Para los participantes en la Mesa “Crítica al desarrollo humano” que se celebró como parte de las actividades del Cuarto Día de las Humanidades, esta definición debe replantearse ante la crisis conceptual en la que nos encontramos.

En la conversación que tuvieron con estudiantes en el Salón Azul de la Unidad de Humanidades, efectuada el martes 8 de mayo, los ponentes fueron moderados por Félix Aude Sánchez, director de la Facultad de Filosofía.

Yuribia Velázquez Galindo, investigadora del Instituto de Antropología (IA) de la Universidad Veracruzana (UV), presentó el trabajo “Un acercamiento al desarrollo humano desde miradas ‘otras’ ”, donde expuso resultados de su experiencia conviviendo por tres años con los nahuas de la sierra norte de Puebla.

Contrapuso el cómo está articulada su organización social a la “visión del grupo que detenta la hegemonía mundial” y que está plasmada en los postulados de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

La visión del desarrollo a la que estamos acostumbrados tiene que ver con la riqueza, es decir, con los ingresos, a diferencia de la visión indígena que privilegia el desarrollo de las capacidades y el concepto de comunidad.

Pedro Alcocer Jiménez, estudiante de la Facultad de Derecho, expuso una reflexión sobre el derecho mínimo vital, concepto que es considerado por el ordenamiento constitucional mexicano, no obstante sólo es reconocido cuando la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) sanciona a alguna instancia.

Si se toman en cuenta los indicadores nacionales al 2015 y se contrastan con la noción del “mínimo vital”, no se cumple con ella dado que 34 millones de personas no cuentan con una vivienda digna, 22 millones no tienen acceso a servicios de salud y 36 millones de trabajadores no cuentan con la posibilidad de atención médica, a pesar de ser asalariados.

Esta “desigualdad social vulnera los derechos fundamentales”, afirmó al destacar que se vuelve necesario un replanteamiento de los conceptos de vida digna, mínimo vital y sobre todo el reconocimiento en las leyes para poder defenderlos como derechos humanos.

Mitzy del Rosario López López, estudiante de la Facultad de Pedagogía, presentó “Una mirada al desarrollo humano desde la pedagogía”, y subrayó la importancia de comprender cómo el paradigma de la posmodernidad ha modificado a las instituciones, las familias y la percepción del individuo.

A pesar de que el concepto de desarrollo humano es muy socorrido en estos tiempos, la realidad que enfrentamos día a día nos lleva a pensar si esta idea ha mejorado en algo las relaciones interpersonales, dado que ahora los niños y sus padres parecen coexistir más que convivir, explicó.

El individualismo ha cimbrado la colaboración y la participación en sociedad, que además ha llevado a percepciones y opiniones extremas difíciles de conciliar, por ello recalcó la importancia de formar a los jóvenes de otra manera.

David Sandoval Rodríguez/Prensa UV