Con una serie de reflexiones sobre su postura ante la música y sobre las exigencias del oficio, concluye la conversación Víctor Mendoza
Siempre caliente
El latin jazz -como se conoce generalmente- surgió cuando el jazz se casó con la música cubana, pero eso, realmente, solo ocurrió en Nueva York, eso no ocurría en Cuba porque allá la música era más de baile. Después vino la influencia de Machito, Tito Puente y toda esa gente y había un repertorio que se conocía mucho de mambos o chachachás con armonía de jazz, yo toqué eso por muchos años pero después empecé a buscar otras cosas.
Los músicos que constantemente estudiamos tenemos muchas inquietudes, hacemos una cosa y luego andamos buscando por más, yo siempre estoy buscando otro formato, no para cambiar sino para variar lo que estoy haciendo, he tocado mucho con big band y me llama mucho la atención pero ahora estoy trabajando otra manera de tocar en big band, me gusta mucho, por ejemplo, cómo arregla y cómo compone Maria Schneider, es fantástica. Otro que me gusta mucho es Vince Mendoza, es precioso lo que hace, yo busco una cosa así y la razón tiene que ver con la densidad, en una big band, si se escribe un standard en el que que tocan ritmos muy compactos, muchas veces cubren al vibráfono y no destaca, es una voz que más o menos está, entonces he estado tratando de componer de otra manera para big band, tratando de dejar partes con poco metal para que no se trague a mi instrumento. Cuando hay mucho volumen uno se ve forzado a tocar más fuerte y el instrumento va de vibráfono a xilófono porque uno empieza a atacar de otra manera y el mismo estilo lo está forzando a frasear muy diferente, no está mal pero no me llama mucho la atención, le quita mucha expresión al instrumento.
Con las cuerdas es más sutil y es una textura que combina muy bien, además de que no se hace mucho. Me llama mucho la atención tocar con cuarteto de cuerdas o con grupos un poquito más grandes, suena muy bien, muy rico, lo que pasa es que muchas veces la gente del jazz no confía mucho en estos músicos, pero yo creo que si se escribe bien detallado, si se indica exactamente dónde deben atacar y se ensaya bien, va a salir bien, ya lo he comprobado, lo hice en Argentina, en Estados Unidos, en Corea, en Taiwán, y es una cosa muy bonita.
This Is Why
Siempre digo que no quiero repetirme, yo ya hice todo el repertorio del latin jazz y ahora estoy en otra etapa, no quiere decir que no quiera tocar aquello pero voy cambiando. Tengo un amigo que se llama Pius Shang, es un gran marimbista clásico y está casado con otra gran marimbista que se llama Eriko Daime, es fantástica, ellos me decían:
-Es que tú te reinventas, es una cosa que notamos de ti, un día estás haciendo esto, al otro día estás haciendo otro
-No lo había pensado de esa manera porque no lo hago con ese propósito, es simplemente que quiero tocar otra música también
Tal vez esto venga por influencia de Chick Corea, él se mete en todo y lo hace fantástico, en cierta forma, yo quisiera hacer lo que él hace.
A Marta Gómez la conozco por años y la he escuchado pero hoy la escuché más detalladamente [en el concierto que dio la cantante colombiana en el 8° Festival Internacional JazzUV] y vamos a hacer un proyecto que sea voz, vibráfono, bajo, piano, una cosa que sea diferente, vamos a enfocarnos en el arte de la canción latina. Ella tiene una voz maravillosa y también me encanta cómo expresa, no hay tiroteo, no hay nada, es simplemente una voz pura, dulce, muy definida, muy clara, muy transparente, eso es raro hoy día porque muchas cantantes se tiran a lo que hace Cristina Aguilera, ella tiene un vozarrón pero, con todo respeto, cuando interpreta ciertas canciones que yo conozco, por ejemplo escuché Somos novios cantada por ella y Andrea Bocelli y personalmente, sin ofender, lo que pasa es que hace tanto tiroteo que la melodía no está clara, Andrea Bocelli simplemente canta el tema, el señor tiene una voz preciosa y se oye tan claro, esas son las cosas que he aprendido a apreciar de cantantes, por eso me encanta cómo lo expresa Marta.
Hoy día hay una gran mezcla en la música, hay mucha gente que es purista y a veces esto ocurre mucho en los festivales pero yo digo que lo mío es latin jazz contemporáneo porque estoy mezclando todo ahí.
Algo que creo que me ha ayudado mucho de ser docente es que he aprendido a entender y aprender de mis estudiantes, muchas veces los maestros se ponen en una postura de eminencia y la información solamente va de un lado al otro, conmigo no, yo los escucho porque tienen otra mentalidad y un vocabulario que yo no reconozco, vienen y se ponen a tocar hip hop o mezclan otras cosas y digo oye, pero qué buena onda es eso, entonces me voy a la casa y trato de recordar lo que hicieron y me pongo a componer cosas. Por ejemplo Henry Cole, el baterista extraordinario que tocó conmigo, es puertorriqueño y de repente le escucho cosas que yo sé que vienen de raíces de bomba y plena, y digo uf, qué cosa más intensa, yo voy a componer algo en base a eso.
Tengo ahora dos temas que son como flamenco jazz, cuando los compuse dije yo creo que va a ofender a algunos músicos flamencos porque muchos son muy puristas. Lo primero que me dijeron guitarristas amigos míos fue maestro, esa la voy a grabar contigo, me encanta. Ellos tienen las mismas inquietudes porque tocan flamenco pero también se aburren y me dicen yo quiero tocar contigo, llámame por favor. Son dos piezas de flamenco pero mezclado con jazz porque la improvisación persiste y para mí eso es lo que hace que sean jazz. No estoy tocando swing ahora, lo que estoy tocando es música de Víctor Mendoza porque eso es lo que soy.
La puerta de Alcalá
Mi mujer me dice:
-Yo le tengo una envidia y debería estar celosa de Rafael [Alcalá] porque ustedes comparten una comunicación que tú y yo no tenemos (risas)
-¿Tanto así?
-Es que me da envidia verlos cómo se comunican, cómo se conocen, respiran juntos, de repente salen cosas de la nada, ¿cómo lo hicieron?
-Mira, eso fue muy natural para los dos, creo que porque en cierta forma tenemos muchas de las mismas raíces, compartimos mucha música igual
Y otra cosa es que Rafael es muy sensible a lo que escucha y reacciona. Para mí, Rafael es uno de los grandes músicos de hoy en el mundo, yo no conozco muchos músicos así, en muchas formas lo veo como otro Danilo Pérez pero con su propia voz, eso me fascina. Tengo otro gran amigo acá que también es un tremendo pianista, Héctor Infanzón, es una belleza de pianista, otro estilo completamente diferente pero bastante bueno, yo lo admiro mucho.
No vengo tan seguido pero siempre que regreso a México me encuentro con cada diamante, wow, están surgiendo excelentes músicos de aquí, ojalá sigan así porque no se van a lo obvio, al comercialismo, no digo comercialismo de mala manera, lo que pasa es que muchas veces, cuando los músicos empiezan en el hueso, empiezan a ganar dinero, y claro que tienen que ganar dinero pero el problema es que dejan de estudiar y no siguen desarrollando su trabajo y eso es algo muy importante para todos, hay que seguir estudiando, no importa en qué etapa estés, todos mis amigos tienen su hora por separado en la que estudian.
PRIMERA PARTE: El niño del tambor
SEGUNDA PARTE: Berklee Days
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