«Yo vengo de una familia de músicos, no son de jazz pero sí son músicos, mis padres tocaban, mi abuela era organista y dirigía el coro de la catedral de Mayagüez, y todos sus hermanos tocaban. Mi abuela se casó con Benjamín Cole, el hermano de Roberto Cole, compositor de grandes boleros de Puerto Rico, entonces sí hay una familia musical ahí», me dijo Henry Cole, baterista puertorriqueño que estuvo en Xalapa el año pasado como parte de la banda que presentó Miguel Zenón en el Xalapa Jazz Festival 2016, y este año, en el pasado Festival JazzUV.
Cole formó parte de la banda del vibrafonista Víctor Mendoza, al lado del pianista Rafael Alcalá y de su paisano, el bajista Aldemar Valentín. En un pequeño hueco que había en su agenda, pude platicar con él.

Las palmeras del Caribe

Yo nací en Mayagüez y crecí en el barrio Villa Locura, de Añasco, que es un pueblito que está al lado. Crecí tocando un poco el teclado, de oído, y a los nueve años me dio por tocar la batería porque escuché música rock. A esa edad, entré a la Escuela Libre de Música de Mayagüez pero no había muchas facilidades en realidad, mi maestro tocaba trompeta, no tocaba batería. Ahí aprendí a leer música y siempre me gustaba practicar mucho para tratar de ser mejor, no pensaba en el jazz ni en otra cosa, en aquel momento era rockero y quería ser el mejor baterista de rock que pudiera ser .
El primer grupo en el que toqué era un grupo de ska, de ahí toqué todos los géneros que había: rock, ska, reggae. Luego me fui a estudiar al Conservatorio de Música de San Juan, en el que tampoco había un departamento de música jazz, era un departamento de música clásica. Ahí seguí aprendiendo música clásica pero siempre estuve tocando la batería, todo el tiempo. Creo que, poco a poco, ir a tocar y a practicar, mejorar se convirtió en ese lugar que ya es parte de mí. Cada oportunidad que tenía de tocar con cualquier grupo, siempre trataba de maximizarla y eso me dio la posibilidad de trabajar con mucha gente en Puerto Rico, con muchos grupos de diferentes géneros, un día tocaba con un grupo de salsa, al otro día con un grupo de jazz, el viernes tocaba con un grupo de rock, el sábado tocaba con un pianista en un restaurante y el domingo tocaba con mis amigos más jóvenes, tocábamos jazz al estilo de Nueva York y todo eso, así que esa era mi semana. También tocaba con los raperos y aprendí mucho de los folcloristas, mis ídolos más grande son Giovanni Hidalgo y Anthony Carrillo porque fueron las personas con las que vi cuán importante es practicar, y por todo el impacto que causaban. Yo no encontré necesariamente eso en los bateristas, es curioso, las personas que vi y dije yo quiero lograr ese impacto fueron Giovanni y Anthony, con ellos dije esto es de horas de practicar, esto es una disciplina. Después he hecho muchas cosas, pero todo comenzó por ahí.
Del Conservatorio de Música fui a Berklee, no me gustó y me regresé, en esos seis meses que estuve fuera de Puerto Rico, pude verlo de otra manera. Cuando uno sale de un lugar, lo ve desde fuera y ve otras oportunidades que no ve cuando está ahí. Cuando regresé, rápido empecé a tocar con todo mundo y maximicé eso.

Pa´ labrar y echar semilla

Azada en mano se empuña
pa labrar y echar semilla]
Cuerpo al trabajo y su tierra
y deje ya la guasimilla
(Trabájala.
Henry Cole)

Después de que toqué con todos en Puerto Rico, para mí ya no había más qué hacer ahí, entonces decidí ir a estudiar a Manhattan School of Music con John Riley, pero la única manera que tenía para hacer eso, era que me dieran una beca porque no iba a tener dinero, entonces me encerré a practicar para que me dieran una beca y poder hacer esa transición a través de la escuela. El primer semestre que estuve en Nueva York, como yo era parte de la escena de jazz en Puerto Rico y tocaba con muchos, muchas veces me habían invitado músicos como Giovanni y David Sánchez.
Yo siempre me lo tomé todo muy en serio y eso te abre puertas, David Sánchez me había conocido en Puerto Rico, me había ayudado y me había pasado música, cuando se enteró que yo había llegado a Nueva York, le hacía falta un sustituto y me llamó, eso fue como a los tres meses de estar en la escuela. Miguel ya estaba en el grupo de Avishai Cohen y también me llamó y de ahí se siguió todo pues es una cadena.
De momento estoy tocando jazz pero yo nunca dije voy a ser baterista de jazz, decía si hay que tocar esto, pues entonces voy a tratar de hacerlo lo mejor posible, voy a ver quién es el mejor en esto y a estudiarlo. Si era de salsa, escuchaba la salsa de Puerto Rico, escuchaba a los Van Van, escuchaba a Changuito [Quintana]; si era de rock, escuchaba a Zeppelin, a Hendrix, a The Doors; si era de rap, escuchaba a los bateristas raperos; me dediqué a hacer eso.

(CONTINÚA)

SEGUNDA PARTE: Quemar las naves
TERCERA PARTE: Las raíces y las ramas



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