Lima, 17 feb (Xinhua) — Un grupo de expertos trata con éxito el síndrome de Asperger en Perú aplicando terapias físicas, teatro y cuenta cuentos, informó hoy la directora del Centro de Atención a la Persona con Discapacidad (Capedi Nuevos Horizontes), Martha Drago Angeles.

«El Asperger está catalogado como un transtorno cognitivo del espectro autista, y la diferencia es que el Asperger se diferencia después de los tres años, mientras que el autista antes de los dos años», explicó a Xinhua la especialista.

Drago quien es magister en psicología en problemas de aprendizaje, se ha dedicado por casi una década a desentrañar este síndrome, descrito por primera vez por el psiquiatra austriaco Hans Asperger en 1943 y denominado «psicopatía autista».

La directora de Capedi Nuevos Horizontes explicó que las personas con asperger tienen mucha fluidez del lenguaje, mientras que el autista tiende dificultades para desarrollar el lenguaje.

«El asperger tiene problemas disfuncionales en el sentido de la aceptación, porque es muy consciente de las cosas, mientras que al autista le da lo mismo tener amigos o no, porque no tiene consciencia de la noción del tiempo ni del espacio», expresó.

Mientras explica la terapia que se aplica en este lugar, un grupo de alumnos, escenifican una obra teatral sobre piratas y sirenas, donde todos actúan con total desenvolvimiento, a medida que avanzan las diferentes escenas.

«La institución surgió en el 2008 a raíz del funcionamiento de un programa recreativo deportivo para personas con discapacidad y al cierre de este programa surgió la necesidad de crear una asociación en bien de estas personas» , recordó.

Tanto la directora, como el equipo de profesionales y voluntarios que trabajan en este centro se enfocan en la parte sensorial motriz y en las dificultades al tacto de sus alumnos, quienes no miran de frente sino dirigen sus miradas al vacío.

«Capedi Nuevos Horizontes, actualmente, cuenta con 30 alumnos de manera permanente de los cuales 17 vienen de manera regular de lunes a viernes y los otros vienen en horarios diversos, desde tres veces por semana a una vez por semana», explicó.

La terapia consiste en desarrollar talleres de teatro, talleres de fotografía, reciclado, taller de mini chef, funciones cognitivas, mediante la aplicación de un programa digital, en los cuales ellos aprender matemáticas, lengua y escritura.

Drago indicó que el objetivo de este programa es de atenderlos para que ellos se desenvuelvan de manera normal, en actividades de la vida diaria y faciliten sus vidas en el seno de sus familias.

«Aprenden a controlar sus esfínteres, hacer sus higienes, bañarse, lavar sus ropas, planchar, hacer limpieza, barrer, limpiar el baño y hacer sus compras, entre otras actividades de la vida diaria», precisó.

La profesora Verónica Solís Carbajal, quien dirige algunos de los talleres, sostuvo que tienen terapias físicas y de contacto, que son aplicadas sistemáticamente a los alumnos, como parte de su desarrollo individual.

«Aquí se trabajan varios talleres, diferentes terapias. Los talleres no son una cura; pero, eso sí quiero remarcarlo, es un medio más para reforzar la socialización de los alumnos», subrayó.

Solís apeló al teatro como una de las herramientas más eficaces para mejorar la calidad de vida de los Asperger porque mejora el desenvolvimiento, más desinhibición, se integran más a los talleres de grupo.

«He visto un avance muy grande con respecto a los estudiantes nuevos que aún rechazan el contacto de sus compañeros que recién está conociendo, una de las características del síndrome de Asperger», puntualizó.

En el transcurso de las sesiones de las diferentes actividades dramáticas, también se desarrollan juegos, dramas, pantomima, cuento vivo e improvisaciones, lo que permite a los alumnos a desenvolverse con seguridad.

Solís también precisó sobre las diferencias entre el autismo y el Asperger, que el autista sencillamente no se relaciona cien por ciento con la otra persona y está más inmerso en su propio mundo y es más tedioso para socializar; mientras que un Asperger puede llegar a socializar, a trabajar en grupo y se dejan tocar.

«El Asperger puede llegar a integrarse a la sociedad, en cambio el autista es más difícil y más trabajoso para irse integrando», sostuvo.

Uno de los voluntarios de este centro, que participa con entusiasmo en las sesiones de teatro y juegos, es el educador italiano Tom Zarri, especialista en Pedagogía teatral.

Contribuye a la organización de obras teatrales y conoce el Asperger, que tiene como característica que no sufren retardo mental y manifiestan generalmente la preservación de la inteligencia.

«Tienen creatividad, tienen capacidades, aunque por lo general son muy flojos, por su condición, por lo que necesitan una motivación muy fuerte, necesitan trabajar con el cuerpo, de esa manera se puedan sacar muchas cosas positivas», explicó.

Zarri, después de realizar algunos juegos y ejercicios físicos con los alumnos, sostuvo la importancia de estas actividades en el proceso de integración de las personas con este síndrome.

«El trabajo de actuación los ayuda mucho y, además, aprenden otras cosas que les permite desenvolverse para enfrentar al público», subrayó.

Puntualizó que una de sus metas, al igual de todo el equipo de Capedi Nuevos Horizontes es de mejorar el alcance de su institución para llegar a las personas que tienen este síndrome, un mal que no es comprendido por la sociedad y ni por las instituciones públicas encargadas de velar por la salud de sus ciudadanos.

En Perú, en estos momentos, no existen asociaciones que agrupen a las personas con este síndrome ni tampoco existen políticas oficiales destinados a la rehabilitación o reinserción de estas personas a la sociedad.