Jilotepec, Ver.- Las familias de las calles Vicente Guerrero y Nicolás Bravo del barrio de San Juan perdieron todo a consecuencia de la inundación provocada por los escurrimientos de los cerros cortados para construir el libramiento Xalapa – Perote.
A pesar de que el agua y el lodo arrasaron con sus enceres domésticos, camas, colchones, electrodomésticos, estufas, ropa, juguetes de sus hijos, fotografías, medicinas, la gente de aquí, del barrio de San Juan está admirada porque la desgracia les llegó de día y no de noche cuando dormían.
Están seguros, y todos coinciden en señalar que si el arroyo “De la India” se sale de su cauce en la noche, entonces habrían muerto porque no les habría dado tiempo de salvar sus vidas, ante la velocidad con que entró el agua a sus casas.
“Si nos agarra dormidos, no la salvamos, no nos damos cuenta, no nos da tiempo de salir porque en uno, dos, tres, cuatro minutos el agua nos llegaba al pecho. A los niños los sacamos cargando” expresaron las familias del barrio de San Juan que perdieron todo.
Un arroyo que apenas mide un metro y medio de ancho se desbordó ante los miles de litros de agua que escurrieron de los cerros cortados por la empresa Concesionaria Autopista Perote – Xalapa SA de CV (COPEXA) encargada de construir el libramiento.
Las familias de este barrio acusaron que desde hace ocho años cuando construían el libramiento y dinamitaron los cerros, ellos advirtieron a las autoridades del gobierno federal y estatal que el agua de los cerros les iba a escurrir y se inundarían.
“Pero como siempre, al pueblo no lo oyen. Nadie nos hizo caso y mire nos quedamos sin nada” exclamaron los vecinos mientras sacaban el lodo y sacaban montones de ropa, libros mojados, sillones y colchones para echarlos después a un camión de volteo para llevarlos a un basurero.
Verónica Huerta/Avc