Estamos poniendo orden en la Comisión Municipal de Agua Potable y Saneamiento de Xalapa (CMAS), afirmó la directora de Finanzas, Patricia Ortega Pardo, al dar a conocer que de enero a abril el organismo operador logró un ahorro patrimonial de 45 millones de pesos respecto del mismo periodo en 2017, recursos que serán utilizados para nuevo equipo tecnológico, reparación y rehabilitación de las instalaciones.

“Estamos limpiando la casa y barriendo desde adentro. En primer término, la instrucción del presidente municipal, Hipólito Rodríguez Herrero, de disminuir los salarios de los funcionarios de primer nivel, nos permitió restringir excesos: se acabó el pago a celulares, vehículos, gasolina”.

En comparativo de recaudación de ingresos, 39 millones más respecto de 2017, incremento de 22 por ciento. Egresos, en comparativo, se ha erogado 6 millones de pesos menos, es decir, un ahorro de 4 por ciento.

“Como resultado, el ahorro patrimonial, al mes de abril, fue incrementado en 45 millones  870 mil pesos, dinero que necesariamente tendría que ir a gastos de inversión, para renovar parque vehicular, sistema informático (no nos dejaron computadoras, trabajamos con las nuestras), rehabilitación de áreas como informática, lecturas, protección civil, entre otras”.

Explicó que este ahorro fue derivado de un proceso de revisión de las irregularidades detectadas en el dictamen de la Entrega-Recepción 2014-2017, y un análisis profundo del estado en el que trabajaban todas las áreas de la CMAS.

Cadena de irregularidades

La principal fuente de ingresos del organismo operador del agua de Xalapa es el cobro por el servicio: La lectura de los medidores determina el monto de los recibos de las más de 154 mil tomas en el municipio, por lo que se requiere de recurso humano suficiente para registrar, capturar, generar y repartir igual número de recibos a los usuarios.

“Y lo que llegamos a encontrar al área fueron 27 personas hacinadas en un espacio de unos cuantos metros cuadrados, sin ventilación, tres computadoras de las cuales sólo una servía para vaciar las 300 lecturas que cada uno de los lecturistas tiene que registrar diariamente a mano, pues no tienen equipo tecnológico”.

Si se mide mal –agregó– se cobra mal, y desde origen tenemos un problema que genera una cadena de errores. “El éxito de cualquier institución es el recurso humano, y su calificación. Aquí tenemos gente valiosísima, el recurso material quizá no está actualizado, pero el recurso tecnológico es primitivo”.

Recordó que en administraciones pasadas se adquirió 13 equipos para la lectura digital del medidor, “de los cuales sólo quedan dos, y miden de más, entonces como si no tuviéramos ninguno”.

En ese sentido, y atendiendo la importancia del área de lecturas para todo el proceso de facturación, consultaron a expertos y en breve se adquirirá tabletas digitales para que los 27 lecturistas registren y en tiempo real se ingrese a los servidores de facturación. “La lectura es la base, si esto está mal, todo lo demás empieza a estar mal”, insistió.

Mesas de atención ciudadana

La Directora de Finanzas de la CMAS señaló que otro de los problemas que encontraron fue la facturación, cuyo sistema tiene casi nueve años sin ser actualizado y dentro del contrato, cualquier modificación o actualización que necesite la administración para actualizar fórmulas o realizar ajustes se cobra.

Cuando brota el problema grave de la facturación, coincide con la llegada de la administración del presidente municipal, Hipólito Rodríguez Herrero, ya que el personal de CMAS programó el corte el 15 de diciembre, por lo que ese recibo llegó muy barato.

Lo grave fue en el segundo recibo, que llegó con una lectura de 45 días de consumo, es decir, que hubo consumos que excedieron las tarifas fijas populares y, al excederse se cobró por metro cúbico, disparando los recibos en muchos casos en miles de pesos.

“Cuando llego en marzo a la Dirección de Finanzas, era tan explosivo el tema que recomendé abrir de inmediato mesas de atención ciudadana y que los usuarios tuvieran las puertas abiertas”.

La primera se instaló del 21 de marzo al 30 de abril, en la que se atendió a 750 usuarios, de los cuales se ajustó un monto de 699 mil pesos a 566 usuarios; los usuarios restantes que aclararon, pagaron 361 mil pesos. Asimismo, se realizó 184 inspecciones domiciliarias para revisión de medidor y fugas de agua, detalló.

Del 15 al 31 de mayo se abrió una segunda mesa de atención en la que se atendió a 247 usuarios, que tras el ajuste de tarifas pagaron 221 mil 344 pesos, y los que tuvieron aclaración, 129 mil pesos; además se realizó 95 inspecciones.

Además, dio a conocer que comenzó a integrarse un padrón de los micronegocios que están dados de alta con tarifa comercial pero que en la mayoría de los casos son familias que ponen una antojería en la puerta de su casa o en el interior de su sala, “casi no consumen agua, eso lo estamos actualizando”.

Ortega Pardo dijo que cerraron junio con el rediseño de 11 mil facturas y sólo tendrían un remanente por ajustar de menos de 10 por ciento, “con la inclusión de las tabletas y el nuevo sistema informático, en breve podremos abatir este rezago”.

Facturación, obsoleta

La Directora de Finanzas señaló que el sistema electrónico de facturación es obsoleto, ya que data de 2009, y nunca ha sido cambiado debido al contrato, pues cualquier modificación o actualización cuesta a la CMAS una importante cantidad de dinero.

“Actualmente estamos capacitando a la gente de informática en los sistemas de open source, o fuente abierta, para evitar los sistemas comerciales, convencionales, y virar a un enfoque más acorde con la actualidad”.

En este sentido, informó que contrataron a dos desarrolladores, uno de los cuales con experiencia en sistemas bancarios, y a siete programadores, para diseñar y crear un nuevo sistema de facturación”.

Finalmente, dijo que al actualizar desde cero el sistema y las bases de datos, acorde con las necesidades actuales de la institución, podrán mejorar el trabajo en áreas como Nómina, introducir y modificar cálculos y fórmulas, vincular en tiempo real la toma de lecturas. “Un sistema civilizado, funcional y práctico”.