Antes de que iniciara el foro Aportaciones de las culturas africanas y caribeñas a la identidad de la música veracruzana y el jazz, Rafael Alcalá, Coordinador General de JazzUV, me dijo: «seguramente, después del foro vamos a quedar con más dudas que respuestas pero creo que reconocer esa negritud que hay dentro de nuestra cultura es un punto de partida para conocer bien nuestra identidad». Aunque al finalizar el foro insistió en esa idea, yo creo que sí quedó al menos una certeza, la influencia de la africanía marcó la música, y la cultura en general, de todo el continente; aunque el foro estuvo limitado a Nueva Orleans, Cuba y Veracruz, los mismos elementos musicales están presentes en todos los lugares en los que hubo presencia africana, de Brasil a Centroamérica pasando por Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela, etc.

Pese a la gran diversidad cultural que tiene esta parte del mundo, esa raíz nos provee una identidad común y es a partir de ella que cada región irá creando su propia versión del jazz, música que se caracteriza, principalmente, por su apertura y su inclusión, justo los elementos que definirán a la octava edición del Festival Internacional JazzUV que arrancará el martes 24 con dos conciertos que confirman tal vocación: el del cuarteto de Víctor Mendoza y el del quinteto de Mike Dease.

Víctor Mendoza es una de las figuras más importantes del jazz latino, además de liderar sus propias agrupaciones, ha colaborado con músicos tan renombrados como Paquito D’Rivera, Danilo Pérez, George Garzone, Claudio Roditi, Giovanni Hidalgo, Horacio «el Negro» Hernández, Antonio Sánchez, Lee Konitz y muchos más. Para su presentación en el Festival, ha convocado a dos docentes de JazzUV, el pianista tamaulipeco Rafael Alcalá y el bajista puertorriqueño Aldemar Valentín, y al baterista, también boricua, Henry Cole, tres músicos con una basta y brillante carrera especialmente en el jazz latino. El encuentro de estas cuatro personalidades en el escenario -todas poseedoras de un beat electrizante-, hará que el del concierto inaugural sea uno de esos momentos cuyo sabor permanece en nuestro gusto durante años o durante vidas. Esto sucederá el martes 24 de octubre, a las seis de la tarde, en la Sala Grande del Teatro del Estado.

Y a las ocho de la noche, cuando aún estén flotando las vibras por el todo de la sala, arribará al escenario el quinteto del trombonista estadounidense Mike Dease. El álbum más reciente de Dease, All These Hands, es precisamente un monumento a la inclusión, en la portada aparece un círculo (símbolo de unión) formado por manos de distintos colores; sobre ese trabajo, en la página web del trombonista se lee: «La música de All These Hands sigue el rastro de la historia de la propagación de la música jazz a lo largo de los Estados Unidos, desde Nueva Orleans hasta el Medio Oeste y la costa este. Es la historia paralela de la migración afroamericana del norte y cada composición ofrece un carácter musical reflexivo de una gran ciudad y región». Dease también ha convocado a dos músicos asentados en Xalapa para que compartan con él el vino y el jazz, a su paisano, el saxofonista Tim Mayer, docente de JazzUV, y al bajista titular de Orbis Tertius, Óscar Terán. La inclusión de un pianista puertorriqueño, Zaccai Curtis, y un guitarrista bluesero, Luther Allison, dan fe de que la integración de manos de múltiples colores es la impronta de una música que se opone a que se hagan muros que separen a quienes, siendo distintos, son hermanos.

Los obsesivos del jazz, podrán acudir a la Casa del Lago a participar de dos actividades previas a los conciertos: a las 12:00 horas, la cantante y compositora colombiana Marta Gómez disertará sobre el oficio de hacer canciones. A las dos de la tarde, el pianista Zaccai Curtis impartirá una clase maestra.

Con esas cuatro actividades, el jazz dará el primer garrotazo a una piñata llena de música, de sensaciones, de pasiones; de vida. No vayan a faltar.

CONTACTO EN FACEBOOK        CONTACTO EN G+        CONTACTO EN TWITTER