La radiación solar y el exceso de calor provocan no sólo daños físicos sino también psicológicos. Hoy más que nunca es momento de que hagamos caso a todos los consejos que existen para cuidar nuestra piel y salud debido a la onda de calor que azota a México.

Así que será mejor que tomemos precauciones porque las intensas temperaturas seguirán durante las próximas semanas y si no existe un cuidado en nosotros los efectos pueden resultar malos.

Consecuencias del calor

El Sol produce un espectro de energía muy importante, que abarca la radiación ultravioleta, primera causa de cáncer de piel y quemaduras; también, es origen de la luz visible, que nos permite ver de día, pero se asocia con trastornos pigmentarios.

Los daños físicos a una alta exposición de rayos solares, producen cáncer y envejecimiento prematuro de la piel, así como degradación de colágeno, alertó Rodrigo Roldán Marín, responsable de la Clínica de Oncodermatología de la Facultad de Medicina de la UNAM en un comunicado de la Universidad Nacional Autónoma de México.

“El sol es el carcinógeno ambiental más frecuente al que se expone el ser humano”, Roldán Marín.

El exceso de calor nos hace tener una baja productividad, agotamiento, falta de sueño y un estado de ánimo irritable, intolerante y agresivo, que afecta el rendimiento normal en oficinas y escuelas, inclusive en las calles, añadió Ricardo Lozada Vázquez, de la Facultad de Psicología.

Además, la exposición continua al sol provoca deshidratación: la piel funciona como barrera y nos protege de todo lo que está afuera del cuerpo, y entre más calor, se evapora más agua de nuestro tejido. Las personas que tienen piel sensible o dermatitis, sufren un daño mayor pues la sudoración irrita aún más la piel.

Consecuencias psicológicas

Por su parte, Lozada Vázquez destacó que el excesivo calor dentro de las áreas de trabajo, y el hecho de que no fluya el aire, “causan irritabilidad, estrés, baja productividad, deshidratación y disminución en la toma de decisiones” y añadió que en las personas con diabetes o altos niveles de azúcar que sufren calambres, éstos se confunden con los golpes de calor.

Prevención

Es importante el uso de bloqueadores solares, sombreros de ala ancha y ropa de manga larga, pero también una adecuada hidratación (de preferencia con agua, no bebidas dulces), espacios ventilados y pequeños descansos en las horas de trabajo.

Así como tenemos el hábito de lavarnos los dientes después de comer, debemos protegernos la piel con bloqueador solar antes de realizar nuestras actividades cotidianas, especialmente en las zonas expuestas como cara, orejas, cuello, escote, brazos y dorso de las manos.

Con información de Muy Interesante