¿Quién no las recuerda? Hace no tanto no había prácticamente smartphones, en un mundo gobernado con mano de hierro por BlackBerry. Y quién no recuerda también al otro coloso de la época, Nokia, una marca vanguardista en la época que hasta lució uno de sus futuristas móviles -el 8810- en Matrix. Y ya puesto a abrir el baúl de los recuerdos iremos todavía un poco más lejos para mirar con nostalgia a las PDA y su marca estrella, Palm. Aquellos dispositivos servían como asistentes personales y agendas digitales, y fueron fulminados del firmamento móvil con la eclosión de los smartphones, con el iPhone a la cabeza. Sin embargo, un grupo de emprendedores londinenses quieren revivir aquellos momentos presentando el Gemini PDA, y lo están haciendo por la puerta grande: su ronda de financiación a través del crowdfunding pulverizó récords logrando un 300% del capital solicitado y catapultando su proyecto.

Lejos de los tópicos y la estética a los que ya estamos acostumbrados en Silicon Valley, los promotores de Gemini PDA -Planet Computers- reviven en espíritu e imagen los valores de viejas glorias como el ZX Spectrum. Nada de camisetas con diseño, look desenfadado ni despachos abiertos con mesa de ping pong ocupando un lugar preferencial; se trata de un proyecto lanzado desde la nostalgia en el que se califica de “incomprensible” la muerte de las PDA y reivindica su pervivencia. Parece demostrarlo la atención de los medios recibida en pleno fragor del Consumer Electronic Show (CES) de Las Vegas, donde los británicos han llevado ya un equipo en funcionamiento.

¿Qué es Gemini PDA y por qué enamora? Se trata de una PDA con teclado físico integrado (un QWERTY completo) en configuración tipo clamshell o concha, de forma que al abrirse se muestre en la parte superior la pantalla y en la inferior el teclado físico. Es decir, un mini portátil desde la perspectiva de nuestros días. Esta configuración del chasis fue dada ya por superada por el grueso de los fabricantes que mataron el teclado físico en favor del virtual, y que ahora se obsesionan por ofrecer pantallas cada vez más grandes y orientadas al entretenimiento. Gemini PDA reivindica la existencia de un nicho de usuarios que requieren de un dispositivo cómodo para redactar correos electrónicos o incluso documentos de Word en un formato que no obligue a maniobras extrañas y a una destreza ímproba en el manejo de los teclados virtuales.

“Lo cierto es que hasta que no lanzamos la campaña en Indiegogo no teníamos ni idea de cuál sería el interés”, reconoce Robin Parker, uno de los fundadores de la firma. ¿Por qué el Gemini PDA en un segmento tan saturado como el de los móviles? “Entendíamos que los smartphones actuales están orientados al consumo y nosotros queríamos un dispositivo para crear contenido”, explica.

La principal ventaja de este dispositivo es que está operativo desde el momento en el que se abre y uno puede llevar un miniportátil con conexión 4G en la americana, listo para ser utilizado en un café o en el aeropuerto a la espera del siguiente vuelo. El concepto es viejo, pero no así el hardware, que se ha aprovechado bien de los avances del momento: pantalla táctil QHD de 5,99 pulgadas, slot para tarjetas de expansión microSD, altavoces estéreo, procesador de diez núcleos, un par de puertos USB-C, hasta 64 GB de almacenamiento, y todo ello movido en un entorno en el que nos sentiremos cómodos: Android. Adicionalmente, el sistema puede arrancar de forma dual en Linux, algo que encantará a los fans de la plataforma. El sistema cuenta además con una doble batería que dará vida al dispositivo durante dos semanas (en stand by) y doce horas conversación.

Como apuntamos, el proyecto ha sido catapultado del papel a la realidad y el fabricante comenzará a servir comercialmente las primeras unidades en breve, a un precio que parte de los 300 dólares para el modelo solo con WiFi y poco más de 500 dólares para la versión completa con 4G. Aunque todavía no se ha confirmado el precio en euros pero estiman que estarán en el rango de 500-600 euros y se comercializaría en abril, según informan a EL PAÍS.

Con información de El País