«Yo nunca había hecho una canción, cuando me entero de que nos tenemos a regresar a Cuba con la orquesta, nace la primera, se llama Mi propia vida. Es una canción que describe lo triste que me estaba sintiendo de abandonar Veracruz, una canción de amor que pareciera que es a una mujer, pero no», me comentó Raysel Pérez cuando me hablaba de su primer contacto físico con México, que se dio cuando llegó a Veracruz como vocalista de la orquesta Los Karachi, una agrupación de música popular bailable que parecía chocar con la formación de guitarrista clásico que adquirió en el conservatorio Esteban Salas, de su natal Santiago de Cuba, pero a la que se adaptó rápidamente.

La orquesta estuvo más de un año en el puerto, lapso en el que Raysel se ajarochó tan fuertemente que tras una breve estancia en su patria, decidió volver, esta vez para emprender su proyecto personal. Larga ha sido su trayectoria en Veracruz: fundó un quinteto de música cubana pero con músicos veracruzanos, continuó con la composición y creó un grupo para montar sus canciones, formado con músicos, en su mayoría, radicados en Xalapa. Se ha presentado aquí algunas veces y volverá a hacerlo el próximo viernes. Así me lo platicó:

«Desde hace como tres años, ya soy mexicano y yo no sé de qué manera eso se volvió un lazo y a partir de ahí tomé esa fuerza que me había faltado anteriormente para defender mis canciones y dije voy a sacar mi disco, ahora sí voy a defender mi proyecto, y decidí hacer este disco que estamos promoviendo hoy. Se llama Mi propia vida, no porque sea autobiográfico, sino a modo de homenaje de esa primera canción que hice hace 17 años.

«Este disco tiene 12 canciones, todas de mi autoría, y muchos de los arreglos también son míos, y a partir de que lo hicimos emprendí el viaje en el que estoy ahorita, intentando llevárselo al público. Me acompaña una banda excelente, todos son músicos mexicanos, son de diferentes partes de la república pero todos viven, y además son muy reconocidos, aquí en Xalapa. Está Ramiro González, del grupo La Manta, en el saxofón; Luis Rodríguez en el piano, él es maestro de JazzUV; Gerardo García el Oaxaco, de la Xalli Big Band, en las percusiones; en la trompeta tengo a Omar Cruz, que se está graduando ahora en la Facultad de Música; en el bajo está Carlos Zambrano el Pachi, también de La Manta; en la batería está un alumno de JazzUV que se llama Alex Lozano. De Veracruz tengo, también en las percusiones, a Alex Acosta, él se acaba de graduar en el EMBA [Escuela Municipal de Bellas Artes], y el trombonista es un santiaguero, Arnaldo González, al que yo vi nacer, ¿tú puedes creerlo? Su mamá fue mi profesora de piano, su papá fue mi profesor de música, su tía, hermana de su mamá, fue mi primera profesora de solfeo. Imagínate qué lazo tan bonito hay, qué hermosa hermandad y él está en el proyecto. Yo estoy en la voz, la dirección y la producción. Estoy orgulloso del grupo que tenemos, estoy orgulloso del resultado que hemos tenido con el grupo y eso es lo que quiero mostrarle al público de Xalapa en este concierto.

«Vamos a hacer un concierto que no es tanto presentando la obra de Raysel Pérez sino que es para presentar a Raysel mismo. Aquí muy poca gente me conoce, entonces ideamos un concierto que incluye mi obra pero que también incluye canciones que tienen que ver con lo que soy, con mi desarrollo histórico. Hay canciones que pertenecen al acervo cultural del trovador del mundo entero, son canciones que pertenecen a generaciones como la mía y un poquito mayor que la mía, el público va a poder cantar esas canciones de la nueva trova cubana que los acompañaron en su adolescencia. También, como un homenaje y para no apartarme del lugar de donde soy, voy a tocar clásicos de la música cubana, y voy a tocar el tresillo. El concierto va a ser el viernes 27 de abril en el Tierra Luna [Rayón 18. Entre Diego Leño y Bremont], a las 21:00 horas, ojalá mucha gente pueda acompañarnos».

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