Uno de los más altos momentos de la institución fue ser elegida por Pitol como su casa, expresó Édgar García Valencia, director de la Editorial UV

La Universidad Veracruzana (UV) es lo que es gracias y de manera decisiva a la presencia, la actividad creadora y el legado de Sergio Pitol, afirmó Sara Ladrón de Guevara, rectora de esta casa de estudios, al dar la bienvenida al homenaje “El arte de una vida”, que la institución “le rinde a uno de sus grandes constructores”.

Este lunes 28 de mayo, en el Auditorio “Alfonso Medellín Zenil” del Museo de Antropología de Xalapa (MAX), la funcionaria destacó que pocas universidades públicas en el país pueden enorgullecerse de contar en sus filas con un escritor de la talla de Sergio Pitol. “La Universidad Veracruzana contó con él, quien decía que no hubiera vivido en Xalapa si aquí no estuviera la UV”.

En el inicio de esta jornada, que forma parte del homenaje nacional que se le rinde al Premio Cervantes de Literatura 2005, se contó con las palabras de Luz Fernández de Alba, profesora del Colegio de Letras Hispánicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ex alumna y amiga personal del escritor, así como de Édgar García Valencia, director general de la Editorial de esta casa de estudio.

Sara Ladrón de Guevara detalló que en 2006 inició la relación más estrecha y fructífera entre Pitol y la UV cuando empezó a “dirigir dos colecciones hoy en día claves en y para nuestra labor editorial y, me atrevo a decirlo con la certeza de que así es, para el mundo editorial de habla hispana: la Biblioteca del Universitario (BU) y Sergio Pitol Traductor”.

Dijo que ambas colecciones son el reflejo de sus gustos, sus inquietudes y sus intereses literarios, y han reafirmado a la Editorial de la UV como una de primer orden en nuestra lengua.

La BU generó beneficios adicionales como la creación de numerosos círculos de lectura que se destinaron para leer la colección y el surgimiento de un “Festival de la Lectura” que abarcó las cinco regiones universitarias.

“En las cinco ediciones de este festival Pitol nos acompañó y en algunas ocasiones estuvieron dos de sus amigos más entrañables: Carlos Monsiváis y Juan Villoro”, comentó la Rectora.

El tercer beneficio es la creación del Programa Universitario de Formación de Lectores y de la Especialización en Promoción de la Lectura, hoy en día integrada al Programa Nacional de Posgrados de Calidad (PNPC) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) con el nivel de competencia internacional, hecho inédito en la vida académica del país.

“En el curso de 2006 a 2016 Pitol terminó convertido en un verdadero y legítimo embajador cultural de la Universidad Veracruzana; para orgullo nuestro, tal papel cumplió al encabezar las delegaciones que nuestra Editorial envió a las ferias del libro de Bogotá, Colombia, en 2009 y de La Habana, Cuba, en 2011; también presidió la semana de la Editorial de la UV en Madrid, España, donde en 2012 se presentaron ambas colecciones.”

Cuando el autor de El arte de la fuga fijó su residencia en Xalapa (1992) pudo reunir todos sus libros que se encontraban diseminados, una biblioteca de 15 mil volúmenes que decidió donar a la UV, a lo que la Rectora manifestó: “Si él se sentía en deuda con esta casa de estudios, la Universidad Veracruzana lo está todavía más por este gesto de generosidad que en breve nos permitirá poner al alcance de todos los miembros de nuestra comunidad y del público lector en general, un verdadero tesoro bibliográfico, sin duda la posesión más apreciada de don Sergio”.

Por su parte, Édgar García Valencia, director de la Editorial UV, consideró que uno de los más altos momentos de la institución fue la distinción que hizo el autor de El desfile del amor, al elegir a la Universidad como su última casa, a partir de 1992.

“Es por eso que nos sumamos, con este acto, a las jornadas del homenaje nacional en su memoria”, apuntó, “con sus académicos y creadores y con una muestra del trabajo editorial que realizó; en este homenaje nos distinguen con su presencia colegas, estudiantes, lectores, críticos y jóvenes investigadores que han encontrado en sus textos el mejor aliciente para la pregunta y el desciframiento”.

En su mensaje, Luz Fernández recordó que conoció a Sergio Pitol primero como su maestro, cuando él impartía cursos de literatura comparada en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y después como su amigo.

Sus autores favoritos eran Chejov y Dostoievski y consideró que, por sus atenciones y modales, Sergio Pitol “era un caballero chejoviano del siglo XIX”.

También mencionó un ejemplo de su modestia “porque Sergio no contaba sus grandes éxitos internacionales”, al explicar que una investigadora francesa le contactó cuando fungía como coordinadora del Departamento de Letras Hispánicas en la UNAM, porque su libro El desfile del amor se había convertido en texto obligatorio para todas las instituciones en el nivel medio superior y “todos los preparatorianos y universitarios que estuvieran estudiando español lo tenían como libro de estudio”.

De hecho recomendó a los jóvenes adentrarse en su obra a partir de dicho thriller policiaco.

En el cierre de su participación, relató además que al día de hoy vive con su marido en la casa que fuera del maestro Pitol en la Ciudad de México, quien se las vendió para poder construir su morada en Xalapa y residir de manera permanente en ella, por lo que su contacto nunca se perdió y se siguieron visitando a lo largo de los años.

Las actividades del homenaje continuaron durante el día con las mesas temáticas Memoria, Lectura y Aficiones. Mañana martes, a las 18:00 horas, se presentarán los libros Sergio Pitol. La novela de una vida. Un ensayo sobre El arte de la fuga, de Riccardo Pace, editado por Anthopos y la Universidad Autónoma de Querétaro, y Pitol. La máscara es el espejo del alma, de Daniel Ayala, publicado por Colofón y la Universidad de Guanajuato.