Después de recibir la Medalla al Mérito Universidad Veracruzana (UV) en el marco de la Feria Internacional del Libro Universitario (FILU), Jacobo Siruela, fundador de la Editorial Atalanta, dictó una conferencia magistral sobre su labor, que se basa en el criterio, la coherencia y calidad de los autores que publica.

Además del olfato que todo buen editor debe tener y el oído para escuchar de aquel autor desconocido, está el gusto, pero aquel que hace referencia “a la cultura y su adecuada asimilación”, agregó.

Ante el público congregado en el Foro “Sergio Galindo”, el creador dijo que “editar es transformar un campo de ideas codificadas en un objeto real, porque antes de ser publicado, un libro no es más que un fantasma sin cuerpo, necesitado de papel y tapas industriales, para poder existir y extenderse por nuestro mundo”.

Puntualizó que desde el momento en que una editorial se hace responsable de editar una obra “adquiere la ambivalente capacidad de transformarla, aunque sólo sea por el hecho de haberla fabricado, es decir, de haberla mandado traducir –bien o mal– si lo requiere, de haber cuidado sus correcciones, su diseño, de haberla situado en una colección y un contexto específico”.

La calidad ética y estética de cada editorial depende en buena medida de todo un largo proceso en cadena que llevan a cabo los “amanuenses digitales que forman el equipo editorial, quienes trabajan también de forma anónima y colectiva, tal como era en el Medievo, sin excluir del proceso a los colaboradores de la imprenta y encuadernación, cuyo papel es también muy relevante”.

Mencionó su postura con respecto al libro electrónico al referir que “al lector no le agrada leer en pantalla y mucho menos tener una biblioteca virtual invisible; ama la biblioteca física y ha sido muy curioso ver hasta qué punto, conforme han ido pasando los años, el fiasco de toda esta compleja operación de marketing global de las multinacionales se venía abajo hasta convertirse en una rama menor de la edición”.

Subrayó que “el e-book no tiene nada que ver con el progreso, sólo con la venta de productos nuevos que quieren hacer caducos todos nuestros soportes para continuar vendiendo productos”.

Por el contrario, la Editorial Atalanta gira sobre tres ideas, puntualizó: “La brevedad como premisa estética, la memoria como fundamento inspirador de toda cultura y la imaginación como una forma de conocimiento renovador, y a lo largo de sus casi 13 años de vida ha buscado un canon estético de criterios amplios, a la par de desarrollar un pensamiento coherente entre todas sus partes que denominaré: transmoderno”.

Correspondió a Pablo Sol Mora, crítico literario, presentar al editor, diseñador y ensayista español, de quien refirió sus inicios a los 25 años en la creación de la Editorial Siruela y posteriormente en 2004 de Atalanta.

“Con Jacobo Siruela la eterna disputa entre modernos y antiguos se desvanece, pues en él confluyen la conciencia de la alquimia con la visión moderna”, expresó.