Países como Dinamarca, Finlandia, Noruega o Suecia han visto en los últimos dos años una explosión inusual de compañías extranjeras, principalmente estadounidenses, que buscan migrar o abrir nuevos centros de datos. ¿La razón? La verdad es que son muchas, y de ellas podemos destacar las bajas temperaturas, la energía barata y una economía estable y en crecimiento.

De acuerdo al último reporte de BroadGroup, las inversiones en el mercado de centros de datos dentro de los países nórdicos han superado la cifra de 3.000 millones de dólares en los últimos 18 meses, y se espera esta cifra siga en aumento. Además, a día de hoy ya alojan la infraestructura del 49% de las empresas tecnológicas extrajeras, algo que ninguna otra región del mundo tiene.

Muchas ventajas, pocas (casi ninguna) desventaja

Como mencionaba, una de las razones por las que las grandes tecnológicas buscan abrir centros de datos en países nórdicos es la energía, su bajo precio y que es renovable. Por ejemplo, la mayoría de los países de esta región ofrecen casi el 100% de energía hidroeléctrica, que es ideal para este tipo de instalaciones.

Los centros de datos nórdicos más importantes.

En el mismo informe de BroadGroup se especifica que la potencia combinada disponible para estas instalaciones ya se aproxima a los 800 MW para la región, y se estima que más de 5.500 MW de energía renovable estará disponible en los próximos dos años, lo que hará baje de precio aún más y sea todavía más atractivo para las compañías.

Otro factor importante son las bajas temperaturas, que hace que sea todavía más barato montar un centro de datos, ya que la refrigeración se vuelve algo muy asequible y fácil de instalar. Por ejemplo, el centro de datos de Facebook en Luleå, Suecia, tiene una temperatura media anual por debajo de los 2 grados centígrados.

Por último, la situación política, económica y tectónica de los países nórdicos es extremadamente estable. Por lo anterior, es muy poco probable que haya problemas ante cambios de gobierno, nuevos impuestos, nacionalización de alguna industria o algún terremoto que tire abajo toda la inversión. Sí, son casi un paraíso.

En la región lo saben y por ello ya empezamos a ver los primeros desarrollos enfocados en esto. Por ejemplo, Lefdal Mine Datacenter es una enorme instalación en Noruega que busca ofrecer servicios de centro de datos a las compañías. Esta instalación abrió en 2017 y se trata de una mina abandonada junto a un fiordo en la costa noroeste.

Lefdal Mine Datacenter tiene túneles para acceder a sus seis niveles donde cada uno tiene una altura de 16 metros. Se trata de una superficie de 120.000 metros cuadrados con 200 MW de energía hidroeléctrica disponible. Entre sus clientes hay muchas compañías europeas así como noruegas, pero el más importante de ellos es IBM Resiliency Services, quienes iniciaron a operar a inicios de este año.

Otro ejemplo es lo que ha conseguido la empresa noruega Green Mountain, quien en 2013 construyó un impresionante centro de datos de 13.600 metros cuadrados con 26 MW de potencia en la costa sudoeste de Noruega, justo donde se encontraba un antiguo sitio de almacenamiento de municiones de la OTAN. Las ventajas de este sitio es que proporciona seguridad y refrigeración al estar a un lado de las aguas heladas del fiordo.

Google, descubriendo la región nórdica

Google fue la pionera en los centros de datos nórdicos, ya que en 2009, cuando nadie más había llegado, decidieron adquirir una vieja fabrica de papel en Hamina, Finlandia, la cual es a día de hoy uno de sus centros de datos más importantes.

Google invirtió en este centro más de 200 millones de euros y entró en operación en 2011. Desde entonces, ha seguido creciendo hasta convertirse en el más importante para la compañía en toda Europa.

Apple, el siguiente explorador

Apple ha sido de las últimas en sumarse a la moda nórdica de los centros de datos. En 2015 anunciaron que construirían una instalación de 166.000 metros cuadrados en Viborg, Dinamarca, la cual sería operada únicamente por energía eólica de un parque marino y por energía hidroeléctrica importada de Noruega. Además, el calor excedente generado por los servidores sería usado para un sistema de calefacción conectado a una ciudad de la zona, calentando así varias casas durante día y noche.

La primera etapa de este centro entró en operación a finales de 2017, mientras que su operación al 100% está programada para estar lista en 2025.

Después de que Apple tuvo problemas en Irlanda, por temas de un potencial daño a la fauna y hábitats de la zona, para construir un nuevo centro en Galway, la compañía decidió cambiar los planes y elegir nuevamente a Dinamarca. En junio de 2017, se anunció que sería la ciudad de Aabenraa, cerca de la frontera con Alemania, la elegida para albergar el nuevo centro de datos de Apple para Europa.

Se trata de una inversión de 1.000 millones de dólares y al igual que el centro de Viborg, la operación será 100% con energías renovables. La compañía espera tener operativo este nuevo centro durante 2019.

Facebook, de los más grandes de la región

Ante el exitoso caso de Google, la compañía de Zuck anunció en 2011 que construiría su primer centro de datos fuera de los Estados Unidos, concretamente en Suecia, en la pequeña ciudad de Luleå, a unos 100 kilómetros al sur del Círculo Polar Ártico. La razón por la que Facebook eligió esta zona, es debido a su capacidad hidroeléctrica, lo que les permitió tener una superficie de 28.000 metros cuadrados que entró en operación en 2013.

Ya en 2014, Zuck anunció que abriría dos nuevas salas del mismo tamaño que el primero (28.000 metros cuadrados) para así ampliar su capacidad y seguir creciendo en la zona.

En 2016, Facebook confirmó la ubicación de segundo centro de datos en la región nórdica, y tercero en Europa, que estará ubicado en esta ocasión en Odense, Dinamarca. Esta instalación será, cuando entre en operación en algún momento de este 2018 o 2019, la más grande de la compañía al contar con 184.000 metros cuadrados divididos entre tres salas de servidores.

Kolos, el más potente del mundo

Por último tenemos el caso de la compañía estadounidense-noruega Kolos, que es de lo más peculiar, ya que tienen planeado construir un gran centro de datos a unos 225 kilómetros del Círculo Polar Ártico, en Ballangen, Noruega, cerca de la ciudad de Narvik. Gracias a que aquí existe una gran producción hidroeléctrica, la compañía asegura que tendrán una capacidad inicial de más de 1.000 MW, incluso mencionan que será escalarle a más de 2 GW.

Gracias a esta potencia se colocaría como el centro de datos de mayor potencia en el mundo, dejando en segundo lugar a las instalaciones de China Telecom en Mongolia, que hoy día ocupan el primer lugar con sus 150 MW.

En cuanto al tamaño, el centro de datos de Kolos apunta a tener más de 600.000 metros cuadrados divididos en una estructura de cuatro plantas, lo que lo colocaría como el número cinco del mundo. El diseño corre a cargo de la compañía estadounidense HDR, quien menciona que se tratará del primer centro de datos a hiperescala.

 

Xataca/Raúl Álvarez