“En efecto, Duarte obtendrá su libertad después de la elección del primero de julio” El filósofo de la Mixtequilla

La tarde del pasado primero de febrero, en la plaza Américas de Xalapa, un centro de reunión al que acuden decenas de personas todos los días, apareció el ingeniero Cuitláhuac García Jiménez acompañado por un jovencito. Ambos personajes se dirigieron a la taquilla de Cinépolis, adquirieron un par de boletos y se metieron a una de las salas a disfrutar de un film sin que nadie, pero nadie, reconociera a quien se perfila –según encuestas– como ganador en la elección del primero de julio.

¿Qué es lo extraordinario de este asunto que podría ser, en cualquier caso, algo de la vida personal de un ciudadano común? Que se trata del candidato a gobernador del Estado de Veracruz con mayores posibilidades de ganar la elección. Si hoy fuera la elección, con la mano en la cintura el diputado federal con licencia se convertiría en el nuevo gobernador de Veracruz, con cuando menos seis puntos de diferencia en relación con su adversario más cercano, ya sea Pepe Yunes Zorrilla o el hijo del gobernador imperial panista.

¿Cómo es posible que alguien que está considerado como el más aventajado aspirante a suceder en el cargo al panista Miguel Ángel Yunes Linares se pasee en una plaza comercial de Xalapa sin que nadie se percate de su presencia, sin que nadie lo pele?

¿Es acaso indiferencia ciudadana? A la gente le vale madres quien sea su próxima autoridad estatal; es tanta la aversión a los políticos que ya nos vale sombrilla quién aspire al poder. Pues al parecer, sí.

Pero este incidente no es cualquier cosa. Es una prueba contundente de que los veracruzanos estamos en serio riesgo de que nos gobierne un desconocido, alguien sin proyecto ni equipo para realizar la tarea más delicada a la que pueda aspirar un político: conducir por buen rumbo los destinos de casi ocho millones de gobernados, quienes se encuentran en la total desgracia por tres administraciones (dos anteriores y la actual) desastrosas.

Este domingo 11 de febrero termina el plazo de las precampañas de los candidatos al gobierno. Hasta ese día, Pepe Yunes, Miguel Ángel Yunes chico y Cuitláhuac García podrán reunirse con miembros de su militancia partidista o de las alianzas de los partidos que los abanderan, para convencerlos de reforzar estrategias y esfuerzos para ganar la elección. Luego vienen las campañas abiertas a todo tipo de militancia partidista o de ciudadanos en general, lo que conocemos como campañas formales.

Y el saldo de estos días de precampañas es que Cuitláhuac, con todo y que nadie lo conoce, va arriba en las preferencias electorales, resultado de la atinada campaña mediática que a nivel nacional realiza Andrés Manuel López Obrador, quien por tercera vez trata de convertirse en Presidente de México.

El problema es que quien está a punto de ganar la gubernatura veracruzana es El peje no El Cuícaras, como en plan de broma le dicen al ingeniero Cuitláhuac, un personaje carente de suficiente seso y experiencia política, para gobernar un estado como Veracruz.

¿Qué pasaría si esto continúa tal cual va? Que Cuícaras se levante con el triunfo y se convierta en el sucesor de Yunes Linares… Nadie nos ha podido responder a esta pregunta. Y es que el inge, quien se ha dedicado a la cátedra en las aulas universitarias, no cuenta con un equipo de trabajo para conformar un gabinete, no está rodeado, como sus adversarios, de personas con experiencia dentro de la administración pública, que lo ayuden a gobernar. Lo que pasaría es que su mentor, padre putativo o lo que sea, Andrés Manuel López Obrador, le pondría un gabinete para que su muchacho trabaje a favor de “ya sabes quién”.

Si lo que hizo el maestro Hipólito Rodríguez Herrero, alcalde morenista de Xalapa, nos cayó en la punta del ese, porque trajo a un tesorero defeño en virtud de que aquí “no hubo xalapeños con perfil adecuado”, pues imagínense a Cuícaras, rodeado de chilanguitos en todas las áreas de la administración pública estatal, conduciendo el destino de los habitantes de este estado que no supieron elegir a un gobernante capaz y con equipo no para gobernar sino ¡para sacar al buey de la barranca!

A decir verdad es más que preocupante que esto siga por el rumbo que va. Está bien que se le tenga odio al PRI y al PAN por ser los responsables de todas nuestras desgracias, pero caer en el extremo de elegir a alguien que nos llevará al fondo del precipicio, por ocupar nuestro voto para desquitarnos de los priistas y panistas corruptos e hijos de tal por cual. Eso no es posible.

Harían bien los líderes y candidatos del PRI y PAN, si deciden, antes de terminar esta jornada y la ven perdida, sumarse para ganar la elección y de esa manera evitar que este muchacho Cuícaras, con su sonrisa de zonzo y capacidad mental igual, se erija como campeón y por decisión mayoritaria de paisanos, poco más de un tercio, se convierta en el nuevo gobernador de seis años, ¡Dios nos agarre confesados!

Estamos convencidos, por el bien de Veracruz, que en los meses que faltan para llegar al final de la lucha electoral por la gubernatura del estado, vamos a ver a los abanderados del PAN y del PRI echando toda la carne al asador en contra del rival más fuerte que es Cuitláhuac García Jiménez, si a López Obrador no le hubiera ganado el cariño que le tiene a su… a su… ¡a lo que sea para él!, e impone otro candidato con más experiencia política y conocimiento, otro gallo nos cantara. Posiblemente estuviéramos preocupados solo por cuidar la elección, por promover al candidato de Morena, por sumarnos a la protesta social en contra de los corruptos y tiranos, pero no, el Cuícaras ya se volvió, en este proceso electoral, nuestra principal preocupación.

De plano, a los veracruzanos nos pasa de todo.

¡Veracruz no es Chacaltianguis…!

Los más endeudados

Ahora que el titular del Orfis, Lorenzo Antonio Portilla, compareció ante el congreso Local, de las irregularidades que según él tienen detectadas en muchos municipios, hay algunas que de plano destacan por los montos que los ex alcaldes desviaron. La lista de exalcaldes corruptos es de 101 veracruzanos, de los cuales la mayoría la librará porque ya saben cómo es la aplicación de la justicia en Veracruz, o el operativo “vómito negro”, pero quienes se la verán muy duras serán los exalcaldes de Cosamaloapan, Adriana Maass Michel; el de Coatzacoalcos, Joaquín Caballero Rosiñol; el de Cosoleacaque, Ponciano Vázquez Parissi; Manuel Rosendo Pelayo, de San Andrés Tuxtla, y Reveriano Pérez Vega, de Coxquihui. Pura fichita.

Indiferencia oficial

Mientras los gobiernos estatal y municipal se han desentendido de la tragedia que viven los familiares de dos fallecidos y de los que permanecen internados heridos tras los impactos de bala recibidos en la madrugada del sábado 27 de enero en el bar “La Cantinita de Bartola” de Xalapa por dos hombres que los atacaron, compañeros músicos de diez grupos de salsa y marimba realizaron este domingo, en el Paseo de Los Lagos, el concierto “La Música Vive”. Fue para recaudar fondos y entregar a los familiares de los músicos Isaac Orlando Hernández Gutiérrez y José Ángel Andrade Aguilar convalecientes en hospitales.

Reflexión

El 90 por ciento del comercio de Xalapa, de todo tipo, chico, mediano o grande, están bajo las garras de la delincuencia organizada que opera en la capital, pagan su cuota por “derecho de piso” para poder trabajar. Y no es nuevo, llevan 13 años haciéndolo y ni quien tome en cuenta este gravísimo problema. Escríbanos a mrossete@nullyahoo.com.mx formatosuete@nullgmail.com www.formato7.com/columnistas