373 días y adiós. En esencia sigue más de lo mismo y peor. Inseguridad. Ineficiencia y delincuencia gubernamental. Economía decreciendo. Insuficiente creación de empleos. Y más pobreza y hambre.

Merece evaluación especial, la cara y cuestionada política financiera estatal, que ya acumula innumerables  responsabilidades y contados beneficiarios.

Empieza el conocido “año de Hidalgo”. Mientras, continúa el simulacro de las comparecencias, ante un poder legislativo incapaz, sin autoridad ni credibilidad. Congreso “carnal”, secuestrado e inocultablemente manipulado, con la convenenciera presencia de conocidos prófugos e intocables.

Salvo el grupo de diputados de MORENA y honrosas excepciones de otros partidos, no hay trabajo legislativo serio y responsable.

Dadas las condiciones y perspectivas, impensable continuar con predominantes formas autoritarias y anacrónicas de gobierno; y con evidente debilitamiento institucional.

Imprescindible informarse y participar

Por lo pronto, ante el poder para no poder,  apremia mayor participación y evaluación ciudadana y social. Siempre es tiempo de evitar fracasos y retrocesos.

Hechos y realidades. No a promesas incumplidas y anuncios irrealizables; no  a autopromociones y pretextos justicieros de entretenimiento y distracción.

A casi un año de la responsabilidad asumida, se requieren cuentas claras de las obligaciones propias, no concentrarse evasivamente  solo en el pasado, escandalizándolo y utilizándolo como distractor. Urge atender el presente y prevenir lo previsible. Hoy y aquí.

Ante esa realidad actual. Obligado reiterar que Veracruz padece creciente inseguridad; y que soporta una notoria falta de Justicia, con una impunidad a modo, que hoy fortalece otro tipo de delincuencia oficial, de intocables y aprovechables.

Remachar que sigue,  desde hace más de un año, en una desatendida recesión o estancamiento económico.

Baste citar, las últimas cifras del  Indicador Trimestral de la Actividad Económica Estatal del INEGI. Esto es, la variación porcentual, al mismo trimestre del año anterior, para constatar el decrecimiento o recesión:

IITAE, 2016-17.

Abril-Junio  2016.- (-4.2 %).

Julio-Sept.  2016.- (-3.6 %).

Oct.-Diciem.2016.- (-1.8 %).

Enero-Marzo.2017- (-1.5 %).

Abril-Junio    2017.- (-1.0 %).

Este hecho, se acompaña entre otros aspectos,  por un crecimiento negativo del Sector Industrial estatal, que ha llegado en junio de 2017 hasta (-8.2 %): pero sobre todo, es oportuno insistir, que Veracruz no genera suficientes empleos formales con salarios y prestaciones dignas, para atender una población aumentando que, año con año, demanda cuando menos, casi 59 mil empleos al año. Más el rezago acumulado que, solo en población disponible rebasa el medio millón.

El empobrecimiento es notorio y sigue en aumento. Expresado en millones de personas, según CONEVAL, de 4.4 en 2010, pasó a 4.6 en 2014; y a más de 5  en 2016.

Con el gobierno de la alternancia y las condiciones prevalecientes, para 2018 se puede llegar a 5.6 millones de veracruzanos pobres.

Según la misma fuente oficial, con Duarte, de 2014 a 2016 se incrementaron en 415 mil, pasando de 4 millones 634 en 2014, a 5 millones 49 mil en 2016. Un promedio de 207 mil por año.

La situación empeora con el gobierno del PAN-PRD, se estima que se incrementan  diariamente 800 pobres más. Y que para 2017, el aumento puede ser de 292 mil, llegándose casi a 5 millones 300 mil.

Inapropiado seguir solo con actos y anuncios oficiales, exaltando declaraciones, que no son inversiones reales e inmediatas; o con depender solo del insuficiente gasto federal. Si se sigue sin hacer nada importante, persistirán recesión o estancamiento económico, retroceso industrial, falta de empleos formales, presiones inflacionarias y, en general, si las condiciones se mantienen adversas, el gobierno PAN.PRD entregara el estado en 2018, con casi 5.6 millones de pobres. ¿Cuál rescate de Veracruz?

Ante desinformación y simulación, insistir y preguntar. ¿De qué tamaño es el daño recibido y cuál es ya, el acumulado? ¿A cuánto asciende el total-total de deuda pública estatal y municipal? ¿Dónde están los miles de millones de pesos presupuestados y desaparecidos? ¿Y los resultados de la entrega recepción? ¿Cuántos despedidos y cuántos nuevos contratados van? ¿Renovar o autorizar más concesiones y privatizaciones, para beneficiar a quienes? ¿Cuál es el costo de la reestructuración de la deuda? ¿Por qué los descomunales y ofensivos súper sueldos, prestaciones y beneficios, a funcionarios?

Exigir información oficial accesible.

Escuchar y prepararse. Habrá otro informe social, diferente al informe oficial.

Hay que poner atención, comprobar y analizar lo que se dice y presenta, incluso en las supuestas comparecencias.

Para ir directo a lo importante, a todo informe de gobierno, parcial o total,  diario o anual, lo primero es exigir es disponer de la puntual, verdadera y  actualizada información, así como su claro y sencillo acceso  público en general. No anuncios triunfalistas o espectaculares, característicos de  cara autopromoción y entretenimiento oficial.

Ineludible exigir cabal cumplimiento del Deber de informar, a todo servidor público sin excepción, en particular a los electos que se dicen gobernantes.

¿Cómo pretenden obtener credibilidad, confianza y apoyo de la sociedad, si no informan bien y a tiempo?

Veracruz es más grande que sus gobiernos. Del espectáculo de más de lo mismo, hay que encontrar lo positivo,  real y comprobable, que es muy poco pero lo hay. Ha costado mucho alcanzarlo, para perderlo o desaprovecharlo.

Acertado reconocer y exigir, cumplimiento de la obligación del gobernador y colaboradores,  de acudir en público ante el poder legislativo: pero limitado y simulado, si no se hace también ante la sociedad misma,  para ser evaluado.

Fundamental respetar y atender libertades y derechos; y fomentar presencia activa de la oposición y otras opiniones, en dialogo y debates responsables y productivos.

Impensable regresar al “besa manos” o fortalecer  simulación y engaño, entretenimiento y manipulación. Urge modificar el formato y exigir, todo tiempo y en todo caso, información verdadera, en rendición de cuentas completa y puntual, para identificar acierto o error, y fundamentar apoyo o  rechazo.

Contra opacidad e incapacidad. La realidad muestra alcances de ineficiencia e ineptitud; y de corrupción, delincuencia e impunidad gubernamental.

No es obligatorio creer ciegamente a quienes gobiernan. Ni servilismo, ni abyección ciudadana y social. Nadie está obligado a  apoyar incondicionalmente, ni someterse a la “unidad de la ignominia”.

AcademicoIIESESUV @RafaelAriasH. Facebook:VeracruzHoydeRafaelAriasH