Selene Hernández Sánchez, estudiante de tercer semestre de la Maestría en Ciencias Biológicas de la Facultad de Biología de la Universidad Veracruzana (UV), expresó que hacer movilidad estudiantil –nacional o internacional– enriquece a nivel académico y personal.

Desde que inició sus estudios de licenciatura, Selene tuvo la intención de hacer movilidad, pero nunca pudo hacerlo porque “no me puse bien las pilas para tener un buen promedio”. Ahora que cursa el posgrado pudo hacer realidad una de sus metas.

“Esto enriquece nuestra formación, además como estudiantes podemos contribuir a crear lazos académicos entre las instituciones. A nivel personal, es una experiencia que nos hace madurar.”

Es la primera vez que Selene sale del país y lo hizo para participar en el Programa de Conservación de Murciélagos en Argentina (PCMA), en San Miguel de Tucumán.

Recordó que estaba indecisa entre ir a Costa Rica o Argentina, las dos eran buenas; sin embargo, en Costa Rica se desarrollan más proyectos ecológicos, mientras que su investigación se enfoca en cuestiones sociales, a través de su trabajo intitulado “Percepción ecológica hacia los murciélagos por parte de la comunidad de Chahuapan, Veracruz”, para conocer la percepción social sobre los murciélagos.

“En Argentina se desarrolla un programa de conservación para los murciélagos, se enfocan en el conflicto murciélago-humano, por ello el comité, mi director de tesis y yo decidimos que convendría más la movilidad en Argentina.”

“Fue un poco complicado, tuve que tocar varias puertas y enviar muchos correos electrónicos, me sentí presionada porque antes de iniciar el tercer semestre debería tener la carta de aceptación.”

Finalmente, dijo que encontró una página de internet y estableció contacto con un investigador del PCMA que trabaja en colaboración con la Fundación Miguel Lillo, donde desarrollan actividades 106 investigadores y becarios de la Universidad Nacional de Tucumán y del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, resultado de diversos convenios celebrados entre dichas instituciones. Los resultados son publicados en la serie de revistas y monografías que pública la fundación desde hace más de 50 años.

La estancia estudiantil duró tres meses –del 2 de marzo al 4 de junio–, y tuvo como finalidad complementar y enriquecer su tesis con las investigaciones que se desarrollan en el PCMA.

Además, en mayo tuvo lugar el 9º Congreso Nacional de Murciélagos, en Córdoba, Argentina, donde mostró su trabajo de investigación y colaboró en algunas actividades del evento académico.

Actividad laboral determina temor a los murciélagos

Desde niña Selene sentía gusto por los animales, pero los murciélagos le daban miedo pues pensaba que le chuparían la sangre. Después ingresó a la Facultad de Biología, conoció más sobre esta especie y entendió los servicios ecosistémicos que brindan: dispersores de semillas, controladores de plagas, entre otros.

Entonces, ¿por qué una especie que brinda tantos servicios es mal vista por las personas? “Mi director de tesis me entregó información sobre una comunidad en el municipio de Catemaco, donde hay abundancia de murciélagos y las personas están conscientes de los beneficios que les traen, los perciben de forma positiva”.

Para conocer y cambiar las percepciones, Selene inició una investigación y como primer paso elaboró un listado de las especies existentes en la zona. En total se registraron 12 (dos más que las registradas con anterioridad) y una de ellas es el murciélago magueyero, el cual es responsable de polinizar el agave que produce el tequila.

“Mi trabajo consistía en hacer encuestas a los pobladores para averiguar el conocimiento que tienen sobre los murciélagos y a partir de ello conocer sus percepciones. Ahora estoy en el análisis de esta información.”

Hasta el momento y de acuerdo a los datos analizados, encontraron que la actividad laboral que desempeñan las personas tiene relación directa con la percepción sobre los murciélagos.

“Si las personas se dedican a actividades del campo tienen una opinión positiva sobre estos animales, pero cuando se trata de una actividad urbana, tienen una imagen negativa, especialmente las amas de casa. Otra variable que estamos incluyendo es la edad, vemos que, en comparación con los jóvenes, las personas mayores tienen una percepción más positiva”.

Paola Cortés Pérez/Prensa UV