Por Pei Jianrong y Ni Ruijie

MEXICO, 22 ene (Xinhua) — Las relaciones entre China y América Latina y el Caribe han iniciado una flamante era con la realización exitosa de la II Reunión Ministerial China-CELAC hoy en Santiago de Chile.

Se trata del primer evento diplomático de gran transcendencia este año para las relaciones chino-latinoamericanas, caracterizado por la sinergia de la iniciativa china de la Franja Económica de la Ruta de la Seda y la Ruta Marítima de la Seda del Siglo XXI («la Franja y la Ruta») con las estrategias de desarrollo de América Latina y el Caribe.

La embarcación de la comunidad de destino China-América Latina iniciará su nuevo viaje viento en popa.

Nuevo asidero de relaciones China-América Latina

En el siglo XVI, la flota de Nao de China, o Galeón de Manila, atestada con seda y porcelana, avanzaba surcando las olas del océano Pacífico desde Filipinas rumbo a México, Perú y otros países latinoamericanos, y constituía una parte extendida importante de la Ruta Marítima de la Seda de la antigüedad.

«Hoy día, vamos a plasmar un nuevo plan maestro de la construcción conjunta de la Franja y la Ruta y forjar una ruta de cooperación transpacífica, con vistas a conectar y estrechar aún más nuestras fecundas tierras de China y América Latina y el Caribe», indicó este lunes el presidente chino, Xi Jinping, en un mensaje de felicitación para la II Reunión Ministerial del Foro China-CELAC.

«Somos parte de esa antigua Ruta Marítima de la Seda, por lo que tenemos esta tradición y queremos reclamarla para ser integrantes, no solamente en tradición, sino también de esa época contemporánea de la Franja y la Ruta», señaló el empresario y ex embajador mexicano en China, Sergio Ley.

A lo largo de los cinco años de su lanzamiento por el presidente Xi en 2013, la iniciativa de la Franja y la Ruta ha pasado paulatinamente de concepto a acciones y de perspectivas a la realidad, convirtiéndose en el producto público más popular a nivel global con amplio reconocimiento de todos los países del mundo, incluidos los de la región latinoamericana.

A juicio de la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Alicia Bárcena, Latinoamérica puede cumplir su objetivo de inversión en infraestructuras gracias al proyecto chino de la Franja y la Ruta.

«Tenemos que invertir anualmente al menos el 6,7 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) al año en infraestructura. Y eso es algo que con la ayuda de China podemos lograr», señaló Bárcena tras la inauguración de la II Reunión Ministerial del Foro China-CELAC.

Bárcena indicó que América Latina tiene un gran interés en formar parte de esta iniciativa, y afirmó que los acercamientos de la región a la Franja y la Ruta se han producido más de manera bilateral que multilateral, y destacó que los frentes en donde más se ha avanzado son el de infraestructuras y el financiero.

Bases sólidas y aspiraciones comunes

En Argentina, la incorporación de nuevas locomotoras y vagones de fabricación china al sistema ferroviario de ese país sudamericano ha elevado en una de sus líneas la capacidad mensual del transporte de carga en unas 200.000 toneladas.

En la línea San Martín Cargas, que opera en la provincia de Santa Fe, unos 257 kilómetros al norte de Buenos Aires, los trenes de la empresa CRRC Qishuyan han logrado optimizar los tiempos de traslado y las condiciones de trabajo de los operadores.

Siendo históricamente una extensión natural de la Ruta Marítima de la Seda, América Latina y el Caribe constituye un importante e imprescindible partícipe en la iniciativa de la Franja y la Ruta.

El experto argentino en política, Patricio Giusto, aseveró que «si uno mira el mapa, claramente se da cuenta que a medida que se expandan los flujos de comercio marítimo por el Sudeste Asiático, la extensión natural es Latinoamérica».

Para el también director de la consultora Diagnóstico Político, «ya existe un flujo comercial importantísimo» a partir de la iniciativa.

«Desaprovechar esa oportunidad sería absurdo por parte de la región, y ya tenemos el caso de Chile, un país que inteligentemente está estudiando esa complementariedad», explicó.

Según estadísticas oficiales chinas, entre enero y noviembre de 2017, el volumen comercial entre China y los países de Latinoamérica y del Caribe alcanzó los 233.760 millones de dólares, un aumento del 18,3 por ciento.

China ha firmado tratados de libre comercio con Chile, Perú y Costa Rica, y ha iniciado el estudio de la viabilidad de firmar otros dos con Colombia y Panamá.

En opinión del coordinador del Centro de Estudios China-México (Cechimex) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Enrique Dussel, la conectividad constituye «la clave» de la iniciativa de la Franja y la Ruta, por lo que China ofrece proyectos de infraestructura que ya se están viendo en América Latina y el Caribe.

«Es lo más sofisticado que ofrece China desde 2013 a nivel internacional», dijo el académico de la UNAM, al señalar que en América Latina se realizan «más de 60 proyectos de infraestructura».

América Latina está preparada para la llegada de la Franja y La Ruta a la región a través de la conectividad digital, afirmó, por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Heraldo Muñoz.

«Hoy en día estamos en mejores condiciones que en el pasado para hacer realidad lo que antes era la Ruta de la Seda que llegaba hasta Europa y que hoy debe llegar hasta América Latina y el Caribe», dijo Muñoz el domingo.

La íntima amistad borra la lejanía. En su discurso pronunciado este lunes en la reunión del Foro China-CELAC, el canciller chino, Wang Yi, destacó que con la «irrigación» de la Franja y la Ruta, el árbol de la cooperación integral China-América Latina estará cargado de más frutas dulces.