El arzobispo de Xalapa, Hipólito Reyes Larios, lamentó que se esté viviendo una época de “total falta de respeto por el cuerpo humano” con la ola de asesinatos que se reportan en los medios de comunicación, lo cual no es nuevo y viene desde años atrás.
“Todos los días vemos en los periódicos, en los medios de comunicación que asesinaron a algunas personas, que lo secuestraron, que tiraron cuerpos en tal camioneta, que los dejaron ahí en la plena calle, hablan de asesinatos aunque estén otras personas disparándoles a quemarropa o personas esposadas o amarradas”.
Aunque el religioso no lo mencionó, es claro que se refería al hecho ocurrido este sábado en que fueron encontrados nueve cuerpos desmembrados en una camioneta en el fraccionamiento El Tejar, además de que una persona, relacionada con este mismo caso, fue asesinada por la tarde en plena avenida Lázaro Cárdenas, de esta capital.
En su mensaje durante la homilía dominical en la Catedral, expresó que lo mismo le disparan a la gente en su domicilio, que se dejan tirados cuerpos en las calles, en fosas clandestinas, donde aparecen después de varios años personas desaparecidas, o aparecen algunos de sus restos en ciertas tumbas y se ve como algo cotidiano.
“No es algo alarmante de apenas, sino que ya viene de varios años, desafortunadamente eso no lo vemos que disminuya, entonces ese respeto al cuerpo que es el templo del espíritu, el templo de Dios, ha desaparecido entre nosotros”.
Reyes Larios agregó que por ello es sumamente importante valorar y respetar el cuerpo humano, “respetar el propio cuerpo y respetar el cuerpo de los demás”, ya que el cuerpo es la expresión del alma, “repetimos, mente sana en cuerpo sano, es lo que se nos pide”.
Agregó que el cuerpo es el templo de Dios, porque Dios habita en nuestros corazones, y en la mística cristiana, no es tanto ver a Dios hacia afuera sino hacia dentro del cuerpo, “es un viaje al microcosmos que significa la persona, hacia su interior”.
Se vive una época de libertinaje abierto, “placer donde sea y con quien sea”
El arzobispo de Xalapa, Hipólito Reyes Larios, criticó que en estos tiempos se viva una etapa de “sexualidad banalizada” y “libertinaje abierto”, en donde se busca el placer “donde sea, con quien sea y como sea”.
Tras agradecer a los feligreses su presencia en la misa de medio día a pesar de las bajas temperaturas, señaló que el cuerpo humano tiene una función importante llamada sexualidad, don maravilloso que Dios ha dado para ser hombre o mujer, para la intimidad, amor, matrimonio, formar una familia o para tener hijos o hijas: “Lo mismo también es para un gusto, para expresar el amor”.
Añadió que la sexualidad se hizo para la transmisión de la vida humana, el valor más grande del hombre, “que hemos recibido de parte de Dios a través del amor de nuestros padres”.
Sin embargo hoy desafortunadamente “tenemos la sexualidad muy agitada, vamos a decirlo así, hoy se representa el aspecto sexual como si fuera algo muy banal, muy común, que no crea responsabilidades, que se busca sobre todo el placer que se pueda hacer con quien sea, donde sea y como sea y no hay ninguna norma que lo limite”.
Añadió que todos los grandes valores dados por Dios tienen una cierta reglamentación y en cualquier grupo humano o sociedad, debe haber reglas, “hoy notamos que no es así, sino que hay un libertinaje abierto, se propicia de todas las manera como sea posible y se ve como algo banal y por eso muchas veces los compromisos no se asume con responsabilidad”.
El religioso citó a San Pablo cuando afirmó que el cuerpo “no es para la fornicación, sino que es para el señor y el señor es el dueño del cuerpo y por lo tanto glorifiquen a Dios con su cuerpo”.
No obstante hoy hablar de castidad o abstinencia corporal “no es algo muy bien recibido, sin embargo es lo que va haciendo que la sociedad sea más prudente, más responsable y sobre todo sepa orientar las cosas”.
Indicó que después del puente Guadalupe Reyes y de las fiestas de fin de año, es momento de volver a la realidad, y de cuidar el cuerpo humano, con alguna dieta para bajar de peso.
Y es que dijo que el cuerpo es la expresión que nos distingue de los demás, en tanto que el espíritu o el alma es lo que nos mueve, “hay un adagio antiguo que decía, mente sana en cuerpo sano”.
Esto significa que si la persona es limpia de corazón lo manifestará con sus actitudes corporales, como las expresiones de afecto, amor o cariño, al abrazar al alguna persona o desearle lo mejor.
AVC/Noticias