Córdoba, Ver.- Pobladores de los municipios de Omealca y Cuichapa se encuentran desesperados ante el intenso olor a gasolina que emanan las aguas del río Blanco que atraviesa esta zona.

El fétido olor ha causado malestar entre la población como dolores de cabeza, mareos y vómitos, por lo que exigen a las autoridades atender el escurrimiento de hidrocarburo en el afluente.

Aunque hasta el momento no se ha localizado una fuga cercana, se estima que se deba a los escurrimientos de hidrocarburo en diversos puntos, a causa de las intensas lluvias.

Personal de Protección Civil de Cuichapa aseguró que no existe un riesgo a la población, aunque admitió que en ocasiones el olor es insoportable, principalmente para quienes viven cerca del río.

“La recomendación es que si tienen malestar hay que acudir al médico, desafortunadamente no podemos hacer nada pues está a fuera de nuestro alcance, y no es que existe una toma clandestina que se esté vertiendo directamente al río, deben ser escurrimientos”, abundó.

Miguel Ángel Contreras Mauss/Avc