En las postrimerías del duartismo, cuando Veracruz estaba lo que le sigue a quebrado y no había dinero para pagar lo más elemental, Javier Duarte mandó al Congreso local una propuesta para la creación de dos fideicomisos por 11 mil millones de pesos que serían descontados del Impuesto a la Nómina y servirían para pagar el adeudo con los empresarios.

Esta propuesta encontró resistencia entre los mismos empresarios que la vieron con desconfianza y Miguel Ángel Yunes Linares (entonces gobernador electo), alentó la resistencia con la promesa de que él sí les pagaría.

Pero una vez en el poder ha hecho como que la Virgen le habla y es la hora en que el empresariado veracruzano no ha recibido ni un peso.

La falta de liquidez gubernamental ha orillado a decenas y decenas de pequeñas, medianas e incluso hasta grandes empresas, a cerrar sus puertas dejando sin su fuente de empleo a miles de trabajadores.

Ante la exigencia del pago, la Secretaría de Finanzas y Planeación hizo una plataforma a través de la cual los proveedores harían sus reclamos amparados con la documentación respectiva. Pero MAYL advirtió que aquellos que falsearan información serían acusados penalmente.

Esto redujo en automático el padrón de deudores, por lo que Yunes Linares dijo a fines del año anterior que el gobierno de Javier Duarte había dejado un adeudo de 500 millones de pesos a 350 proveedores, y a partir de enero se les comenzaría a pagar.

Es decir, ya no son los dos mil y tantos proveedores a los que se les deben 11 mil millones de pesos, sino una cantidad muy inferior.

Pero llegó enero y se fue enero, ya estamos casi a la mitad del mes de abril y ningún deudor ha cobrado absolutamente nada.

Un proveedor me dijo que están fritos por todos lados porque en el caso de Xalapa, casi todas las empresas dependen económicamente del gobierno estatal: “Y hacer paros, manifestaciones o plantones sería en detrimento de nosotros mismos porque entonces el gobierno no nos comprará ni un clavo por revoltosos”.

¿Qué hacer entonces?

La solución la tienen los propios empresarios. Basta con que se mochen con el 20 o 30 por ciento de lo que les adeudan para la campaña del joven Miguel Ángel Yunes Márquez, y entonces podrán cobrar el 100 por ciento de sus facturas.

Y es que al parecer eso es lo que les quiere cobrar el gobierno de Yunes Linares como “aportación generosa”.

¿Es cierto esto o sólo es un rumor?

Un empresario me dijo que a él no le han pedido nada… hasta ahora. Dos me dijeron con cierto temor que puede que sea muy cierto el rumor. Y dos más me confesaron, como si se hubieran puesto de acuerdo: “Sí es cierto, pero yo no te lo dije”.

La conclusión que uno saca es que el rumor no lo es tanto y corre que vuela para ser verdad.

La ecuación es simple: Si a un proveedor le deben 100 pesos tendrá que entrarle con 20 o 30 de esos pesos para la campaña del junior. Si el adeudo es de mil pesos, el moche será de 200 o 300 pesos. Pero si es de 100 mil pesos, la mochada será de 20 mil o 30 mil y así hasta llegar a los 11 mil millones de pesos. Aunque el adeudo real es de más de 20 mil millones.

Y usted, señor empresario ¿con cuánto se piensa mochar para que le paguen lo que por derecho le corresponde?

bernardogup@nullhotmail.com