En la vida cotidiana de un ser humano, su pasado determina de manera determinante su futuro; tanto el inmediato como a largo plazo. Y lo mismo ocurre en el resto del universo. De hecho, si un físico supiera cómo comienza exactamente el universo, podría calcular el futuro de ese espacio-tiempo. Los científicos presuponen que las leyes de nuestro universo son “deterministas”, es decir, que presuponen que solo existe un futuro posible.

Este principio fue postulado ya hace décadas por el físico Roger Penrose.

No obstante, un matemático de la Universidad UC Berkeley ha encontrado algunos tipos de agujeros negros en los que se rompe esta ley. De hecho, si alguien se aventurara a adentrarse en unos de estos agujeros negros, no moriría: podría sobrevivir, pero su pasado se borraría; en cambio, tendría un número infinito de futuros posibles.

Según el el doctor Peter Hintz, autor principal del estudio, los cálculos matemáticos muestran que, para algunos tipos específicos de agujeros negros, en un universo como el nuestro –que se está expandiendo a un ritmo acelerado, es posible pasar de un mundo “determinista” (que presupone que solo existe un futuro posible) a un mundo “no determinista”, cuyas leyes físicas permitirían varios futuros posibles.

¿Cómo sería la vida en un universo donde el futuro es impredecible?

No está claro. Pero el hallazgo no significa que las ecuaciones de Einstein de la relatividad general, que hasta ahora describen perfectamente la evolución del cosmos, estén equivocadas.

«No es posible viajar a un agujero negro y medirlo, esta es simplemente una pregunta matemática”, dice Hintz. Pero desde ese punto de vista, esto hace que las ecuaciones de Einstein sean matemáticamente más interesantes. «Esta es una pregunta que uno solo puede estudiar matemáticamente, pero tiene implicaciones físicas, casi filosóficas, lo que la hace genial«, en palabras del físico.

¿Sería posible sobrevivir al horizonte de sucesos?

Los agujeros negros son objetos extraños que toman su nombre del hecho de que nada puede escapar de su gravedad, ni siquiera la luz. Si alguien se aventura demasiado cerca y cruza el llamado horizonte de eventos, nunca saldrá de él: estirarían cualquier cosa hasta convertirla en una cadena de átomos.

Pero para los grandes agujeros negros, como los objetos supermasivos en los núcleos de galaxias como la Vía Láctea, que pesan decenas de millones o miles de millones de veces la masa de una estrella, cruzar el horizonte del evento sería posible, y podría ocurrir sin incidentes, según los investigadores.

Por tanto, debería ser posible sobrevivir a la transición de nuestro universo al del agujero negro. Por ello, los físicos y matemáticos se han preguntado cómo sería ese mundo, y han recurrido a las ecuaciones de la relatividad general de Einstein para predecir el mundo dentro de un agujero negro.

Estas ecuaciones funcionan bien hasta que un observador alcanza el centro o la singularidad, donde en los cálculos teóricos la curvatura del espacio-tiempo se vuelve infinitos.

 El horizonte de Cauchy

Sin embargo, incluso antes de llegar al centro, un explorador de agujeros negros –que, por otra parte, nunca podría comunicar lo que experimentase al mundo exterior- podría encontrar algunos hitos raros, y también mortales.

Hintz estudia un tipo específico de agujero negro: un agujero negro estándar, no giratorio, con carga eléctrica, y tal objeto tiene un llamado horizonte de Cauchy dentro del horizonte de eventos.

El horizonte de Cauchy es el punto donde el determinismo se rompe, donde el pasado ya no determina el futuro. Pero algunos físicos, incluido Penrose, han argumentado que ningún observador podría pasar por el punto del horizonte de Cauchy porque serían aniquilados.

n observador que viaja a través del horizonte de eventos finalmente encontrará el horizonte de Cauchy, el límite de la región del espacio-tiempo que puede predecirse a partir de los datos iniciales. Hintz y sus colegas encontraron que una región del espacio-tiempo, indicada en el diagrama con un signo de interrogación, no puede predecirse a partir de los datos iniciales en un universo con expansión acelerada, como la nuestra. (Imagen cortesía de APS / Alan Stonebraker)

Cuando un observador se acerca al horizonte, el tiempo se ralentiza, ya que los relojes marcan el tiempo más lento ante un fuerte campo gravitacional. Como la luz, las ondas gravitatorias y cualquier otra cosa que se encuentre con el agujero negro caen inevitablemente hacia el horizonte de Cauchy, un observador que también caiga hacia dentro, verá toda esta energía entrando al mismo tiempo.

Por tanto, toda la energía que el agujero negro ve sobre la vida del universo golpea el horizonte de Cauchy al mismo tiempo, destruyendo al observador que llega tan lejos.

Con información de Muy Interesante