Se ha vuelto lugar común decir que esta elección es la más importante y competida en la historia del país… habrá que añadir también que es la más violenta. Nunca habían matado o agredido a tantos candidatos o personajes políticos involucrados en las campañas, a grado tal que el gobierno federal ha decidido brindar protección a todos, sin importar si lo solicitaron o no.

Por supuesto las razones son múltiples. Las agresiones no han sido en las mismas circunstancias, ni en las mismas regiones, y aunque pudieran ser casuísticas, estos hechos los debe investigar la autoridad y no ser sólo motivo de especulación de los medios.

El brutal asesinato del candidato a diputado federal por el distrito electoral uno de la Coalición PRI-PVEM y NA en Coahuila, Fernando Purón, registrado por una cámara de seguridad, muestra el grado de impunidad que hay en estos casos. El ex alcalde había salido de un debate en la sede de la Universidad de Coahuila cuando fue ultimado a quemarropa en presencia de una decena de personas.

Con el homicidio de Fernando Purón Johnston, ya suman 112 los políticos asesinados en el actual proceso electoral en México, según el indicador de violencia política de la consultora privada www.entellekt.com; no obstante, son más de 400 agresiones a políticos y candidatos desde septiembre de 2017.

De 112 asesinatos, 28 eran precandidatos y 14 más candidatos a puestos de elección; el resto corresponde a alcaldes, ex alcaldes, regidores, militantes, dirigentes, ex regidores, diputados, síndicos y ex síndicos; en este periodo, otros 127 políticos han recibido amenazas y actos de intimidación, de los cuales, 73 son candidatos y 16 precandidatos.

De hecho, el diez por ciento de los municipios del país son escenario de algún crimen; políticos de todas las entidades han sufrido intimidaciones y amenazas, ataques a familiares, agresiones con armas de fuego, físicas, asaltos con violencia. Todos los días conocemos un nuevo caso.

El informe de la consultoría es un recuento del panorama más anormal que se ha visto en unos comicios federales: comparado con las elecciones federales de 2015, el número de asesinatos de candidatos y precandidatos entre septiembre de 2017 y mayo de 2018 representa un 385% más: 112 asesinatos en este periodo, contra 21 de 2015.

De los 112 asesinatos cometidos contra políticos y aspirantes a cargos de elección popular, 83% han sido ejecuciones “con el sello característico del crimen organizado”, advirtió la consultoría. A esta cifra hay que sumar 44 atentados contra familiares de políticos.

Los estados de Guerrero (23), Oaxaca (19), Puebla (13) y Veracruz (8) son los que registran un mayor número de agresiones, señaló el indicador. En nuestro estado, una de las más graves fue la “sugerente” advertencia en contra de la ex Presidenta del Congreso local Octavia García allá en Pánuco, luego de que arrojaron la extremidad cercenada de una persona al garaje de su casa.

¿Por qué están sucediendo estos homicidios? ¿Cuál es la historia personal de las víctimas? ¿A quién lastima su trabajo -en el caso de Purón, limpió Piedras Negras de delincuencia organizada- o sus aspiraciones? ¿Se trata de ataques dirigidos a los abanderados o la intención perversa de generar miedo e incertidumbre entre la población, por lo que las víctimas sólo serían el daño colateral?

Apenas la noche de este lunes, diversos medios de comunicación dieron cuenta de que sujetos armados perpetraron un atentado a tiros en contra del candidato del PRI a la alcaldía de Santiago Tangamandapio –para mayor referencia, es la tierra de Jaimito el Cartero- Miguel Amezcua Manzo, quien afortunadamente resultó ileso del ataque.

La creciente violencia que ha vivido el país en la última década por fin alcanzó a las campañas políticas; lo que antes se sugería como una intervención sólo a través del financiamiento de campañas, hoy la delincuencia ha entrado al escenario político-electoral a sangre y fuego, sustituyendo a la democracia por las balas. Matar adversarios políticos se ha convertido en un peligroso “negocio” y modus operandi que tiñen de rojo a toda la contienda federal y a los comicios estatales y municipales.

Y lo peor podría estar por venir.

Las del estribo…

  1. El litigio en contra del ex Fiscal General del Estado, Luis Ángel Bravo Contreras, se presenta harto interesante. Se trata de un buen abogado con mucha experiencia como litigante que sabrá cómo defenderse. Que lejos quedaron los días en que lograba imponer magistrados y jueces a su antojo. Hoy que ha iniciado la temporada de lluvias, los sapos no dejan de croar en Pacho Viejo.
  2. Y mientras la disputa entre el gobierno estatal y el Ayuntamiento de Xalapa continúa para decidir dónde serán capacitados los nuevos policías municipales, las ejecuciones sigue por doquier; tan sólo ayer hubo múltiples ejecuciones en Las Choapas, Minatitlán y hasta Ixtaczoquitlán. Hay de prioridades a prioridades.