La Habana, 21 feb (Xinhua) — Una delegación del Congreso estadounidense encabezada por el senador demócrata Patrick Leahy, instó hoy miércoles al gobierno del presidente Donald Trump a mejorar las relaciones con Cuba en medio de tensiones por presuntos incidentes de salud contra el personal diplomático de Estados Unidos en la isla.

En una conferencia de prensa, después de un viaje de tres días a Cuba donde se reunieron con el presidente Raúl Castro y otros funcionarios del gobierno, la delegación del Congreso abordó la necesidad de regresar a una era de compromiso y cooperación.

«Es importante que la administración Trump abandone su política de la Guerra Fría que no tuvo sentido hace décadas y ahora tiene menos sentido», dijo el senador Ron Wyden.

La delegación del Congreso de Estados Unidos comenzó el lunes su visita de tres días a La Habana, reuniéndose con funcionarios de la cancillería para hablar sobre los presuntos «ataques» sufridos por diplomáticos estadounidenses en esta nación caribeña.

Considerado como un viaje para explorar los cambios en la política de Washington hacia la isla, el grupo también intercambió con otros funcionarios estadounidenses y cubanos, diplomáticos de otros gobiernos y trabajadores del sector privado.

«Durante demasiado tiempo nuestra política hacia Cuba ha sido guiada por la paranoia (…) y ha resultado en una política que calificaría de estúpida. Tenemos que aprender de nuestra historia, 50 años de hostilidad y distanciamiento fueron malos para Estados Unidos y Cuba», agregó el representante Jim McGovern.

El año pasado, Trump retrocedió sustancialmente las relaciones bilaterales al limitar el comercio y los viajes con la nación caribeña.

A las empresas estadounidenses les está prohibido realizar cualquier tipo de actividad comercial con más de 180 firmas cubanas asociadas a las fuerzas armadas, y los ciudadanos norteamericanos deben viajar a Cuba en grupos autorizados y no de manera individual.

«Las relaciones normales entre Estados Unidos y Cuba son de una importancia crítica, tenemos que dejar atrás cualquier política que haya existido en el pasado, particularmente aquellas que han existido por 50 años y no generaron el cambio que a ninguno de nosotros nos gustaría ver», dijo el senador Gary Peters.

Justo antes de que Trump asumiera el cargo, ambas naciones firmaron más de 20 acuerdos de cooperación y se celebraban reuniones bilaterales con frecuencia.

Sin embargo, esto ha cambiado drásticamente y solo se han realizado algunos intercambios sobre la aplicación de la ley, el tráfico de personas y el narcotráfico y la seguridad, pues Cuba mantiene el compromiso de continuar normalizando los vínculos a pesar del escenario político actual.

«El presidente Castro nos ha asegurado que Cuba no se retirará de las negociaciones y conversaciones en curso», señaló McGovern.

Las tensiones políticas también se intensificaron cuando más de 20 diplomáticos estadounidenses sufrieron incidentes de salud que Washington primero llamó «ataques sónicos».

Durante esta visita, la delegación del Congreso estadounidense también discutió con las autoridades cubanas estos sucesos que llevaron al cierre parcial de la embajada de Washington en La Habana y su decisión de no otorgar visas a los cubanos.

«Tenemos que recuperar nuestra embajada con todo su personal y nos han asegurado que no hay forma concebible de otorgar el número de visas que hemos acordado. No hay forma de que podamos mejorar las relaciones si no tenemos el personal aquí para hacerlo», dijo Leahy a los periodistas.

Además, los congresistas dijeron que fue un error de la administración Trump tomar decisiones políticas basadas en una investigación no concluyente.

«No tengo idea de qué pasó con nuestros diplomáticos aquí, las agencias de Estados Unidos que están investigando este asunto tampoco parecen tener idea y es posible que nunca lo sepamos. Fue un error reducir nuestro personal diplomático en Cuba», afirmó McGovern.

El Departamento norteamericano de Estado además emitió una advertencia de viaje el año pasado en el que se les sugería a los estadounidenses que no visitaran Cuba porque algunos de los presuntos ataques ocurrieron en hoteles.

«Fue un error publicar un aviso de viaje sobre Cuba advirtiendo a los estadounidenses sobre su seguridad si viajan aquí. Nos sentimos seguros en Cuba y exhorto al secretario de Estado (Rex Tillerson) a cancelar este aviso», agregó McGovern.

Otros temas, como la cooperación bilateral en materia de seguridad marítima, búsqueda y rescate, narcotráfico y trata de personas, y cuestiones de migración también fueron parte de las conversaciones de la delegación con funcionarios cubanos.