Ese domingo en Chinameca, municipio del sur de Veracruz, el candidato del PRI a la gubernatura José Francisco Yunes Zorrilla, puso el dedo en la llaga al asegurar que hoy la entidad está peor que hace dos años, “Hay en el ambiente una violencia rampante que no sólo lastima el patrimonio de los veracruzanos, sino que nos mata y agrede nuestra integridad”.

La víspera había dicho que los jóvenes están enojados por la falta de oportunidades y porque no pueden salir con tranquilidad de sus casas, sin temor a que algo malo les suceda.

Y ni cómo rebatirle al candidato.

Este sábado y domingo hubo siete ejecuciones; cuatro en la zona de las altas montañas y tres en el sur de la entidad. Dos periodistas de Las Choapas fueron agredidos por sujetos desconocidos; a uno lo hirieron de un tajo en el cuello y al otro le dieron una golpiza. Y en Medellín de Bravo fueron saqueadas seis residencias de lujo en el Fraccionamiento Las Palmas.

Córdoba fue agregada a la lista de las ciudades más peligrosas. De acuerdo con la Cruz Roja local, en los primeros cuatro meses de este año las personas heridas por arma de fuego aumentaron un 18% en relación al primer cuatrimestre del año anterior. Eso sin contar las ejecuciones, robos y asaltos que no contabiliza la benemérita institución, pero que también han ido en aumento.

Yunes Zorrilla agregó que la percepción sobre la inseguridad ha crecido porque hoy hay más miedo, sangre y muerte. Y fue más allá a señalar que cuando pensábamos que Veracruz no podía estar peor de lo que estaba; hoy hay más desempleo que hace dos años, la economía está en recesión y ha aumentado la pobreza.

Pero esto no es de ahora, Pepe lo había señalado antes. En noviembre del 2017 dijo: “Hay datos fuertes que permiten contrastar un gobierno que no está dando los resultados y el crecimiento que se ve en otras regiones. Mientras el país crece a una tasa anual de 2.6 por ciento, Veracruz está en recesión de -1.6 por ciento. Y mientras a nivel nacional hay 600 mil empleos al año, en Veracruz se pierden 16 mil y crece el desempleo”.

Si en noviembre no se le hizo mucho caso, fue porque la violencia creció tan a lo salvaje que los veracruzanos estaban más preocupados por su seguridad que por la recesión. Pero hoy, cuando ambas calamidades los flagelan, las palabras de Pepe adquieren su verdadera dimensión ante la ciudadanía.

Insisto, ni cómo rebatirle al candidato.

¿O acaso el gobierno estatal tiene argumentos para asegurar que lo que dice el peroteño son patrañas electorales?

No, no los tiene.

Para mala suerte de quienes gobiernan Veracruz José Yunes Zorrilla no miente, los datos que ha dado a conocer son datos duros. Los de la recesión se encuentran en el INEGI, y los de los ejecutados, secuestrados y desaparecidos, los tienen muy claros el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, la organización Alto al Secuestro y los Colectivos que buscan personas desaparecidas.

Pretender que Veracruz no sufre de inseguridad y desempleo eso sí es una patraña electorera. Las muertes violentas, los miles de estudiantes sin trabajo y los miles de trabajadores desempleados no son una mentira.

Pepe Yunes no ha fijado un plazo para acabar con la inseguridad porque esa promesa sería temeraria y falaz; pero sí está dando a conocer un plan más amplio y creíble para disminuirla y eventualmente erradicarla.

Entre sus puntos destacan tener una policía de al menos 22 mil elementos (en la actualidad no llegan a 12 mil) bien capacitados, y con 43 por ciento de aumento en sus percepciones para equipararlas con lo que gana un policía federal.

Para lo anterior se requiere una inversión (que no gasto) de 9 mil 600 millones de pesos. Eso sin contar con la seguridad social, equipos de inteligencia, patrullas, programas para inhibir el delito, etc.

Al menos a este plan se le ve forma, sobre todo cuando da a conocer cifras y no crea falsas expectativas.

¿Podrá con el paquete?

Si llega a la gubernatura tendrá que poder y, sobre todo, responder positivamente a una sociedad agraviada por el saqueo de Duarte y por la falta capacidad del actual gobernador.

De ir abajo en las encuestas Pepe Yunes repunta en apenas dos semanas de campaña, y pone en serios predicamentos a sus adversarios. ¿Su secreto? Su capacidad para hacer política, su honradez, honestidad y su desdén por la mentira; virtudes que hasta hoy nadie ha podido poner en tela de juicio.

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