La Habana  28 ene (Xinhua) — Personalidades estadounidenses y cubanas, entre ellos el presidente Raúl Castro, asistieron hoy domingo a la inauguración en La Habana de una réplica de la estatua ecuestre de José Martí ubicada en el Parque Central de Nueva York.

La escultura original, única ecuestre del Héroe Nacional cubano, es obra de la artista estadounidense Anna Hyatt Huntington (1876-1973), quien la esculpió en 1950 a pedido del gobierno cubano de la época, como obsequio a Estados Unidos.

A nombre del Museo de Arte del Bronx, el presidente de la Junta de Fideicomiso, Joseph Mizzi, recordó el esfuerzo de la fallecida directora de esa institución, Holly Block, por hacer realidad lo que calificó de un símbolo de la amistad imperecedera entre los pueblos de Estados Unidos y Cuba.

«Durante el proyecto hemos aprendido sobre la vida y obra de José Martí y su compromiso con la independencia de Cuba», afirmó Mizzi ante la copia de la escultura, instalada casi a la entrada a la bahía habanera, en un parque ubicado frente al antiguo Palacio Presidencial, en la actualidad Museo de la Revolución.

En el acto intervino también un representante de la Alcaldía de Nueva York, José Velázquez Zaldívar, quien afirmó que «la estatua icónica del Apóstol cubano es una fuente de inspiración para los neoyorquinos».

«Su develamiento este día no sólo marca el aniversario 165 de su natalicio, sino que también asegura que su legado histórico en la búsqueda de independencia sea compartido con las nuevas generaciones», subrayó Velázquez.

El principal impulsor de la llegada de la réplica a la isla, el Historiador de La Habana, Eusebio Leal, trazó un panorama histórico de la vida de Martí, en especial de su larga estancia en Estados Unidos y en particular en la ciudad de Nueva York, donde organizó la última guerra por la independencia de Cuba, que se inició en 1895.

«Ese es el hombre que se derrumba sobre el caballo, el mayor general del Ejército Libertador, el delegado electo del Partido de la unidad de los cubanos» , subrayó Leal en referencia al momento de la caída en combate de Martí que se recoge en la estatua.

En la inauguración no se realizó un develamiento, sino que se izó la bandera cubana en un mástil colocado cerca de la réplica.

La inauguración ocurre en un momento en que las relaciones entre Cuba y Estados Unidos están en franco retroceso luego de las acusaciones lanzadas contra el gobierno cubano por la administración del presidente Donald Trump tras unos supuestos ataques sónicos contra diplomáticos norteamericanos acreditados en La Habana.

El gobierno cubano niega tener responsabilidad en ese asunto, y ha ofrecido cooperación plena a los investigadores estadounidenses, sin que se haya llegado a un resultado concluyente.

Ambos países, que han mantenido un largo diferendo político de más de medio siglo, restablecieron relaciones diplomáticas hace poco más de dos años, tras negociaciones secretas autorizadas por Castro y por el entonces presidente estadounidense Barack Obama.