Uno de los políticos con más suerte en la entidad lo es el panuquense Ricardo García Guzmán, ex contralor del estado durante el gobierno de Javier Duarte.
Es fama que don Ricardo ha hecho de la traición un estilo de vida que le ha dado excelentes resultados. Traicionó a Miguel Alemán, a Fidel Herrera y al propio Duarte.
En su columna del 11 de octubre del año anterior, el periodista Armando Ortiz dice de don Ricardo: “García Guzmán para llegar bien con Fidel traicionó a Alemán y a los alemanistas; para llegar bien con Duarte traicionó a Fidel y a los fidelistas; para llegar bien con Yunes Linares traicionó a Duarte y a los duartistas; ¿qué sigue? Si el gobierno de Yunes Linares no se prolonga y García Guzmán ve que la balanza se inclina hacia el PRI o hacia Morena, traccionará a Yunes Linares y se irá con el ganador”.
Para el registro quedaron los videos donde el entonces candidato Miguel Ángel Yunes Linares, lo acusó de ser tapadera de Duarte y prometió llevarlo ante la justicia junto con sus hijos Ricardo y Rodrigo García Escalante, a los que señaló de tener nexos con delincuentes.
Pero también quedaron para el registro fotos y videos donde el mismo Miguel Ángel aparece sonriendo junto a los tres en una de sus primeras visitas a Pánuco, ya como gobernador.
De Tempoal hacia arriba del mapa veracruzano, no hay mortal que no sepa que los García Guzmán Escalante se han adueñado de Pánuco y lo han hecho su coto de poder. “Aquí hasta el sol les pide permiso para salir” me dijo con ironía un habitante de esa sufrida ciudad.
Bajo esa férula familiar, Pánuco se ha convertido en escenario de asaltos, balaceras, levantones, secuestros y ejecuciones ante la pasividad de las autoridades que simplemente miran hacia otro lado.
Decepcionados de Yunes Linares que terminó siendo amigo de la familia, los panuquenses se valieron de las urnas para ver si así logran vencer a los hermanos García Escalante que compitieron como abanderados del PAN por las diputaciones local y federal. Y puede que lo logren.
“Desde antes que comenzaran las campañas han corrido como agua dos cosas en Pánuco: dinero para comprar votos a favor de los García Escalante y amenazas directas sobre quienes se niegan a votar por ellos” me dijo un candidato de la oposición hace unas semanas.
Pero con todo y su miedo los panuquenses salieron a votar y al parecer le van a dar vuelta a la tortilla al menos en la elección a diputado local. La diferencia entre Rodrigo García Escalante con el candidato de Morena, Baltazar Avendaño, es de menos del uno por ciento, por lo que habrá recuento de votos.
Por su parte, Ricardo García Escalante que busca la diputación federal obtuvo 46 mil 31 votos, por 42 mil de su rival de Morena. Con 4 mil 31 votos de ventaja, ¿ya saltó las trancas este joven? No, aún no. La oposición está pidiendo recontar los votos y que se dé curso a un rosario de acusaciones por violaciones a la ley electoral.
Los panuquenses no se desmoralizan. Dicen que si ambos hermanos llegan a ocupar una curul, ven muy viable su desafuero gracias a la mayoría de escaños que tendrá Morena tanto a nivel federal como estatal.
“Si ni el PRI ni en PAN quisieron ayudarnos a denunciar a estos sujetos y llevarlos ante las autoridades, estamos seguros que los legisladores de Morena sí lo harán”, indicaron.
¿Se acabó la buena suerte de la familia García Guzmán Escalante? Al parecer sí. Y no porque don Ricardo no quiera traicionar a Yunes Linares, sino porque su modus operandi no interesa al futuro huésped de Palacio de Gobierno.
Una fuente cercana Cuitláhuac García, me aseguró que una de sus primeras acciones de gobierno será denunciar al trio ante la Fiscalía General del Estado por la presunción de varios delitos.
Ora pues. A ver si ahora sí es cierto.