En el Partido Nueva Alianza se encendieron los focos rojos es; concretamente en las oficinas del diputado Vicente Benítez González, a quien se ubica como el franquiciatario de esa fuerza política en Veracruz.

De acuerdo con algunos candidatos que fueron consultados sobre el curso de la campaña en ese partido, desde el comité estatal y desde las oficinas del legislador local iniciaron una serie de llamadas telefónicas que tuvieron como finalidad convencer a los abanderados inconformes por la falta de recursos, de no renunciar a las candidaturas.

Se trata de un riesgo evidente para el Panal; el problema es que hay un grupo de candidatos del partido que no cree en las promesas de que, ahora sí, fluirán los recursos para sus campañas.

Al iniciar la organización del proceso, en las reuniones con sus candidatos, los representantes de ese partido habrían ofrecido recursos en especie y en efectivo; incluso, trascendió que los abanderados tendrán que entregar números de cuenta de igual número de personas de confianza para enviarles el efectivo.

En total, a cada candidato le ofrecieron una primera ministración de 49 mil pesos.

El dinero, sin embargo, no llegó… o se quedó en el camino.

Lo curioso, nos comentan, es que los candidatos de Panal aparecen en la fiscalización del órgano electoral con un gasto registrado superior a 30 mil pesos cada uno, pero del dinero no se sabe nada. La inconformidad comenzó a extenderse entre los candidatos, que todavía esperan la llegada del recurso.

Algunos, como lo comentamos hace una semana en este espacio, ya amagaron con renunciar a las candidaturas, debido a la falta de apoyo del partido. Es cuestión de días; horas incluso.

Esa molestia por parte de los abanderados del Panal encendió los focos rojos en el partido, decía, y provocó un intento de la dirigencia y de la oficina de Benítez González por calmar las turbias aguas del partido.

A varios candidatos les llamaron vía telefónica para notificar algunos apoyos, playeras, utilitarios y recursos económicos, que deben ser como dos o tres mil pesos. ¿Qué pueden hacer los candidatos de Panal con esas condiciones de precariedad?; el ridículo, sobre todo porque una campaña política, como es sabido, cuesta dinero.

Los candidatos hacen su parte, pero el partido en nada o casi nada les apoya; por si fuera poco, la poca propaganda que les entregaron del comité estatal es genérica, las siglas, el logo del partido y hasta ahí; a su candidato presidencial, José Antonio Meade, ni lo mencionan.

Aun así, la dirigencia formal del partido hace un intento por frenar la desbandada, el éxodo de candidatos. En ese contexto, comenzó una avalancha de llamadas telefónicas desde Panal a sus abanderados a las diputaciones federales, para pedir que  no les vayan a renunciar.

Ganaron tiempo;  pero si los recursos prometidos no llegan a su destino; si Panal y Vicente Benítez no cumplen con los compromisos; y si se fortalece entre los candidatos la percepción de que les vieron la cara, no resultará extraño que al menos 5 o 6 de los 20 aspirantes a las diputaciones federales tiren la toalla.

Lo peor para el Panal es que esos trapos sucios comienzan a ventilarse.

En cuanto al diputado local por el distrito de Los Tuxtlas, nos dicen que el ex oficial mayor de la SEV corre el riesgo de que su partido termine por desdibujarse en Veracruz y, por consiguiente, no aportar los votos prometidos en las negociaciones con el grupo político al que sirve… con seguridad, la historia del Panal en Veracruz y del destino de este controvertido personaje dará de qué hablar en los próximos días. @luisromero85