es que las zonas limítrofes han sido consideradas, por años, focos rojos en esa materia. @luisromero85