Hoy estamos más cerca del fin del mundo de lo que jamás hubiéramos podido imaginar hace unos años. Eso es lo que opinan los expertos del Boletín de Científicos Atómicos, que han decidido adelantar el minutero del Reloj del Apocalipsis medio minuto más hacia la medianoche, dejándolo a las 23.58 horas. La posibilidad de la aniquilación de la humanidad es tan cierta ahora como lo fue a mediados de la década de los cincuenta, cuando las superpotencias EE UU y URSS pusieron sobre la mesa su armamento termonuclear, capaz de arrasar con la vida terrestre. Desde 1947, este panel de científicos, compuesto por prestigiosos especialistas entre los que se encuentran 15 premios Nobel, mueve las manecillas de este reloj simbólico para advertir a la humanidad de los peligros que acechan a su propia existencia. En 1953, como ahora, el reloj se puso a dos minutos de la medianoche. Si llegáramos a las 0.00 horas, sería el fin.

«En la discusión de este año, los asuntos nucleares tomaron el centro del escenario una vez más», aseguró durante la rueda de prensa celebrada en Washington D.C. la presidenta del Boletín, Rachel Bronson. En su declaración pesó el lastre que los tuits de Donald Trump suponen para el futuro de la humanidad. El panel culpa a «la espiral descendente de la retórica nuclear entre el presidente estadounidense Donald Trump y el líder norcoreano Kim Jong-un» y advierte de que Trump «debería abstenerse de una retórica provocativa con respecto a Corea del Norte, reconociendo la imposibilidad de predecir sus reacciones».

Las relaciones de EE UU con Rusia y la gestión de Trump del acuerdo con Irán en el apartado atómico han contado también notablemente. «El fracaso de los líderes mundiales para abordar las mayores amenazas para el futuro de la humanidad es lamentable, pero ese fracaso puede revertirse», justificó el panel, que también apuntó a «la amenaza planteada por el uso indebido de la tecnología de la información» y «la vulnerabilidad de las democracias a la desinformación». «El debate político ahora es qué vamos a hacer al respecto», añadió Bronson.

«Es difícil comparar con otras épocas. Hemos hecho la declaración clara de que sentimos que el mundo se está volviendo más peligroso», apuntó el físico Lawrence Krauss sobre la comparación con la otra época en la que estuvimos tan cerca de la aniquilación. «Si lees la declaración de 1953, hay paralelismos, incluyendo el asunto de la unidad europea», recordó la presidenta. En 1991, con el final de la Guerra Fría, se alcanzó la mejor hora, 17 minutos antes de las 0:00 horas. Pero desde 2010 no hemos dejado de acercarnos a la medianoche en el Doomsday Clock.

El año pasado, el panel tomó la peculiar decisión de adelantar por primera vez tan solo 30 segundos el reloj apenas días después de la toma de posesión de Trump, dejándolo a las 23:57:30. «Nunca antes el Boletín había decidido adelantar el reloj debido a las declaraciones de una sola persona. Pero cuando esa persona es el nuevo presidente de EE UU, sus palabras importan«, dijeron entonces los científicos en referencia a la verborrea de Trump.

Junto al riesgo de guerra nuclear, el calentamiento ha sido otro factor decisivo para el panel: el año pasado fue el más caluroso de los registros históricos, y lo fue por tercer año consecutivo. 2015, 2016 y 2017 han sido los años más calurosos desde que hay registros y 17 de los 18 años más cálidos han sido registrados durante este siglo. De nuevo, EE UU tiene un peso decisivo en la decisión: «La administración Trump, que incluye negacionistas del clima reconocidos en altos cargos (…) ha anunciado su plan de retirarse del Acuerdo de París. En su afán por desmantelar una política climática y energética racional, ha ignorado los hechos científicos y los análisis económicos bien fundamentados», señala el panel.

Los especialistas en riesgos existenciales, esos peligros que podrían en acabar con la humanidad, consideraban que este año los miembros del panel tenían una difícil papeleta. «¡No creo que la buena gente que ideó la metáfora del reloj pudieran predecir a Trump!», bromea Phil Torres, experto en este campo consultado por Materia. «Se están quedando sin minutos», decía Torres, director del Proyecto para la Futura Prosperidad Humana, antes de conocerse la decisión del Boletín. Torres pensaba que lo iban a dejar en el mismo punto «mientras denuncian de manera devastadora las políticas totalmente absurdas de la administración Trump, junto a los tuits peligrosamente pueriles de Trump, que el editor en jefe del Boletín calificó recientemente como un ‘riesgo existencial’ para la humanidad».

El Boletín fue fundado por un grupo de científicos estadounidenses implicados en el Proyecto Manhattan que desarrolló las primeras armas nucleares del mundo durante la Segunda Guerra Mundial. En 1947 lanzaron esta idea del Reloj del Juicio Final para divulgar el peligro que las guerras nucleares planteaban para la humanidad. Hoy el Boletín es una organización independiente sin fines de lucro dirigida por algunos de los científicos más eminentes del mundo, que incluye a 15 premios Nobel en su panel. En su primera edición, las manecillas se situaron a 7 minutos de la medianoche. En 1995, a 14 minutos. En 2007 se empezó a considerar el cambio climático entre sus preocupaciones para el futuro de la humanidad, a las que ahora se suman también factores como la ciberguerra y el bioterrorismo.

Con información de El País