A tres años del asesinato del periodista Moisés Sánchez Cerezo, no hay avances en la investigación por parte de la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (Feadle), y no se ha dado seguimiento a los presuntos responsables, entre ellos el exalcalde de Medellín, Omar Cruz, así como a cinco de los seis ex policías involucrados en el caso, y que se encuentran prófugos todos ellos, advirtió la presidenta de la Comisión de Atención y Protección a Periodistas (CEAPP), Ana Laura Pérez Mendoza.
En entrevista, dijo que desde hace más de un año no han tenido información sobre avances en las investigaciones del asesinato ocurrido el 2 de enero de 2015, cuando el periodista fue sacado a la fuerza de su casa en Medellín por parte de un comando armando, y tras lo cual fue asesinado aunque su cuerpo fue hallado 11 días después.
«Tan mal está la integración de las investigaciones que cómo quieren atrapar a los homicidas y al autor intelectual porque el ex alcalde Omar Cruz huyó y ya no se dio seguimiento a la investigación».
Y es que tras la detención del ex policía Noé Rodríguez Martínez, que señaló al ex alcalde Omar Cruz Reyes, como el probable autor intelectual del asesinato, el ex alcalde no ha sido presentado ante la justicia para esclarecer el crimen.
Informó que la FEADLE dio a conocer que fueron procesados por este caso José Francisco García Rodríguez y Luigi Heriberto Bonilla Zavaleta, y recibieron formal prisión; sin embargo, el ex alcalde de Medellín, Omar Cruz Reyes, presunto autor intelectual, sigue prófugo a tres años del homicidio.
En el caso del ex subdirector de la policía municipal de Medellín de Bravo, Martín López Meneses, señalado por presuntamente ordenar el secuestro y homicidio del periodista a petición del entonces alcalde, obtuvo su libertad el 3 de noviembre de 2015.
CEAPP denunciará penalmente
La presidenta de la Ceapp, Ana Laura Pérez Mendoza, advirtió que ante la omisión de las autoridades de la Procuraduría General de la República (PGR) en este y otros al menos 19 casos, denunciarán penalmente por el incumplimiento de un deber legal.
No obstante, dijo que esto depende de los familiares de los periodistas asesinados en este y otras administraciones estatales, pues en algunos casos los familiares ya no quieren seguir el proceso.
«Quienes hayan dejado de cumplir con su deber en cuanto a las investigaciones vamos a tratar de requerirlos, porque de otra forma no vemos que haya avance en los casos (…) Esperamos contar con el apoyo de los familiares porque son a ellos a quienes les dan la información. Tendría que ser una denuncia penal por el incumplimiento de un deber legal».
Consideró que de otra manera, si se busca a ayuda de otras instancias como la Comisión Estatal o Nacional de Derechos Humanos, sus recomendaciones sólo se quedan en eso, y las autoridades no las acatan.
«Mientras no haya justicia y siga habiendo impunidad es como decir que pueden atacar a cualquier periodista y no pasa nada y eso no puede ser».
FEADLE, omisa
El secretario ejecutivo de la CEAPP, Jorge Morales Vázquez, lamentó que con la llegada del fiscal especial para la Atención de Delitos Cometidos contra la Libertad de Expresión (FEADLE), Ricardo Sánchez Pérez del Pozo, tampoco haya avance en las investigaciones, pues ni siquiera ha acudido a Veracruz para tratar el tema de las agresiones contra periodistas.
«Se comprometió a venir a Veracruz y reunirse con el fiscal Jorge Winckler y se le ha insistido pero no ha habido nada. Es muy triste porque fue nombrado en sustitución de Ricardo Nájera por ser una persona que tuvo reclamos por su indolencia en los casos y que con este nuevo fiscal se iba a avanzar, y hasta el momento no tenemos respuesta de él».
Por cuanto hace a la investigación del asesinato de Moisés Sánchez, dijo que las diligencias se han realizado de manera tardía, pues puso como ejemplo la elaboración de retratos hablados de los presuntos asesinos, que fue hecha muchos meses después del asesinato.
Y es que dijo hay una persona detenida y el resto está prófugos, y peor aún la FEADLE sólo los ubica por sus apodos, ya que sus identidades son desconocidos.
«Hasta donde yo me quedé no tenían identificación de estas personas por su nombre, les pedí que hicieran un retrato hablado cuando me tocó hacer la revisión del asunto y eso hicieron».
AVC/Perla Sandoval