Y como no hay plazo que no se cumpla, este jueves 30 de noviembre tendremos un mercado libre de gasolinas en el país como resultado de la reforma energética. El tema tiene dos filones muy específicos: el económico, y la posibilidad de que la libre competencia genere aumento de precios y no al revés; y el costo político que esto podría acarrear al gobierno federal y al candidato del PRI justo al inicio del año electoral.
El primer punto a destacar es que el atribulado automovilista se puede olvidar de planificar su gasto periódico de combustibles, porque este se moverá cual acciones de bolsa o el precio del dólar. El importe de la gasolina cambiará constantemente, es decir, uno puede encontrar un precio a las 7 de la mañana, uno distinto a las 12 horas y por la noche, podemos pagar otro diferente, todo en la misma estación de servicio.
La liberación de precios podría alcanzar, al menos en un primer momento, el objetivo inverso: mayor inflación por el aumento en bienes y servicios de consumo, un incremento significativo en el uso de gasolina Magna sobre la Premiun –lo que generaría un nuevo repunte en la contaminación por combustible-, y la disparidad en el beneficio de los subsidios, favoreciendo al que más consume y no a los que menos tienen.
Además, si consideramos que el precio de la gasolina tiene un impacto directo en el precio de bienes y servicios, pues habrá que ver cómo apechugan transportistas de carga, transporte público y de pasajeros, comerciantes y muchos otros que dependen directamente del costo del combustible para establecer sus precios y tarifas.
Si bien es cierto que el gobierno federal anunció esta medida desde el año pasado, a muchos los tomará hoy por sorpresa. Todavía anoche, las gasolineras de Xalapa se mostraban con absoluta tranquilidad.
Después de décadas, el gobierno no intervendrá –salvo para asignar un subsidio marginal- en establecer el precio de la gasolina; esa tarea corresponderá al libre mercado balo la ley de oferta y demanda. Es posible, como sucede con el dólar, que en momentos de crisis o especulación, el propio gobierno intervenga para estabilizar el mercado.
A partir de este jueves, el precio de la gasolina va a fluctuar conforme se muevan las cotizaciones de bienes que están ligados al combustible, como el petróleo y la participación de nuevos competidores en el mercado. Esto significa que Pemex ya no es la única marca que va a vender gasolina en México.
Ahora se verán por doquier firmas como BP, Hidrosina, Gulf, Chevron y OxxoGas, entre otros. Con la nueva entrada de participantes en el mercado de gasolinas, las marcas van a entrar en competencia para ganar al cliente, no sólo con mejores precios, sino también con aditivos de distinta calidad o servicios que hagan la diferencia.
Así que la liberalización de los precios de la gasolina si tendrá un impacto en el bolsillo, a favor o en contra. Habrá momentos en que los precios estarán más cómodos y otros donde resultará un poco más caro.
El negocio de las gasolineras genera ganancias por cerca de 730 mil millones de pesos anuales. En todo el país hay cerca de 5 mil 200 estaciones de servicio están en manos de pequeños empresarios que poseen una gasolinera, mientras que 2 mil 500 son de empresas familiares que cuentan con tan sólo dos expendios.
Casi 75% del mercado se encuentra en manos de pequeñas y medianas empresas (Pymes) que viven únicamente de los ingresos que provienen de la comercialización de gasolina. Actualmente, el margen de ganancia que obtienen los empresarios por la venta de combustibles alcanza tan sólo 6% del volumen comercializado, por lo que el negocio sólo podría incrementarse a través de mayores ventas de gasolinas.
El adelanto de un mes en la liberalización de los precios de las gasolinas –originalmente estaba previsto para el 30 de diciembre- podría provocar que los precios suban en algunas partes del país y luego vuelvan a tener otra alza en un par de semanas o a principios de enero por un tema de estacionalidad, estimó ayer Rodrigo Favela Fierro, especialista en el mercado de combustibles y uno de los organizadores del foro Energy México, en una entrevista publicada por el diario La Jornada.
El gobierno federal lo sabe. Por eso ha preparado el botiquín de primeros auxilios en caso de que la liberación del mercado resulte un tiro en el pie justo en un año donde habrá elecciones presidenciales. Este miércoles, en la víspera de la entrada en vigor de la liberación del precio de la gasolina, el Diario Oficial de la Federación publicó que el próximo año, la Secretaría de Hacienda seguirá modificando los estímulos fiscales al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) de manera semanal.
El precio de la gasolina siempre es una referencia a la hora de votar. Habrá que ver cómo se comporta el mercado… y el gobierno. Por aquello de las dudas, yo ya llené el tanque.
La del estribo…
- Según la Ley de Responsabilidad de los Servidores Públicos, en su artículo 9, el juicio político sólo podrá iniciarse durante el tiempo en que el servidor público desempeñe su empleo, cargo o comisión, y dentro de un año después de la conclusión de sus funciones. Los ex diputados locales no están en funciones y ya se ha cumplido un año de que se fueron. Es una pena que se gaste tanto dinero en alimentar la ignorancia legislativa de nuestros diputados. Por supuesto que en su momento lo merecían, pero pedir juicio político en su contra no es más que la frívola necesidad de atraer reflectores del diputado Sergio Rodríguez Cortés y de algunos medios.
- Los organismos electorales se han convertido en una isla paradisiaca de la administración pública. Tanto En el INE como en el OPLE, los Consejeros se despachan en grande para incrustar en la nómina a novias, familiares y socios, lo que no sólo resta profesionalismo sino que se vuelve en una agencia de colocaciones a modo: A pesar de que ya costó la renuncia de algunos, la voracidad y el cinismo son mayores.