Son de historias-15
E-Mail de Pamela a Santiago
Sábado 7 de julio 2018
Ciudad de México
Querido Santiago, no he podido avisarte con tiempo que no te veré mañana domingo, ya que tuve que empacar maletas para trasladarme a la Ciudad de México, porque así me lo pidió la Doctora Bremer, para revisar juntas los textos con los que participaremos en la conferencia en el ITAM sobre La importancia de la Sociología en la Toma de Decisiones en la Política, Principios Filosóficos del Estado de Derecho. El miércoles próximo tomamos el café en el Café de Briones.
Me preguntabas esta semana cuando baje del auto sobre el daño moral y la corrupción económica de la rectora Sara Ladrón de Guevara a la Universidad Veracruzana, nuestra querida Alma Mater. El daño es grave, Sara manipuló ante intereses mezquinos la consciencia del colectivo universitario, en aparente interés por recuperar los recursos económicos, burlados a la Universidad por el gobierno anterior, fue una farsa de la rectora y sus cercanos colaboradores. El objetivo real de Sara fue denostar al corrupto Javier Duarte, para favorecer la tendencia electoral para el candidato de Acción Nacional a la gubernatura de Veracruz, incrementando la inconformidad de los veracruzanos. Esa fue su aportación, esa fue su tarea con el PAN, para que posteriormente ella fuera respaldada para otro período rectoral. Condicionó la imagen y la moral de la Universidad y de los universitarios a su interés personal y permitió la intromisión directa de académicos en la campaña electoral, e intentaron enmascarar su participación proselitista con la elaboración de un falso Programa de Gobierno, entre ellos Francisco Montfort Guillén, quien se prestó a este juego malévolo para obtener beneficios personales, que no para la Universidad, y he ahí la falta a la moral. El cinismo con que actuaron es parte de su ambición desmedida. Indujeron y movilizaron a las calles a cientos de universitarios que en ese momento, no percibían lo pérfido y lo ruin de esta canallada. Alienaron a los estudiantes y a los académicos a una falsa realidad imaginaria paralela a sus objetivos. La multitud universitaria lo tomó como real, cuando obviamente no lo era, esto es un ultraje, porque siempre se había confiado precisamente en la moral universitaria de los rectores, de la cual Sara carece. Ahí están las notas periodísticas de todo ello.
Ya instalado el nuevo gobierno 2016, 2018, éste no aportó los recursos suficientes, por los cuales Sara simulaba demandar. Logró en ese momento atraer la atención de los veracruzanos, con la dramatización de la ficción de la exigencia del derecho inalienable de la Universidad de sus fondos económicos.
Mintió, no le preocupaban ni le preocupan los intereses universitarios, se procuraba ella. Valiéndose del cargo, convirtió esta necesidad económica urgente de nuestra máxima casa de estudios, en un sombrío y profundo insulto a la grandeza de la Universidad Veracruzana y al pueblo de Veracruz.
A lo que promovieron como Programa de Gobierno, no se vio en acciones tangibles, ni en la infraestructura carretera, ni en otras obras, ni en el desarrollo, ni en estrategias económicas, ni en el bien social o de una dinámica del sistema financiero que sentara las bases para la fortaleza económica. Entre muchas otras cosas, se le negó al pueblo de Veracruz la estabilidad social, la violencia, drama terrible para los veracruzanos, entre ello, los feminicidios, estos continuaron su fúnebre presencia. Veracruz tiene una lamentable segunda alerta de genero, destacando a nivel nacional, en donde Veracruz se encuentra entre los tres estados de mayor violencia, entre Guerrero y Tamaulipas. Nunca salió o a salido la rectora a las calles a exigir los dineros de la Universidad y la atención urgente a la alerta El señor Monfort tampoco. Acomodados como están, en oficinas y cargos en donde pretenden blanquear el pago de su complicidad. Con su silencio, lo confirman, porque reciben un alto salario por haberse prestado a esta trama, la trama de haberle puesto precio a la manipulación universitaria.
El daño moral y la corrupción a la Universidad Veracruzana, no tiene precedente, querido Santiago. Recuerdas aquella mañana que tomábamos el café en el Café la Flor, en la calle Barragán, y te molestaste, con tu enrojecido rostro, me dijiste que era el colmo, cuando leíamos la nota en los diarios del desvío de 551 millones de pesos de los dos mil trescientos treinta y ocho millones que recibió la Universidad Veracruzana en el 2016, de acuerdo a un informe de la Auditoría Superior de la Federación. Pero mayor fue tu enojo cuando nos enteramos estando en la biblioteca de la USBI, de lo que leías en tu Tablet en ese momento, la adquisición de Sara Ladrón y su marido el señor Guillermo Heitler Aroeste de una propiedad de doce millones de pesos en la calle Corregidora, en Xalapa, pagados en dos emisiones en corto tiempo, te acercaste y me dijiste al oído, despacio pero firme: ¡Que poca madre! Volví a ver tu rostro enrojecido, al tiempo que dabas un pequeño sorbo a tu capuchino. Este señor Heitler, me suena a Hitler, Santiago, es un judío hitleriano realizando negocios sucios, así se ve. Recuerda aquello que nos confirmaban nuestros compañeros en Puebla cuando acudimos al Congreso en la Ibero, cuando comíamos en aquel elegante restaurante Entre Tierras; cuando llegó el empresario poblano y nos acompaño a la mesa, nos refirió que el gobernador Moreno Valle hacía negocios indebidos con empresarios emergidos de la noche a la mañana y entre ellos se encontraba el señor Heitler Aoreste, quien hacía inversiones en el centro histórico y los fraccionamientos de lujo en Puebla, un señor al que no le conocían como empresario. Ahí Santiago, seguramente surgió la complicidad de Sara con esa gente que se apoderó de Acción Nacional, se les debe de investigar y en su caso sancionar, la información la tiene la Auditoría Superior de la Federación y Hacienda a través del SAT.
El tiempo los va colocando en la condición de lo que son. Este proceder grotesco y absurdo, por las dimensiones del daño moral y económico a nuestra querida Universidad, tiene la obligación el Consejo Universitario, de formar una Comisión de la Verdad que revise esta agresión que se ha causado, induciendo, promoviendo y manipulando a los universitarios, llevándoles al involucramiento político electoral, de implicaciones deplorables. Las cosas son lo que son querido Santiago, la protesta a estos hechos ya la ha realizado el pueblo de Veracruz el 1º de julio pasado. La humillación y la vendetta a la Universidad y los universitarios deshonrando su nombre y su economía, causando daño lacerante, tiene que atenderse. Quienes lo ejecutaron deben de ser puestos entre los barrotes de la justicia, querido Santiago. La presencia ahora de Sara en los ayuntamientos firmando acuerdos con los alcaldes, es la desesperación en la búsqueda de protección para dar la imagen ante el imaginario colectivo de un halo de compromiso e inocencia. Es simulación. No hay interés verdadero en ello para el bien de la Universidad. Es el camino en donde Sara intenta evitar ser arrojada a la barranca de Hinón.
Santiago, te dejo.
Descansaré para estar temprano con la doctora Bremer.
Nos vemos el miércoles en el café Don justo, y me platicas lo de la señora Clementina Guerrero.
Abrazo.
Sintácticas
En el panteón municipal de Jilotepec Veracruz:
La almas de los justos están en las manos de Dios y no los alcanzará ningún tormento.
De la filosofía del Corán. Suran III-17:
El que se niegue a creer en los signos de Dios, sentirá cuan pronto es pedir cuenta de las acciones humanas.
De Jevs ante la catástrofe social, económica y política en Veracruz:
No podemos deshacer el daño que se ha hecho, pero al menos podemos contar la verdad, aunque cruda, también puede curar la vesania a la que fue sometido el Estado.
Orquesta Sinfónica de Islandia. Wolfgang Amadeus Mozart. Clarinet Concerto en A major, K.622. Allegro-Adagio: