Sergio Emanuel Rosas Wiedfeldt, nutriólogo clínico del Sistema de Atención Integral a la Salud de la Universidad Veracruzana (SAISUV), informó que la modificación progresiva del estilo de vida de las personas con diabetes puede sustituir el consumo de medicamento, sólo implica modificar descanso, alimentación y desplazamiento.

En entrevista para Universo, remarcó que se trata de un cambio progresivo en las personas con tal enfermedad y a quienes tienen antecedentes les previene desarrollarla.

Comentó que en el SAISUV trabajan con un grupo de 15 pacientes diabéticos que viven bajo control pero sin medicamento y dejó en claro el panorama: “Vamos ganando terreno. Sé que es difícil, hay una gran campaña publicitaria (que favorece el consumo de medicamentos) y sobrepasa a toda el área académica que está involucrada; vemos spotspublicitarios en los teléfonos, en las pantallas, en el cine, en todos lados; sin embargo, lo que está de nuestra parte es informar que se puede tener el control, detener el proceso de avance de la enfermedad y es posible llegar a revertirla”.

Dijo estar convencido de lo difícil que es plantear tal panorama, frente a las alternativas de la industria farmacéutica, pero es parte de su trabajo como nutriólogo.

“Sé que es difícil, sé que la farmacéutica nos va a dar otra perspectiva porque está ligada a la industria de los alimentos y las bebidas; entonces, requerimos ser un equipo para informar las opciones y que las personas decidan.”

A tal dificultad se suma que son pocos los especialistas que trabajan desde tal perspectiva y poseen una experiencia clínica práctica al respecto; “sin embargo, se debe destacar que sí es posible y lo estamos haciendo”.

Citó que las estadísticas de las federaciones Internacional y Mexicana de Diabetes indican que uno de cada dos mexicanos vive con sobrepeso o algún tipo de obesidad, según datos presentados en el Congreso Nacional de Diabetes 2018; además, siete de cada 10 personas que vive en alguna de esas condiciones tiene diabetes, algunos lo saben y la tratan, pero otros no.

Ante tal escenario, destacó lo fundamental que resulta trabajar en la prevención y partir de cuidar los antecedes: “Si ya sabemos que tenemos sobrepeso, es un elemento de riesgo; antes de eso, revisar si padres o abuelos viven con diabetes o hipertensión y preguntarse qué corresponde hacer, ¿comenzar una alimentación y modificar mi estilo de vida?”.

Subrayó que un diabético bien controlado, sin medicamento que está previniendo, es una persona que cuida su descanso, es decir, duerme de ocho a 10 horas diarias, a partir de las nueve de la noche.

“Los investigadores biomédicos explican que mientras más tarde nos acostemos hay un cambio en el proceso metabólico, en lo que se refiere a la glucosa, así como un incremento natural de la grasa corporal. Técnicamente, si nos acostamos temprano se disminuyen esos elementos de riesgo, permite adelgazar y mejora el metabolismo de las grasas.”

Aclaró que una persona aunque sea joven y delgada, si tiene antecedentes de familiares diabéticos también debe tomar medidas preventivas, pues en el transcurso de los años es posible desarrollar tal enfermedad.

Otro elemento que destacó como medida de prevención es el desplazamiento, más allá del ejercicio. Como ejemplo citó dejar el auto dos cuadras o más de distancia del lugar al que se dirigen, lo cual implicaría caminar; en la oficina, ir al sanitario de la planta baja o alta del edificio, con la intención de subir y bajar escaleras; disminuir el uso del vehículo o transporte público para distancias relativamente cortas o bajarse una o dos paradas antes y caminar hasta el punto de interés.

Respecto a la alimentación, subrayó: “Es muy importante desayunar 30 a 60 minutos después que se despierta una persona”.

A partir de la interrupción del ayuno sugirió comer en pequeñas cantidades cada tres horas durante todo el día, esto generará una estabilidad en la glucosa: “técnicamente, cuidamos evitar la hiperglicemia e hipoglucemia”.

Tal planteamiento implica reestructurar las organizaciones de los alimentos, como habitualmente se acostumbra, pues el desayuno, comida y cena son sustituidos por las raciones de alimentos.

“Lo habitual son tres comidas fuertes, pero eso nos generará una hiperglicemia, es decir, incrementará mucho la glucosa y lo que se sugiere es cuidar la variabilidad glucémica. Lo que hacemos entonces es incrementar a cinco comidas, para empezar, y lo ideal es que sean siete.”

Además, en cada comida debe estar presente una proteína y, dependiendo del paciente y su evolución, las colaciones deben estar acompañadas principalmente con verduras y frutas.

Antes de cada colación debe darse la ingesta del líquido sin endulzar, “ni con la comida ni después”, remarcó. La intención es que el estómago vacío reciba sólo el líquido, así el cuerpo tiene disponible el agua para todo lo que la requiera. “Es muy importante un paciente bien hidratado cuando estamos hablando del control de glucosa”, enfatizó Sergio Emanuel Rosas.

También destacó la importancia de facilitar al paciente diferenciar entre la sed y el hambre. Por ello, el ingerir agua antes de los alimentos ayuda a cubrir tal necesidad, dejar pasar 10 minutos para que el cuerpo la asimile e ingerir la proteína con verdura o fruta preferentemente cruda.

“Vamos a cuidar que el paciente que vive con control de glucosa reduzca progresivamente los alimentos dulces. Como sustituto de azúcar se plantea ocupar miel de agave o estevia, entre otros, pero de lo que se trata es de reducir todos los tipos de endulzantes, lo cual es muy difícil pues si buscamos un equivalente no estamos contribuyendo con el cambio de estilo de alimentación.”

Afirmó que tal modificación conducirá a que la glucosa disminuya progresiva y paralelamente, será posible reducir el medicamento hasta llegar al punto en que el paciente viva con diabetes sin medicamento de control.

“Ése es el objetivo final y llevará seis, 12, 18, 24 meses; sin embargo, reducimos el efecto secundario relativo que todo medicamento tiene.”

Si bien cada medicamento tiene su particular efecto secundario, el entrevistado citó que a grandes rasgos se metabolizan en el hígado y generan una sobrecarga de trabajo hepático, lo cual se desecha por el riñón y también sobrecarga la labor de éste, “con el paso del tiempo se agota el cuerpo”.

Comentó que una de las complicaciones con el tiempo y sin un control adecuado, es la insuficiencia renal. Por ello, la persona debe trabajar para evitar tales escenarios.

“Lo que buscamos con este tipo de información es que quien vive con diabetes pueda poner un alto y quien tiene antecedentes, prevenir.”

A manera de incitar a tal cambio, destacó que son muchas las alternativas, todo depende de una buena organización alimenticia desde casa.

Citó alimentos como el cacahuate, almendras, nueces y varias semillas que al ser ricas en nutrientes se requiere en cantidades pequeñas. “Una taza de zanahoria rayada con siete nueces es algo práctico que no te lleva mucho tiempo; hay muchas opciones de cómo hacerlo de manera sencilla. Ahí es donde entramos nosotros, por ello la razón de que vengan a consulta y les orientemos”, dijo a manera de mensaje para la comunidad universitaria.

Sobre la atención a la población en general, adelantó que ya trabajan en presentar una propuesta, pues el interés principal es informar sobre el tema y contribuir a una sociedad saludable.

Karina de la Paz Reyes/Prensa UV