La tarde de este domingo Miguel Ángel Yunes Márquez le faltó al respeto a los veracruzanos y le dio una bofetada a la ley electoral, al ofrecer una conferencia de prensa donde se declaró ganador en la contienda por la gubernatura, cuando aún había gente sufragando prácticamente en toda la entidad.

¿Cuál era el plan? ¿Sorprender? ¿A quién quiso sorprender el joven candidato?

Teniendo como fondo una mampara con la leyenda ¡Ganamos todos! ¡Gracias a ti lo mejor está por venir!, el candidato de la alianza PAN-PRD y MC se dijo “emocionado” por su “triunfo” y para ello presentó una encuesta de salida de la empresa Votia que le daba una ventaja de 4.4% sobre Cuitláhuac García.

Éste le reviró casi de inmediato dando a conocer tres encuestas que lo daban a él como parcial triunfador y sentenció: “No vamos a permitir un fraude en esta elección que ya ganamos”.

Horas después José Antonio Meade, Ricardo Anaya, Margarita Zavala, Felipe Calderón, Jaime Rodríguez “El Bronco” y Enrique Peña Nieto reconocieron el triunfo de Andrés Manuel López Obrador.

También supimos que Morena estaba arrasando en ambas Cámaras, que arrasaba en la Ciudad de México, Morelos, Tabasco y Chiapas. Pero poco se decía de Veracruz.

Cerca de las 10 de la noche, un miembro del equipo de José Yunes Zorrilla me dijo que su candidato reconocía que las tendencias no le favorecían y daría un mensaje este lunes después del México-Brasil. Pero en el equipo de Miguel Ángel Yunes Márquez se negaban a aceptar nada que no fuera el triunfo.

Palacio de Gobierno era un hervidero de rumores: “Que el gobernador está lo que le sigue a rabioso. Que está diciendo que o gana Miguelito o gana Miguelito. Que trae loco al presidente del OPLE, Alejandro Bonilla, porque le habla cada cinco minutos. Que no le entra en la cabeza heredarle el puesto a Cuitláhuac”, puro rumor.

Y el PREP lento como tortuga. A las 10 de la noche apenas llevaba capturadas 230 de las 10 mil 595 actas, con una tendencia favorable a Cuitláhuac García.

En el OPLE todo mundo estaba a la espera de que Alejandro Bonilla diera el resultado parcial, pero los minutos pasaban y el Consejero Presidente nomás no asomaba la cabeza. “Dicen que el gobernador lo está presionando para que hable hasta mañana cuando las tendencias favorezcan a su hijo. Porque el gobernador sigue terco en que su hijo va a ganar”. Otro rumor.

Por fin, a las 11 pasaditas Alejandro Bonilla dio a conocer que con base en los resultados del Conteo Rápido, el candidato de la alianza Juntos Haremos Historia, Cuitláhuac García Jiménez, habría ganado la elección a la gubernatura de Veracruz con un margen de entre el 43.9 y el 45.9 por ciento de los votos.

Miguel Ángel Yunes Márquez, candidato de la alianza Por Veracruz al Frente, quedó en segundo lugar al obtener entre el 37 y 38.7 por ciento de los sufragios. Y José Yunes Zorrilla, abanderado de la alianza Por un Veracruz Mejor, obtuvo entre el 13.3 y 14.5 por ciento de las preferencias electorales.

Más o menos como a esa hora, alguien subió a las redes una foto donde se ve al gobernador Miguel Ángel Yunes Linares mirando su celular, con la mano izquierda sobre la frente y una expresión de: “Qué chinga nos pusieron”.

A la una de la mañana de hoy el PREP llevaba capturadas 2 mil 564 actas, es decir, el 24.2 por ciento de las 10 mil 595. La ventaja era para Cuitláhuac García con el 47.3 por ciento. Le seguía Yunes Márquez con el 36.1 por ciento y Pepe Yunes tenía el 13.2 por ciento.

A esa hora aún estaban encendidas las luces en la oficina del gobernador y como contraparte, el salón donde anunció Yunes Márquez su “triunfo”, permanecía solitario y en penumbras. Sólo se alcanzaba a distinguir la mampara con la frase: ¡Ganamos todos! ¡Gracias a ti lo mejor está por venir!

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