El flamante senador electo, Ricardo Ahued Bardahuil, negó que los legisladores federales de Morena piensen “abrirle la reja” al ex gobernador Javier Duarte de Ochoa y a otros funcionarios duartistas presos por su presunta participación en varios delitos.

Con lo anterior, Ahued acalló el rumor de que Javier Duarte saldrá de prisión apenas llegue AMLO a la presidencia de la República.

Es del dominio público que 2016 Javier Duarte se habría reunido con Cuitláhuac García y le habría entregado millones de pesos a fin de que le hiciera sombra a su acérrimo enemigo, Miguel Ángel Yunes Linares, para que éste no llegara a la gubernatura.

Este rumor, que no se ha podido comprobar, ha sido desmentido una y otra vez por Cuitláhuac. Y si alguien tiene pruebas de esas reuniones sería el propio Javier que de tarugo las dará a conocer en los seis años por venir.

El rumor se acrecentaba cuando AMLO hacía campaña en Veracruz, despotricaba contra los Yunes azules, pero obviaba en sus ataques a Duarte de Ochoa.

Hoy que tanto AMLO como Cuitláhuac ganaron sus respectivas elecciones, el rumor ha vuelto a cobrar fuerza y se dice que en agradecimiento “por los favores recibidos”, el tabasqueño ordenará que se le abra la reja a Duarte para que se vaya del país a disfrutar de los millones que se robó.

Nada más falso.

En primer lugar, eso no se puede hacer porque el futuro titular del Ejecutivo estaría violando la ley. Y en caso de que lo hiciera, Veracruz entero se le echaría encima.

Ahued Bardahuil agregó que la bancada de Morena estará pendiente de que funcionarios que hayan cometido o cometan delitos, sean juzgados conforme a la ley, con lo que dio a entender que los diputados federales que tienen abiertas carpetas de investigación, tendrán que enfrentar a la justicia una vez que pierdan el fuero.

En este sentido, salen sobrando las palabras del futuro senador ya que el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares (que después de la derrota de su candidato a la gubernatura no está buscando quién se la hizo, sino quién se la pague), estará muy al pendiente de que la noche del 31 de agosto o la mañana del 1 de septiembre, los policías ministeriales de la Fiscalía General del Estado, cumplan las órdenes de aprehensión que existen en contra de al menos tres de esos legisladores.

Pero independientemente de las acusaciones penales, uno de esos diputados cometió la burrada de su vida al hacer suyo el pleito de su entonces jefe Javier Duarte, con Yunes Linares, al grado de convertirlo en parte de su existencia.

Nunca creyó que el choleño pudiera ganar la gubernatura y envalentonado ante esa nula posibilidad, se encargó de zurrarlo en redes sociales, desoyendo a la prudencia que le aconsejaba bajarle de volumen a su radio.

Tras el triunfo de Miguel Ángel, este legislador bajó notoriamente su protagónico perfil. Fue entonces que la Fiscalía General del Estado envió al Congreso Federal una petición de desafuero para procesarlo por el desvío de varios miles de millones de pesos.

Como ha sido costumbre desde siempre, el PRI mandó a la congeladora la petición de la FGE con lo que alargó los meses en libertad del legislador.

Pero el fuero tiene como fecha de caducidad el 31 de agosto y a partir del 1 de septiembre quizá comience su calvario. Si huye será prófugo de la justicia y si no huye puede ser detenido.

Si este individuo es aprehendido y encontrado culpable de los cargos que le imputan, puede pasar varios años en prisión donde tendrá tiempo de sobra para darse cuenta que tan pésima idea es disponer y desviar dinero público, como comprar pleitos ajenos.

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